Desde hace días, la comarca de Pastrana era conocedora de la llegada al antiguo convento carmelita de la localidad –ubicado junto a la Hospedería Real y de titularidad religiosa– de un grupo de menores refugiados ucranianos con discapacidad procedentes de un orfanato. En concreto, se trata de 64 niños, 20 niñas, 14 tutores y la directora del centro (el Orfanato Mykilaiv Szhi Nº7 Consejo Regional de Donetsk) que habían conseguido ser evacuados de una de las zonas más conflictivas del país a iniciativa de la Fundación Coprodeli que lidera el padre Miguel Ranera, sacerdote pastranero que lleva 40 años trabajando por los más necesitados en Perú.
Precisamente, fue este martes cuando un avión fletado por el Ministerio de Defensa aterrizaba en la base aérea de Torrejón con este grupo de refugiados que, por el momento, permanecen en un hotel de la capital española a la espera de que las autoridades les encuentren un recurso adecuado y adaptado a sus necesidades en el que residir.
Y es que, por ahora, el convento carmelita de Pastrana no podrá acoger a estos menores y a sus acompañantes al no cumplir las condiciones necesarias para este fin. Así lo ha confirmado esta misma mañana la consejera de Bienestar Social, Bárbara García Torijano. «Si el Ministerio de Migraciones estima oportuno que este recurso de Pastrana no es óptimo para estos menores al igual que hemos podido comprobar nosotros que tenía bastante deficencias, es el Ministerio el que tiene que decidir y dirigir dónde deben ir», ha declado.
Asimismo, García Torijano ha confirmado que desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha «no teníamos conocimiento de manera formal» de la llegada de estos niños y niñas con necesidades especiales al antiguo convento carmelita «porque no vienen por el mecanismo formal del Ministerio de Migraciones que, es importante decirlo, es con el que nos cordinamos para las primeras acogidas». En este sentido, la titular de Bienestar Social ha advertido que «es importante tener presente que siempre que vengan refugiados, y más especialmente de un orfanato con menores especialmente vulnerables, hay que velar para que tengan todas las garantías de seguridad, de protección y de derechos que merecen» y que, por todos estos motivos, «en principio, a Pastrana no vienen».
De la misma manera, la consejera se ha referido a que una situación tan delicada como ésta, que implica a niños y niñas tutelados por el Gobierno de Ucrania, «debe ser gestionada entre países y las comunidades autónomas tenemos que estar disponibles para lo que el Gobierno de España nos indique, pero no debe realizarse a título individual por parte de entidades que con todo el afán de querer ayudar muchas veces pueden perjudicar e interceder en la ayuda real y efectiva que hay que dar a estos menores» y que, parece ser, es lo que ha podido suceder en este caso.
Por último, García Torijano ha explicado que desde la Consejería que representa se han enviado dos cartas al Ministerio informando de la situación «y poniéndonos a disposición de lo que podamos ayudar, pero siempre buscando la mejor solución y alternativa a estos niños y niñas».
Según ha podido conocer La Tribuna de Guadalajara, probablemente, estos menores sean acogidos finalmente en Castilla y León y, en concreto, en un recurso más adecuado ubicado en la provincia de Ávila. En cualquier caso, las conversaciones entre la Junta, el Ministerio y la Fundación Copradeli continúan abiertas para dar la mejor salida a esta situación.