Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Dos errores

30/03/2023

El coronel Diego Pérez de los Cobos tendrá que ser repuesto en su cargo de jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, después de que el Tribunal Supremo haya considerado ilegal su cese, ordenado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por pérdida de confianza tras desatarse la pandemia de la covid-19.  

Pero antes de desembarcar en la Comandancia de Madrid, Pérez de los Cobos fue la máxima autoridad policial en Cataluña, encargada de abortar la celebración del referéndum ilegal del 1-O y ahí no se puede afirmar que su desempeño fuera el más eficaz, porque tras los primeros éxitos iniciales que parecían que la acción policial evitaría la consulta, el mismo día de la votación aparecieron cientos de urnas que fueron utilizadas para la votación. Antes aún, todo el despliegue previsto para evitar que abrieran los centros de votación resultaron ser infructuosos, los guardias civiles se vieron desbordados, se vivieron momentos y situaciones de enfrentamiento con la ciudadanía que luego fueron sumamente bien utilizados por el movimiento independentistas para sus labores de propaganda, y pese a su reconocimiento de que la policía catalana no brindó el apoyo al que se había comprometido y que se sentía engañado por el intendente de los mossos d'esquadra, Josep Lluis Trapero, este  fue absuelto por los tribunales en relación a su actuación el 1-O, mientras todavía persisten las dudas acerca de quien dio la orden de que los guardias civiles actuaran con contundencia.  

El motivo esgrimido para la falta de confianza en Pérez de los Cobos hay que buscarlo en la instrucción ordenada por un juzgado de Madrid sobre la autorización de la manifestación del 8-M de 2020, apenas unos días antes de que se decretara el confinamiento de la población. El juez ordenó a la Guardia Civil de Madrid, en funciones de policía judicial, y por tanto con única obediencia al juez, que redactara un informe sobre ese acto. Cuando fue requerido por sus superiores para conocer el contenido del documento enviado al juez, el coronel Pérez de los Cobos se negó a hacerlo en cumplimiento del mandato judicial. Hasta ahí todo bien. Ocurre que el juez tuvo que archivar el caso contra el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, por no encontrar indicio de delito en la autorización de la marcha, y a eso se añadía que el informe mencionado usaba medias verdades, especulaciones e informaciones de medios de comunicación que luego fueron desmentidas por la realidad. O a López de los Cobos le engañaron sus subordinados encargados de la redacción del documento, o dio por buenas las afirmaciones que contenía a pesar de ser manifiestamente contrarias a la realidad, y facilitó argumentos espurios a la oposición contra el Gobierno.  

Item más. Grande-Marlaska ha apuntado, en respuesta a las critica que ha recibido en la sesión de control al Congreso que Pérez de los Cobos era el tesorero de los fondos reservados en el Ministerio del Interior cuando se produjo la operación Kitchen. Lo que se puede dar casi por seguro es que el coronel no volverá a ostentar el mando de la Comandancia de Madrid, porque puede ser repuesto en su cargo y cesado en el mismo acto. Según el ministro del Interior, que no piensa dimitir por este asunto, la pérdida de confianza no solo permanece, sino que se ha incrementado. Tiempo habrá de conocer los motivos en este asunto que aún no ha terminado