El motivo de esta protesta es el "bloqueo" por parte de la patronal de las negociaciones del convenio colectivo del Transporte de Viajeros, caducado desde diciembre de 2019 y en el que están incluidos alrededor de 200 trabajadores y trabajadoras de la provincia, según han informado los sindicatos en nota de prensa.

Frente a la subida salarial del 1,25% que plantea la patronal para los años 2022, 2023 y 2024, ambos sindicatos exigen que esa subida sea de, al menos, el 2% más la revisión del IPC correspondiente a cada año, máxime cuando --según recuerdan los sindicatos-- "venimos de un convenio en el que los salarios estuvieron congelados durante dos años".

Además de la propuesta económica, la parte social reclama mejoras en las condiciones laborales relativas a la reducción de la jornada en ocho horas anuales y a la conciliación de la vida laboral y familiar. Entre estas últimas pide contar con un cuadrante mensual, poder acompañar al médico a hijos menores, un descanso semanal de dos días consecutivos, un descanso de dos domingos al mes, un cómputo de jornada diaria "propuestas tan sencillas como necesarias", afirman desde UGT y CCOO.

Los paros comenzarán el 22 de febrero y se prolongarán durante días alternos de manera indefinida.