Dos activistas de Futuro Vegetal se han pegado este sábado a los marcos de los cuadros de La maja desnuda y de La maja vestida de Francisco de Goya expuesto en el Museo Nacional del Prado en Madrid en señal de protesta por la emergencia climática.
En medio de ambas pinturas han escrito el mensaje +1,5º para "alertar sobre la subida de temperatura mundial que provocará un clima inestable y graves consecuencias en todo el planeta". Ambas obras se encuentran en la sala 038 del Museo del Prado, que ha sido desalojada por los vigilantes de la pinacoteca.
Esta protesta se suma a otras que se han sucedido en las últimas semanas, como la de dos ecologistas que lanzaron sopa de tomate a Los Girasoles de Van Gogh, expuesto en la National Gallery de Londres.
En el vídeo difundido en redes se puede ver a una empleada del museo tratando de frenar la grabación de la protesta y a algunos visitantes increpando a los activistas con gritos de "Fuera" y "Sinvergüenzas".
Una de activistas pide disculpas antes de pegarse al cuadro y dice: "Estoy aquí porque tengo pánico al cambio climático" e interpela al Gobierno a que actúe contra la situación.
En las imágenes se puede ver como los dos jóvenes se pegan a los marcos de las obras con un bote de pegamento que llevaban entre su ropa y escriben en la pared con pintura negra.
Posteriormente, las activistas han sido desalojadas "sin problemas adicionales" y detenidas por la Policía.
El Prado reabre la sala
El Museo Nacional del Prado ha reabierto este sábado por la tarde la sala donde se encuentran las obras, tras solucionar los desperfectos causados por las activistas.
"La sala de las majas vuelve a estar abierta al público", ha informado la pinacoteca en un mensaje publicado a las 17:02 horas en su perfil de Twitter, tras lo ocurrido esta mañana, que causó "ligeros desperfectos" en los marcos, en particular el de la 'Maja desnuda'.
El museo ha movilizado a un pintor para la pared y la brigada encargada de colocar las obras, según han informado fuentes gubernamentales.
Las mismas fuentes han indicado que el pegamento y la pintura en spray que han utilizado los activistas para la agresión a las obras eran de plástico para eludir el detector de metales.
El museo ha condenado el acto de protesta y ha asegurado que "las obras no han sufrido daños, aunque los marcos tienen ligeros desperfectos".
"Rechazamos poner en peligro el patrimonio cultural como medio de protesta", ha concluido el Museo del Padro.
Hace apenas dos semanas el director del museo, Miguel Falomir, que afirmaba que existían "formas bastantes más inteligentes" para defender "nobles causas". "Haciendo las cosas de esta manera se consigue justo lo contrario", agregaba.