CCOO Castilla-La Mancha reclama una mayor atención de los poderes públicos ante el aumento de la violencia digital de género, una realidad poco visibilizada pero que acarrea consecuencias graves para las mujeres que la sufren, con un impacto psicológico, social y económico".
La secretaria de Mujeres y Políticas LGTBI en Comisiones Obreras de Castilla-La Mancha, Rosario Martínez, ha reclamado abrir el debate sobre cómo abordar el problema de la ciberdelincuencia de género, máxime cuando "ya a escala Europea las instituciones han movido ficha para ver la forma más apropiada de combatir esta forma de violencia que muchas veces es el reflejo virtual de las agresiones verbales y psicológicas del mundo físico".
La responsable del área de Mujeres y Políticas LGTBI de CCOO CLM se hacía eco de los resultados del informe 'Violencia digital de género: una realidad invisible' publicado recientemente por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) y el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, un informe donde se advierte por ejemplo de que el 54% de las mujeres que ha sufrido acoso a través de redes sociales ha experimentado ataques de pánico, ansiedad o estrés.
"Es muy preocupante cómo esta forma de violencia crece y crece, si tenemos en cuenta que una de cada cuatro mujeres de entre 16 y 25 años ha recibido insinuaciones desconsideradas en las redes", ha advertido Martínez, que ha recalcado que, como en la violencia de género, "puede que estemos viendo solo la punta del iceberg del fenómeno, y es una violencia para nada inofensiva".
El ciberacoso, las amenazas directas, los delitos de odio, la violación de la privacidad o la explotación sexual online son algunas de las formas de violencia digital, ha explicado Rosario Martínez, que ha señalado que la ley regional para una sociedad libre de violencia de género recoge esta ciberdelincuencia como una de las manifestaciones de la violencia de género. Es preciso ahora "elaborar una respuesta colectiva de la sociedad con la que frenar esta ciberdelincuencia de género, porque sus consecuencias son graves, generando
aislamiento, estrés, pérdida de autoestima, inseguridad; incluso muchas mujeres tienen que dejar de aparecer en las redes sociales ante los ataques que reciben", ha defendido la responsable de Mujeres y Políticas LGTBI.
Y es que, poniendo en relación los datos de la encuesta del Observatorio ONTSI con la población de la región, puede verse la dimensión del problema y la necesidad de habilitar mecanismos con los que atajarlo: Más de 63.000 mujeres castellano-manchegas han recibido alguna vez imágenes sexualmente explícitas, y 5.800 han sufrido acoso reiterado en la red, incluyendo la publicación de fotos por parte del acosador. "Los datos revelan además que, pese a este incremento de situaciones de violencia digital, muy pocos casos acaban en denuncia policial", ha lamentado Rosario Martínez, que avanzaba que "cada año hay una media de 300 mujeres en Castilla-La Mancha víctimas de amenazas, coacciones o delitos sexuales a través de las nuevas tecnologías, y casi un 25% de ellas son menores de edad, según datos de criminalidad del Ministerio de Interior".