Christian Bale tiene mil caras diferentes. Un rostro y un cuerpo que cambia en cada papel que interpreta. Esa es su seña diferencial como actor: aparecer en cada película como un hombre distinto. Le hemos visto con un cuerpo tenso y musculado haciendo de Batman; casi esquelético en El maquinista o luciendo una redondeada barriguita en La gran estafa americana o en El vicio del poder. Es como si sus personajes nacieran del interior de su organismo y se proyectaran hacia el exterior en una perfecta y armónica metamorfosis. Luego, vuelve a ser él mismo.
El 30 de enero Christian Bale cumple 48 años. TCM quiere felicitar a este fantástico actor dedicándole la programación de toda la jornada. Ese día se emitirá la trilogía de El caballero oscuro que dirigió Christopher Nolan, acompañada por dos de las primeras películas del actor: El imperio del sol, de Steven Spielberg y Mujercitas, la versión de 1994 que dirigió Gillian Armstrong, con Susan Sarandon, Winona Ryder y Kirsten Dunst en el reparto.
Christian Charles Philip Bale nació en Gales, en la ciudad de Haverfordwest en 1974. De niño recibió clases de ballet y a los ocho años comenzó a aparecer en distintos anuncios de televisión. Con diez años ya actuaba junto a Rowan Atkinson en la obra The Nerd en el West End londinense. Tras el divorcio de sus progenitores, se trasladó a vivir con su padre a Los Ángeles. Allí, en un casting, lo descubrió Steven Spielberg y le dio el papel de Jim, ese niño perdido en Shanghai tras la invasión de los japoneses en El imperio del sol. Y desde entonces, como espectadores, hemos asistido a su crecimiento personal, tanto físico como profesional. Le vimos convertirse en adolescente en Rebeldes del swing, en joven enamorado en Mujercitas, y ya plenamente en adulto a partir de American Psycho, un papel de sofisticado psicópata que fue el punto de partida de su madurez como actor.
Pero además de esculpir el físico de sus personajes, Christian Bale se adentra, como pocos intérpretes de la actualidad, en su psicología, en su forma de pensar y de comportarse. De ahí que apenas veamos dos composiciones suyas iguales en las pantallas. Es un actor intenso, metódico y perfeccionista, y no siempre es fácil rodar con él. Ama su profesión a la que define como una mezcla de exorcismo y de aventura. También le gustan las motos y la velocidad. No es extraño que protagonizara encantado Le Mans' 66.
En su vida personal es mucho más reposado y tranquilo. Conoció a su mujer, Sandra Blazic, cuando ésta era la asistenta personal de Winona Ryder en Mujercitas. Desde entonces son pareja. Se casaron en el año 2000 y tienen dos hijos. Christian Bale lleva 35 años en el negocio del cine y no le ha ido nada mal. Ha ganado un Oscar al mejor actor secundario por El luchador, dos Globos de Oro y dos premios del Sindicato de Actores. Una carrera que, afortunadamente, está en todo su esplendor y que los espectadores de TCM pueden disfrutar durante todos los domingos del mes de enero, especialmente el día 30, fecha en la que levantaremos una copa simbólica para brindar por su 48 cumpleaños.