Consumidores y comerciantes, preocupados por los precios

Inmaculada López Martínez
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La escalada de precios que vive la alimentación junto con las subidas sufridas en otros productos y servicios como la energía disparan las alarmas entre la población que no vislumbra un cambio de tendencia a corto y medio plazo

En el apartado de carnes, la de ave y cerdo son la que experimentaron una mayor subida de precios. - Foto: Javier Pozo

El primer barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de 2023, publicado el pasado mes de enero, reflejó un incremento de cinco puntos en la preocupación que genera la crisis económica entre los españoles, el principal problema del país, con un 45,2 por ciento de menciones en la citada encuesta. Sin duda, la subida generalizada de los precios de los productos y servicios y, de manera particular, los costes de la energía, los carburantes y, más recientemente, los alimentos de primera necesidad está provocando una inquietud común entre la ciudadanía.

Esta sensación también se percibe a pie de calle cuando se pregunta a los guadalajareños. De manera unánime confiesan sentirse «muy preocupados» por la dinámica ascendente y continuada en el tiempo que está tomando la inflación. «Me preocupa que esto siga así durante mucho tiempo, el precio de la cesta de la compra sube cada día más, pero los sueldos no suben en la misma proporción», afirma Marta Reyero. 

El testimonio de esta joven trabajadora madre de familia es generalizado entre los consumidores, quienes ven cómo el precio de los productos más básicos (leche, huevos, azúcar, harina, fruta, carne, etc.) ha experimentado subidas de entre un 20 y un 50 por ciento. «Antes te comías tres naranjas y, por el mismo precio, ahora te comes una», señala de forma muy gráfica Amparo Escobar, quien también pone de ejemplo el encarecimiento del pan. «Una barra que hace un año me costaba 60 céntimos, ahora la compro por 80 ó 90, no recuerdo una subida tan alta de precios y tengo 71 años », sostiene. Esta intranquilidad también se traslada a los comerciantes, muchos de los cuales están intentando lidiar con este complicado panorama a base de reducir sus márgenes de beneficio. Entre ellos, se encuentra Raúl Bermejo, regente de una pequeña tienda de alimentación en el barrio de Los Manantiales desde hace una década. «Desde que llevo con el negocio, nunca había vivido una subida de precios tan fuerte, calculo que entre un 15 y un 20 por ciento de media. Lo que estoy haciendo es bajar el margen de beneficio para intentar suavizar un poco el efecto en los cliente, pero hasta donde puedo llegar», declara. 

José Luis del Castillo, propietario de una de las carnicerías en el Mercado de Abastos de la capital, es otro de los comerciantes que corrobora el encarecimiento «desorbitado» que los alimentos básicos están sufriendo en los últimos meses, incluida la carne que despacha a diario. «Nunca habíamos sufrido una subida tan exagerada de precios en tan poco tiempo. Es verdad que, anteriormente, llevábamos  cinco o seis años con los precios contenidos, pero a la raíz de la Guerra de Ucrania y la subida de la energía, todo se ha disparado», asegura. «La carne de cerdo se estaba mantenido pero, al final, ha sufrido el arreón más fuerte. Llevamos en este mes que todo ha subido casi un 20 por ciento y los sueldos no lo hacen en la misma proporción».

El presidente de Fedeco, la Federación de Comercio adscrita a CEOE-Cepyme Guadalajara, Ángel Escribano, reconoce que los profesionales del sector «estamos muy preocupados» ya que «a corto y medio plazo no vemos un horizonte de cambio». «Los precios están disparados, la gente tiene menos dinero para comprar lo mismo y somos los primeros que estamos pagando las consecuencias», apunta. Escribano también confirma que los márgenes de ganancia de los comerciantes «están por los suelos». «Los proveedores no han tenido más remedio que subirnos los precios porque también han subido los costes de las materias primas y los de producción. Y también nos suben los impuestos, por lo que cada vez nos queda menos dinero». Por todo ello, el presidente de Fedeco considera que «desde hace meses» el Gobierno debería haber tomado medidas para mitigar esta compleja situación.