En España, uno de cada tres hogares posee un animal de compañía. Este dato se recoge en la memoria del anteproyecto de la Ley de Protección y Derechos de los Animales que se tramita a nivel estatal y que se basa en los registros de animales de compañía de las comunidades autónomas. Así, en la actualidad, hay más de trece millones de animales de compañía registrados e identificados. Pese a ello, aproximadamente el cincuenta por ciento se encuentran fuera del control oficial, al no estar identificados legalmente, con el riesgo que ello supone, no solo para su protección, sino también para la propia seguridad y salud pública. 

En Guadalajara capital, recientemente se ha aprobado una nueva Ordenanza reguladora de tenencia y protección de animales, por consenso y tras incluir enmiendas de los grupos de la oposición. 

El cambio normativo está justificado en mejorar la protección de los animales y de acabar con las malas prácticas de los dueños de algunas mascotas, principalmente perros, que no recogen o limpian sus eyecciones cuando pasean por las calles y plazas de la ciudad. 

Evitar el abandono animal - Foto: Javier Pozo«Conocemos que se está trabajando en un anteproyecto de ley estatal pero no hemos querido esperar más por el protocolo CES y porque hay gente que no es responsable de sus mascotas e influye en la falta de limpieza de la ciudad. El objetivo que tenemos es promover el respeto hacia los animales pero también que las personas que tienen animales domésticos respeten a los que no los tienen y favorecer la convivencia», argumenta la concejala de Transición Ecológica del Ayuntamiento, María Ángeles García, que alude a que ya hubo un retraso en la redacción de esta norma por la entrada en vigor de la Ley autonómica de protección y defensa de los animales domésticos en marzo de 2020.

La nueva ordenanza pone el foco en la protección y el cuidado de los animales abandonados y callejeros. En primer lugar, para evitar el abandono, se introduce la obligatoriedad de identificar a perros y gatos con un microchip, así como darlos de alta en el Registro Municipal de Animales de Compañía, que tiene un coste de cinco euros. 

«La inscripción es obligatoria. Hemos querido mantener un anexo con los perros potencialmente peligrosos, aunque sabemos que va a cambiar, pero lo hemos querido mantener por seguridad», explica la edil de Transición Ecológica.

Evitar el abandono animal - Foto: Javier PozoLa obligatoriedad de inscribir a las mascotas en el Registro Municipal de Animales de Compañía se ve con muy buenos ojos por parte de La Camada, gestora del centro municipal de acogida de animales: «Estamos notando que están entrando más abandonos. Es importante hacer concienciación ciudadana de que los animales tengan microchip. En perros, siempre ha sido obligatorio pero algunos no lo tienen, y en gatos creo que también es obligatorio pero no ha habido nunca costumbre. Creo que es interesante que los animales estén censados porque así más recursos se pueden destinar a mejorar las instalaciones que se hacen para los animales», anima la presidenta de La Camada, Práxedes Rodríguez, que no esconde su satisfacción por la redacción de la nueva ordenanza, «estamos contentos de que esto salga adelante y creo que va a ser beneficioso para la ciudad. Sobre todo, por los animales callejeros que son los que sufren el maltrato y el abandono».  

COLONIAS DE GATOS. En el caso de los animales callejeros, se quiere poner orden en el control de un centenar de colonias de gatos ferales que existen en la ciudad y que se calcula que pueden reunir un millar de ejemplares. Las protectoras de animales llevaban años reclamando al Ayuntamiento que interviniera para regular de manera oficial su alimentación y financiar el protocolo CES (Captura, Esterilización y Suelta).

«Vamos a intentar retirar las colonias de los centros sanitarios y colegios. Es un proceso largo. Tardaremos. Lo que sí vamos a hacer enseguida es dar los carnés de alimentadores que tendrán que hacer un curso de formación para que lo realicen en zonas debidas», explica la concejala que aclara que se repartirán comederos y refugios para acabar con los restos de comida que se ven en muchas aceras.

En estos momentos, la ordenanza está en periodo de exposición pública después de su reciente aprobación en el pleno municipal. Es el momento para que las cinco protectoras de animales de la ciudad presenten alegaciones para incluir algunas mejoras que consideran fundamentales a este texto. Lo van a hacer de manera conjunta para solicitar al Ayuntamiento de Guadalajara que se haga cargo de la alimentación, el cuidado sanitario y la esterilización del centenar de colonias de gatos ferales que existen en la ciudad que suman unos mil ejemplares.

