Lleva más de un año, desde septiembre de 2021, al frente de la Comandancia de la Guardia Civil de Guadalajara, siendo la primera mujer que accede a esta jefatura, y la segunda al mando de una Comandancia provincial en España, y no es la primera vez que rompe barreras en su carrera profesional. Hace 35 años, la Benemérita abrió las puertas a la incorporación de la mujer a sus filas y, esta semana, la teniente coronel Cristina Moreno ha sido reconocida por el Gobierno de Castilla-La Mancha con motivo de la celebración del 8M, sin duda, por ser un ejemplo de superación profesional y personal. 

¿Qué supone para usted recibir este reconocimiento por el Día de la Mujer?
Que la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, reconozca la labor de la Guardia Civil y de sus mujeres, siempre es un motivo de orgullo. En este caso, lo ha hecho a través de mi persona, como representante de todos los Agentes del Cuerpo desplegados en la provincia de Guadalajara. Y personalmente, es una gran satisfacción y un buen acicate para seguir trabajando todos los días, con la misma ilusión.

¿Es la primera vez que recibe un galardón de estas características?
A nivel regional sí. Pero a nivel provincial, tuve la gran fortuna en 2016 de ser elegida Doña Jimena por el pueblo de Jadraque y, en especial por su Alcalde entonces, mi estimado amigo Alberto. Y en 2017, el año que me marché de la Comandancia de Guadalajara, la Fundación Siglo Futuro me otorgó el Premio a los Valores Humanos, del que me siento tremendamente orgullosa, por lo que significa.

Cristina Moreno: "Mi vocación nació el mismo día que nací yo" - Foto: Javier Pozo

La decisión de ser Guardia Civil seguro que es vocacional, ¿cuándo y cómo nace su vocación?
Mi vocación nació el mismo día que nací yo. No recuerdo que de niña quisiera ser otra cosa que no fuera «lo que era mi padre», también Guardia Civil. Cuando naces en el seno de una familia en la que eres nieta, hija y sobrina de guardia civiles, no es difícil que surja la vocación benemérita. Siempre he dicho, que tengo la sangre verde.

Hace algo más de tres décadas, la Benemérita se abrió a la incorporación de la mujer, ¿usted ha tenido que afrontar dificultades en su carrera por el hecho de ser mujer?
Mi carrera está plagada de momentos inolvidables, situaciones complicadas y un montón de dificultades. Por ser mujer trabajadora, por ser madre de dos hijos y por ser Guardia Civil, en un momento, en el que todavía hay mucho por hacer a todos los niveles, pero sobre todo en el ámbito social y en el de la educación. Desde el año 2013, Guardia Civil ha ido construyendo las estructuras necesarias para posicionarse a la cabeza de la igualdad de oportunidades. Unas estructuras que asientan sobre cuatro pilares: el impulso y la construcción de la igualdad; el apoyo y fortalecimiento de la igualdad, que nos sirve de guía a todos los miembros de la Institución; la formación y sensibilización del personal; y el fomento de vocaciones en femenino. Hace muchos años, me quedé embarazada de mi hijo pequeño justo cuando me convocaron al curso de ascenso a comandante. Me puse en contacto con responsables de nuestra Jefatura de Enseñanza y la respuesta que me dieron fue que «a quien se le ocurría, quedarse embarazada en ese momento». Hoy en día, esto es impensable.

¿Cree que el acceso de la mujer a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado está totalmente normalizado?
Sin duda y en todos los sentidos. Vivimos en una sociedad, que ya no se cuestiona si el hecho de ser mujer te hace mejor o peor guardia civil, militar o policía. Y que ya no entiende que, si una niña quiere ser guardia civil, es una marimacho, como me decían a mí de pequeña… y en este momento me río al recordarlo.

¿Qué cree que aún le falta a la sociedad de hoy en día para alcanzar la igualdad real efectiva entre hombres y mujeres?
Es evidente que todavía no ha llegado el momento, en el que las mujeres decidamos no asumir más responsabilidades en nuestros trabajos, por quedarnos en casa cuidando familiares. Porque los datos de mujeres en puestos de responsabilidad, no son todavía muy halagüeños. Creo que hay que insistir mucho en la educación entre niños y niñas, y no cejar en la concienciación entre chicas y chicos, hombres y mujeres, de que las cargas familiares o las del hogar, es una cuestión que nos atañe a todos.

¿Usted siente que sea un ejemplo para otras mujeres?
Lo que desearía es poder ser ejemplo para muchas niñas, chicas o mujeres que, ante la incertidumbre de qué hacer con sus vidas, vean en la mía una trayectoria que te puede hacer feliz, que te permite tener familia y en la que puedes llegar muy alto.

¿Qué le diría a una joven o a una niña que esté leyendo esta entrevista y que quiera ser guardia civil o dedicarse a otra profesión que está estigmatizada por haber sido históricamente masculina?
Cuando dije en mi casa por primera vez "en serio" que quería ser guardia civil (tendría unos 11 ó 12 años) en España la normativa todavía no permitía a las mujeres ser militares ni guardias civiles. En contra de quitarme la idea de la cabeza, seguí con mis estudios y, cuando estaba cursando primero de bachillerato mi padre me dio la gran noticia de que se había publicado un real decreto ley, que abría las puertas a las mujeres a estas dos Instituciones. A una niña o a una joven le diría, que luche por sus sueños. Qué cuando hay ganas y esfuerzo, se consiguen. Pero también les contaría cómo es ser Guardia Civil. Y es apasionante. Que la Guardia Civil te ofrece una vida llena de aventuras, si eres aventurera. O una vida más tranquila, si no lo eres. Que puedes elegir entre trabajar por tierra, por mar o por aire. Que, si te gusta la naturaleza, tenemos agentes cuya misión es proteger el medio ambiente. Que, si te gustan los animales, tenemos guías de perros, jinetes de caballos. Que, si te gustan las motos, puedes estar destinado en Tráfico o en SEPRONA. Barcos, aviones, helicópteros. Trabajar en el extranjero, investigar delitos, desactivar explosivos, participar en misiones de paz. O simplemente, formar parte de Seguridad Ciudadana, protegiendo a diario, a loshabitantes de nuestras localidades. Mi mundo es fascinante.