Unidad en una concurrida manifestación por la igualdad

Beatriz Palancar Ruiz
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El número de personas que participaron en la marcha de ayer desde la plaza de Santo de Domingo hasta el Palacio del Infantado fue superior al de los dos últimos años pero no llegó a ser tan multitudinario como en el año 2019

Cabecera de la pancarta de la manifestación por el 8M en Guadalajara. - Foto: Javier Pozo

La unidad fue la nota más destacada en la manifestación por el Día de la Mujer que, como cada 8M, recorrió las calles de la ciudad de Guadalajara, en esta ocasión, y como el año pasado, desde la céntrica plaza de Santo Domingo hasta el Palacio del Infantado. Precisamente, la longitud del paseo del Doctor Fernández Iparraguirre dejaba ver una muchedumbre que parecía superior a la de los años de la pandemia pero, eso sí, bastante menor a la gran participación que firmó la concentración del año 2019. 

En esta manifestación convocada por la comisión 8M de Guadalajara, pudieron verse lemas reivindicativos por los derechos de la mujer. Abriendo la marcha feminista estaba la pancarta, "La precariedad tiene rostro de mujer", seguida de otros lemas que aludían a la necesidad de no retroceder en derechos adquiridos, a la violencia contra la mujer, o a la necesidad de contar con los mismos derechos laborales reales. No se escucharon manifestaciones políticas que llamaran a la división del feminismo como ha ocurrido en otras ciudades.

Antes de la salida de la manifestación, un grupo de artistas independientes, Muart Guadalajara, convocaron a la ciudadanía a la performance "Danzad malditas" que partió desde la ermita de San Roque para finalizar en el kiosco de la música de La Concordia con la intención de bailar por la libertad y el feminismo con la reproducción de una lista de Spotify que contenía temas como el conocido tema de Jerusalema, Ay Mamá de Rigoberta Bandini, Mi agüita amarilla de Los Toreros Muertos, o Puñales de Lia Kali, entre otras.