«Los gatos de la calle son habitantes de Guadalajara y como tal los tenemos que cuidar. A veces, los alimentadores reúnen dinero y castran a los gatos de su colonia pero solicitamos al Ayuntamiento que nos dote de un presupuesto anual para poder hacer frente a esa cuantía que sale de nuestros recursos y de los voluntarios. Nosotros vamos a colaborar porque nos interesa como garante de los animales, pero creemos que es una responsabilidad del Ayuntamiento. Hay otras cosas como la asistencia veterinaria a los animales de la calle que lo estamos haciendo las protectoras con nuestros recursos. Y el banco de pienso es otra cosa que nos parece muy importante. La mayoría de las veces, es gente mayor que alimenta a los gatos con sus pensiones», señala la presidenta de la protectora La Camada, Práxedes Rodríguez, quien apunta que, por convenio, la protectora que representa está obligada por convenio a realizar 278 esterilizaciones de gatos al año, pero aclara que no siempre son callejeros, y que con fondos propios hacen más.

En esta misma línea, se manifiesta Rebeca Moreno, que forma parte de la Junta Directiva de la Asociación de Ayuda a Animales Abandonados Sol: «La realidad es que en Guadalajara hay más de cien colonias registradas. Por la ley de Castilla-La Mancha, esos gatos tienen que estar bien alimentados y es responsabilidad del Ayuntamiento que estén sanos. La principal preocupación de las protectoras es que no nos podemos repartir las colonias y no lo podemos asumir ni económicamente ni humanamente. Nosotros colaboramos con el Ayuntamiento a realizar CES pero no podemos asumir la responsabilidad de gestionar colonias. Somos personas voluntarias y los recursos son propios».

Rebeca explica que el Ayuntamiento de Guadalajara otorgó a su asociación una subvención de 3.000 euros para esterilización de gatos hasta diciembre de 2021. Hasta el momento, han realizado 27. «El coste es altísimo, 80 euros para la hembra y 45 euros para el macho. Además, invertimos en un antibiótico de larga duración que cuesta 200 euros un bote de 10 mililitros», relata. 

La concejala lamenta que se vayan a presentar alegaciones porque eso retrasará al menos un mes la entrada en vigor de la ordenanza y recuerda que «el voluntariado pone su tiempo y parte de los costes. Pensamos que tenemos que implicarnos todos». 

SANCIONES. La otra materia importante que sufre cambios respecto a la ordenanza que hay en vigor de 2014 es la que se refiere al capítulo de sanciones para garantizar la salubridad y la higiene pública en la ciudad.  

De esta manera, las sanciones tipificadas como muy graves acarrean una multa de 1.500 a 3.000 euros; las graves, con multa de 751 a 1.500 euros; y las leves, con multa de hasta 750 euros. 

Entre las más gravosas estarían aquellas relacionadas con  la no recogida de excrementos caninos en la vía pública, así como la no limpieza de los orines con una mezcla de agua con vinagre o productos desinfectantes; la alimentación de gatos por personas no autorizadas para ello, provocar ataques de animales hacia personas o colocar trampas sin autorización.

Además, se prohíben conductas que pudieran resultar molestas para los vecinos como que los animales pasen la noche en el exterior de la vivienda, no se pueden dejar solos en el domicilio durante más de dos días consecutivos, generen ruidos molestos entre las 00:00 horas y las 8:00 horas o paseen sueltos por la ciudad, salvo en las zonas propiamente habilitadas o en el horario establecido.

«Vamos a ser implacables en las sanciones», dice con rotundidad la concejala María Ángeles García.

En la calle, todos estos aspectos se analizan de manera dispar. Unos aplauden las medidas, sobre todo el incremento de las multas, pero piden más vigilancia policial porque están cansados de que se juzgue a todos los propietarios de perros de igual manera, mientras que otros consideran que el Ayuntamiento tiene interés recaudatorio con la obligatoriedad de instalar un microchip a los animales y darlos de alta en el censo. 

Está nueva ordenanza se aplicará dentro del término municipal de Guadalajara, así como en los barrios anexionados de Iriépal, Taracena, Usanos y Valdenoches. Y una vez aprobada, el Ayuntamiento iniciará una campaña de concienciación sobre las nuevas sanciones, en la que se regalarán botellas para que los usuarios de los perros las lleven consigo cuando pasean.