Javier del Castillo

Javier del Castillo


La deriva del obispo de Solsona

13/09/2021

Falta por confirmar si la renuncia del obispo de Solsona la ha provocado el demonio o la tentación de la carne, pero algo es evidente: la deriva del prelado Xavier Novell es paralela a la deriva nacionalista y coincide en el calendario con la celebración de la Diada. Nombrado obispo con tan solo 41 años – entonces, el más joven de España – el amor humano le ha desplazado del camino divino. Ha dejado los hábitos y una prometedora carrera episcopal para caer en brazos de una escritora de novelas eróticas, experta en satanismo, 14 primaveras más joven que él. 
En ese camino hacia Dios, quedan para el recuerdo sus proclamas independentistas, la petición a sus fieles para que votaran en el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y los encendido elogios y aplausos del dúo formado por Rull y Turull, a quienes fue a visitar en alguna ocasión a la cárcel. Novell es otro de los líderes de la independencia, caídos en una carrera hacia la nada. El obispo de Solsona ha compartido titulares de prensa con la monja dominica Lucía Caram. La misma que hoy pone a caldo al prelado en sus habituales colaboraciones televisivas, tildándole de juguete roto. 
El que fuera hasta hace unos días responsable de la diócesis de Solsona debería explicar cuanto antes los detalles de su renuncia, como también lo debería hacer la jerarquía católica catalana, en lugar de eludir el problema pidiendo que se rece por el compañero descarriado, «con la esperanza puesta en el Señor». Porque la trayectoria del renunciante a la mitra está salpicada, como la de quienes lo vitoreaban desde el nacionalismo más excluyente, de continuos altibajos, de no pocas contradicciones y de declaraciones sobre la homosexualidad, el aborto y el matrimonio homosexual que se alejan de la actual doctrina seguida por la Iglesia. 
El obispo de Solsona la está liando parda. Según algunas informaciones, busca trabajo como ingeniero agrónomo – la carrera que estudió antes de meterse a cura – en el campo ilerdense, pero tampoco sería descartable que acabara de tertuliano en TV3, mientras la mujer por la que ha perdido la cabeza y la mitra, Silvia Caballol, se frota las manos y celebra la promoción gratuita de su desconocida obra literaria. 
Que un obispo abandone su misión pastoral y se vaya a vivir con una escritora de novelas eróticas, experta en psicología satánica, le confiere al romance con un morbo especial. Y que encima lo haga bajándose del púlpito en el que sermoneaba a favor de la independencia de Cataluña, ahora que el procès comienza a aburrir a los mismos que le aplaudían sus homilías, siempre es un motivo para la esperanza. 
Pero lo más curioso de todo es que el predicamento de Xavier Novell se ha venido abajo y a nadie le interesa ahora recordar los aplausos que recibía hace unos años, cuando repartía bendiciones a todos aquellos que expresaban su deseo de romper con España.
El obispo de Solsona, a sus 52 años, había perdido ya la fe en este proceso independentista, mientras practicaba exorcismos y luchaba para no caer en la tentación de la carne. Sin embargo, en la jerarquía de la Iglesia Católica catalana quedan todavía bastantes ovejas descarriadas, como Xavier Novella, que no denuncian la deriva del nacionalismo ni la dictadura impuesta por los «fieles» independentistas que incitan al odio y promueven la división entre españoles. 
Los designios del Dios son inescrutables, como los designios de este obispo descarriado. Amén.