La crisis energética lanza la distribución de la red de calor

Beatriz Palancar Ruiz
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Los precios del gas y el gasoleo han incrementando la demanda de información por parte de las comunidades de vecinos y la empresa ha triplicado su plantilla de obra

Fotografías de la central de combustión de la red de calor de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

La crisis energética en la que nos encontramos inmersos está abriendo el mercado al uso de fuentes de energía más baratas. Este es el caso de la red de calor de Guadalajara que está en plena expansión de su negocio, tanto en el aspecto comercial como en el trazado de nuevas infraestructuras. 

En verano, una de las arterias principales de la ciudad, la calle Virgen del Amparo, tuvo que ser cortada al tráfico en parte para poder extender por el subsuelo las tuberías de esta red de calor. Ahora, estos mismos trabajos se están llevando a cabo en el inicio de las calle La Carrera, y con un corte completo en las vías María Pacheco y Padre Félix Flores. Estas obras está previsto que finalicen a mediamos del mes de diciembre. 

«Nosotros vamos a hacer una red de distribución de tuberías soterradas y tenemos que hacer entre 28 y 30 kilómetros de red. Estamos ahora mismo en siete kilómetros de red y tenemos conectadas casi 1.500 viviendas y tres colegios de ocho que tenemos que conectar por un convenio que hay firmado con el Ayuntamiento para dar calor a todos los colegios públicos. Además, tenemos otras 1.700 viviendas contratadas pero que todavía no hemos llegado con la red para dar servicio. Estamos en el 30% de la ejecución de los planes de negocio de la empresa. Guadalajara es un proyecto de 9.000 viviendas y 40 ó 45 edificios públicos. Tiene una inversión cercana a 30 millones de euros», explica Eliseo Garcés, director comercial de esta Red de calor de Guadalajara.

Fotografías de la central de combustión de la red de calor de Guadalajara.Fotografías de la central de combustión de la red de calor de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

Este ambicioso proyecto se ha visto incrementado por el interés de los vecinos en abaratar sus costes energéticos por el incremento del precio de los combustibles tradicionales, gas y gasoil. Por ello, la empresa reconoce que «hemos triplicado nuestra plantilla en la parte de obra» para aprovechar el momento actual y llegar antes a cumplir con la demanda de los vecinos porque «la situación nos favorece a nosotros y a los usuarios. Nos posiciona como, posiblemente, como la alternativa de energía más fiable, más ecológica y más económica que hay en estos momentos en Guadalajara», señala Eliseo Garcés. 

La demanda está creciendo exponencialmente en la capital porque las comunidades de vecinos quieren saber cómo ahorrar más en sus facturas de la calefacción, una aceptación que está siendo mayor después de los tiempos difíciles de la pandemia en los que era complicado concertar reuniones y visitar a los vecinos, a lo que se añaden los recelos propios de algunos propietarios ante proyectos que implican cambios sustanciales.

«En las ciudades pequeñas se mira con mayor recelo cualquier implementación de cualquier proyecto nuevo. Trabajando con la colaboración inestimable de los administradores de fincas y presidentes de comunidad, estamos consiguiendo generar muy buena expectativa y con los precios del gasoleo y del gas no hay otra opción. Estamos en una situación de demanda por parte del mercado potencial de Guadalajara», reconoce Eliseo Garcés, quien explica que en su día a día están siendo invitados a acudir a reuniones de las comunidades de vecinos para explicar su proyecto. 

Fotografías de la central de combustión de la red de calor de Guadalajara.Fotografías de la central de combustión de la red de calor de Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

«Procuramos intentar que nos inviten a una junta de vecinos para ponernos a su disposición en uno de los puntos del orden del día, porque con anterioridad les hemos enviado documentación completa con la oferta. La gente tiene que ver que económicamente es rentable», dice Garcés con sinceridad. 

No solo los particulares están interesados en este proyecto, también las administraciones públicas. Por el momento, el Ayuntamiento de Guadalajara ha cerrado un contrato para abastecer a los colegios públicos de la ciudad. «Balconcillo, Alvarfáñez, Alcarria y Ocejón, tienen las acometidas hechas y están conectados. El Doncel se hará próximamente porque la licencia de obra está concedida para la conexión por la calle Juan Diges Antón. Y quedan pendientes Rufino Blanco, el parvulario del colegio Ocejón en Felipe Solano Antelo y el Pedro Sanz Vázquez que se van a conectar posteriormente», concreta el concejal de Urbanismo del Consistorio capitalino, Rafael Pérez Borda, quien adelanta que desde la institución municipal se está «estudiando la posibilidad de incluir todas las instalaciones que sean compatibles y se puedan. Me consta que otras administraciones también están estudiando la incorporación de edificios a la red de calor que pasa por los alrededores. Tenemos que intentar conectarnos, sobre todo ahora, con el problema energético que tenemos encima».

Los edificios de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, como su sede provincial o el Hospital Universitario, así como de la Diputación Provincial, como el complejo San José y el Palacio de la Plaza de Moreno, serían otros de los lugares en los que se estudia la llegada de la red de calor.

«Para nosotros, es más complejo dirigirnos a los Juzgados o a la Subdelegación del Gobierno porque dependen de las administraciones centrales y tienen unos procesos de licitaciones mucho más complejos que no sé si podemos acceder», aclara Eliseo Garcés.

En cuanto a la Casa Consistorial de Guadalajara para la que se ha solicitado una subvención europea con el objetivo de mejorar la eficiencia energética de este edificio, de momento quedará fuera de este servicio porque «el problema que tenemos es que tienen unos hitos que hay que cumplir y no depende solo de que nosotros queramos, depende de que sea posible. La ayuda que hemos pedido para la rehabilitación de edificios públicos, a la finalización del plazo, no se garantiza que la red se haya extendido cuando estemos con la rehabilitación de ese edificio. Las ayudas exigen que esté en servicio y funcionando», argumenta Pérez Borda.

Molestias

Tanto Ayuntamiento de Guadalajara como empresa saben que los vecinos y residentes de la ciudad están soportando molestias por las obras que se están realizando para trazar las tuberías de impulsión y retorno del agua caliente de la red calor, unos trastornos por los que piden disculpas.

Está previsto que, en unos pocos meses, se lleve a cabo la operación asfalto en aquellos lugares en los que han quedado o quedarán cicatrices visibles: «Con las actuaciones en el subsuelo, no podemos correr el riesgo de que haya blandones. Hay que dejar compactar un tiempo, por eso se deja en hormigón, y posteriormente se fresa y se aglomerará. Lo hicimos en la avenida del Ejército, está así en Virgen del Amparo, calle Sigüenza y calle de los aparejadores. En Navidad, se va a hacer la campaña de aglomerado para estas calles», cuenta Pérez Borda.