José Manuel Patón

LA PLUMA CONTRA LA ESPADA

José Manuel Patón


El paro y las pensiones

12/10/2022

Hay dos maneras de defender a la clase trabajadora: una es un fracaso y otra no garantiza su defensa pero por lo menos no la hunde. La primera es subir las cotizaciones sociales, impedir la flexibilidad de las empresas, prohibir el despido, y demonizar a los empresarios, llamados eufemísticamente emprendedores por Zapatero. La otra es permitir que la ambición humana cree empresas. Estamos en un mundo competitivo, de manera que si un empresario fabrica tuberías de hierro a 10 euros el metro y se encuentra con que otro empresario en Francia o en Suecia fabrica esa misma tubería a 8 euros, los españoles no venderemos tuberías; la fábrica francesa incrementará la producción y las ventas, y la consecuencia es que nuestra fábrica tendrá que despedir trabajadores y la fábrica francesa, contratará más trabajadores y cuando haya pocos trabajadores tendrán que aumentar su salario para captar los de otras empresas. La consecuencia posterior es que la zona del empresario español tendrá una depresión económica, la gente no comprará en las tiendas, ni consumirá cosas, mientras que la zona donde esté la fábrica francesa tendrá más dinero, la gente gastará más, más consumo, más tiendas y más recaudación por impuestos, es decir, más todo, carreteras, profesores, etc.
Parece mentira que todavía no hayamos aprendido esta lección, después de tantos años de historia de fracaso de la economía pública. Cuanto más recaudan los políticos más se gastan; menos dinero tienen las empresas, y cuanto más impuestos se pagan menos puestos de trabajo, y por tanto, menos recaudación para pagar las pensiones.
Zapatero en los últimos estertores de su nauseabundo gobierno no tuvo más remedio que bajar los sueldos a los funcionarios un 10%. Ahí estuvo cruel, pero también listo, porque no bajó ese mismo 10% el salario a los políticos, ni quitó coches oficiales ni enchufados, solo lo pagaron los funcionarios.
¿Usted todavía se cree que los políticos tienen vocación de servir? Seguramente algunos honrados la tienen, pero fundamentalmente lo que quieren los políticos es ponerse un sueldo y vivir sin haber pegado un palo al agua en su vida, y si les dejamos, más coches oficiales, más incrementos de los sueldos, y más asesores y más políticos. Cuando estamos en ese punto llegan los otros partidos que ganan, y como no pueden despedir a todos los que han metido los del anterior, vuelven a contratar más políticos y más asesores, y como nadie despide a los políticos ni a los asesores, seguimos pagando el pato los demás.
En esta ocasión además aparece un ministro, de cuyo nombre no quiero acordarme, y sube las cotizaciones sociales un 8% que sumado a la inflación, generará que nuestros productos valgan un 16% o un 20% más caros, y por tanto venderemos menos, con lo cual habrá menos trabajadores, y esa subida no generará ni mucho menos más ingresos, sino menos, y al poco más paro.
Que me perdonen los aficionados a la literatura, pero no he usado ninguna palabra rara ni culta, ni ningún eufemismo a ver si este mensaje llega hasta los que no saben casi leer.