La cesta de la compra se disparó un 19,4% en el último año

Inmaculada López Martínez
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Guadalajara es la cuarta provincia española donde más se encarecieron los precios de los alimentos con respecto a febrero de 2022 a pesar de la rebaja de impuestos

Una de las fruterías del Mercado de Abastos de la capital. - Foto: Javier Pozo

El precio de los alimentos de primera necesidad continúa inflándose mes a mes sin que exista un horizonte de cambio, al menos, a corto y medio plazo. En el caso concreto de la provincia de Guadalajara, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de los productos de la cesta de la compra (alimentos y bebidas no alcohólicas) se disparó nada menos que un 19,4 por ciento en el último año (de febrero de 2022 a febrero 2023), 1,9 puntos por encima de la media regional y 2,8 de la media nacional, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta espectacular escalada de precios es la más alta de la serie histórica iniciada en 1994 y convierte a Guadalajara en la provincia de Castilla-La Mancha donde más creció el valor de la alimentación básica en los últimos doce meses y la cuarta de todo el país, tan sólo superada por Badajoz (+20,1%), Melilla (+19.9%), y Zamora (+19,5%).  El director del Instituto Universitario de Análisis Económico y Social (IAES) y profesor del departamento de Economía y Dirección de Empresas de la Universidad de Alcalá (UAH), Rubén Gutiérrez, explica que este desorbitado encarecimiento de los alimentos, hasta hace unos meses mucho más contenido que otros muchos productos y servicios, es fruto de «un proceso lógico de traslación del aumento de costes de la producción, especialmente, de la energía». «La energía no sólo encarece el transporte de los consumidores y la calefacción de sus casas, también afecta a los costes de producción, a los inputs de las empresas que elaboran dichos bienes y a su distribución. Y es ahí donde se observa ese efecto retardado de la subida de los precios de la energía que, a modo de onda expansiva, se transmite a través de precios de fabricación, de distribución y de consumo», analiza. 

Asimismo, este experto económico sostiene que dicho «efecto retardado» se comprende mucho mejor cuando se observa la evolución del denominado Índice de Precios de los Bienes Industriales (IPRI). «En enero de 2023, el IPRI creció en una tasa anual del 8,2 por ciento, pero viene de ofrecer guarismos mucho más altos, con tasas de crecimiento anual del 47 por ciento o del 15,6 por ciento en marzo y abril de 2022, respectivamente», detalla. «La formación de los precios industriales, tarde o temprano, se empieza a trasladar a los precios de consumo de los bienes elaborados, todos incluidos en la inflación subyacente», añade.

 De hecho, según explica Rubén Gutiérrez, el IPRI de las empresas que elaboran bienes de consumo no duraderos creció en enero, en tasa anual, un 15,65 por ciento, más del doble que el IPC general. «Específicamente, en la industria alimentaria el crecimiento del IPRI fue de un 20 por ciento», señala. «Estos datos ayudan a entender por qué la inflación subyacente tiene una evolución tan negativa en los últimos meses y por qué tiene impactos tan importantes en el nivel de vida de la gente, tarde o temprano se tenía que notar en la cesta de la compra», argumenta.

Las mayores subidas

Tal y como refleja el reciente estudio elaborado por este profesor de la UAH a partir de datos del INE, el azúcar fue el alimento que más se encareció en España en el último año, a raíz de la guerra de Ucrania, con una subida de precio del 52,1 por ciento. A continuación, se sitúan la leche (+33%), el aceite (+31,3%), los huevos (+27,2%), los productos lácteos (+23,4%), los cereales y sus derivados (+22,8%) y las patatas y sus preparados (+20,5%). Seguidamente, figuran los artículos no duraderos para el hogar (+15,9%); los preparados de legumbres y hortalizas (15,8%); la carne de ave (+14,4%); la de porcino (+14,3%); el agua mineral, refrescos y zumos (+14%); la carne de vacuno (+13,7%); el pan (+13,5%); los crustáceos y preparados de pescado (11,9%); las legumbres y hortalizas frescas (+11,5%); las bebidas alcohólicas (+10,3%); el pescado fresco y congelado (+8,5%); la carne de ovino (+8,2%); y los artículos de uso personal (+8,1%). 

 Según pronostica el profesor Gutiérrez, todos los factores hacen prever que la evolución de la inflación, especialmente la inflación subyacente –la variación de los precios de la cesta de la compra–, «seguirá dando malas noticias ya sea por su persistencia en el tiempo o por su tendencia alcista». «A nosotros los que nos preocupa mucho es la diferencia existente entre el nivel general, es decir, lo que sube el IPC y la inflación subyacente que es un concepto que lo que intenta ver es qué parte de esa subida de precios tiende a permanecer a lo largo del tiempo. Y la inflación subyacente lleva meses, desde noviembre, superando al IPCgeneral. Esto es importante porque, al final, las tensiones inflacionistas que tiene una economía se reflejan en este indicador que es, como digo, el que más se mantiene en el tiempo y el que demuestra una pérdida adquisitiva por parte de alguien y, en este caso, esa pérdida se está trasladando al consumidor final», analiza este docente universitario.

En lo que respecta a la eliminación o rebaja del IVA de determinados alimentos llevada a cabo por el Gobierno central el pasado diciembre, Gutiérrez indica que «es normal que los consumidores no lo estén notando». «La bajada del IVA se puede estar compensando simultáneamente con subidas en otras cosas y, aparte, lo que supone la reducción del IVA de los alimentos es un porcentaje muy bajo comparado con la subida de precios que están experimentando», aclara. 

Sin embargo, este analista no encuentra una explicación clara al hecho de que el IPC en Guadalajara se sitúe habitualmente por encima del dato nacional y regional más allá de que el poder adquisitivo de la población puede ser ligeramente superior a la media.

otros apartados. Aunque la alimentación fue con diferencia el apartado más inflacionista en el último año, también se registraron subidas de precios muy considerables en otros capítulos, entre los que destacaron los muebles y artículos del hogar (+8,8%), las bebidas alcohólicas y el tabaco (+8,7%), los restaurantes y hoteles (+7,9%) yel vestido y calzado (+6,6%). 

 En cuanto a la tasa interanual del IPC general, el último informe que publicó el INE en febrero ofreció un seis por ciento a nivel nacional, un  6,9 por ciento a nivel regional y en el 7,3 por ciento en el ámbito provincial.