El próximo 1 de octubre comenzarán las obras de remodelación de las emblemáticas y centricas plazas de San Esteban y Prim, en el casco histórico de Guadalajara. El Gobierno municipal contempla una inversión en sendas plazas cercana al millón de euros, con el propósito de convertirlas en espacios más agradables para los peatones. 

Una remodelación en la que entrará en juego el color en el suelo, con tonos rojizos y magentas; incorporará más arbolado, la colocación de dos pérgolas y también elementos de juegos infantiles, ha señalado el alcalde, Alberto Rojo, durante la presentación del proyecto, acompañado del primer teniente de alcalde, Rafael Pérez Borda, y de la segunda teniente de alcalde y concejala de Urbanismo y Casco Histórico, Sara Simón.

La licitación ya está en marcha y el presupuesto rondará los 985.000 euros, de los que más de 440.000 proceden de los Fondos Next Generation.

Ya se ha hablado con los hosteleros de la zona, habiéndose pensado precisamente en el més de octubre para el arranque de los trabajos teniendo en cuenta que el verano supondría un mayor perjuicio, unas obras que podrían prolongarse hasta la próxima primavera. 

"Se trata de una de las obras de regeneración de espacios urbanos vinculada a la implantación de la zona de bajas emisiones, que traerán al casco más vegetación, más colorido, calles de coexistencia y elementos respetuosos con el medio ambiente", ha subrayado el regidor. 

De esta forma, también se contempla que las dos plazas queden conectadas al mismo nivel, introduciéndose un elemento de unión entre ellas que va a deslizarse entre la paleta de tonos rojizos y magentas de pavimento, con un camino de baldosas amarillas, según ha expuesto el alcalde, en alusión al cuento del Mago de Oz, porque "si somos una ciudad de cuento vamos a ir incorporando elementos de cuento a nuestro entorno", ha abundado aludiendo a estas simbólicas plazas. 

"Dos plazas históricas a las que queremos dar más colorido y que tengan más vegetación y, por supuesto, sombras", ha insistido tras señalar que el pavimento que se utilizará es una mezcla de resina y caucho que absorbe la contaminación ambiental,  y reconocer que era necesario acabar unos espacios con "demasiado grises y con muy poca vegetación".

"Será una auténtica pasada", abundaba el regidor tras insistir en la importante inversión destinada a esta obra cuantificada en casi un millón de euros.

Unas obras a las que se sumarán pronto las de la travesía y plaza de Santo Domingo, calle Cervantes o plaza de la Virgen de la Antigua. 

"Teníamos claro que había que intervenir en esta zona tan deteriorda, para darle un nuevo sentido al casco histórico de la ciudad. El objetivo es hacer una plaza más agradable y con más sombras y pérgolas y la plantación de arbolado y que sean un espacio simbólico de Guadalajara", ha señalado por su parte Sara Simón, convencida de que hay que dar más colorido al centro de la ciudad.

Simón ha querido hacer hincapié que pese a que la idea es que la zona de bajas emisiones se implemente a partir del 1 de enero de 2024, ello no supondrá grandes cambios para los vecinos del casco de la ciudad ni para quienes trabajen en él, que no tendrán ningún tipo de restricción para el paso de sus vehículos. 

Sin embargo, si ha incidido en que para quienes no vivan o trabajen en el centro si habrá una limitación, no podrán pasar con su vehículo si este tiene más de 20 años. 

Para la concejal del Casco Histórico, la zona de bajas emisiones erá "una nueva oportunidad", pidiendo tranquilidad a la ciudadanía "porque no supondrá ningún inconveniente para los vecinos".