Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


De nuevo, la exposición

06/05/2022

Vuelvo a la exposición que el Ayuntamiento de Toledo ha organizado sobre Alfonso X. No puedo explicar el porqué de esta vuelta, es como si buscara algo oculto. Un secreto intimo que cada visitante debe descubrir. Aunque, tal vez, lo que he pretendido, sin pretenderlo, es descubrir a la persona a quién la Historia y la Literatura han convertido en estereotipo. Un fantasma en el que, a modo de perchero, se cuelga cualquier elucubración por muy dispar que sea. Hace siglos que Alfonso X dejó de ser una persona de carne y hueso, con debilidades y miserias, también con grandezas, para servir de materia de invenciones y fantasías. Pensándolo mejor, he vuelto a la exposición para sumergirme en una época en la que la cultura y la escritura eran un bien escaso y florecieron en Toledo por la colaboración y la entrega de sus habitantes. Una lección que deberíamos reproducir en el presente. Es cierto que ese tiempo también lo hemos transformado en estereotipo. Lo hemos sublimado y lo hemos denominado de 'coexistencia de tres culturas'. Un concepto difuso, más imaginario que real. Pero, qué la vamos a hacer, la imaginación es lo que posibilita que los pueblos avancen.
Al margen de hechos puramente propagandísticos, en Toledo se produjo 'un momento' histórico singular. Lo que Francisco Márquez Villanueva enuncia como un acontecimiento de «intercambio científico en que se asienta la tarea alfonsí». Un fenómeno urbano, centrado mayoritariamente en Toledo. Una tradición única y autóctona por la cual moros y judíos, y no ya clérigos, encarnaban el ideal de la más alta cultura profana. En versión actual, un movimiento laico, que resta protagonismo a los religiosos y a sus formas de entender las costumbres y la vida. Algo que hoy parece olvidado.
Toledo fue una de las ciudades más amada del rey. Conocía que en ella se acumulaba la tradición del más culto de los reinos de taifas. Probablemente aquí resida la explicación para la vuelta a la exposición: descubrir en las piezas expuestas y en las narrativas que les acompañan, acontecimientos y hechos que, en tiempos de crisis de convivencia, se nos antojan posibles. Al salir de la exposición sobre Alfonso X, del edificio de Santa Cruz, no puedo evitar el agradecimiento a quienes han organizado y acercado piezas y obras que nos muestran unos tiempos que integran el legado cultural de la ciudad.