Modric se desvanece

Diego Izco (SPC)
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El croata pierde entidad como 'titularísimo', se cuestiona su renovación y ve cómo crecen 'olvidados' como Dani Ceballos

Modric se dispone a golpear un balón en el encuentro ante la Real Sociedad. - Foto: Manu Fernández (lapresse)

La escuela de «los genios son eternos» choca frontalmente con la de «nada dura para siempre». Luka Modric tiene 38 años y está cerca su último regate, su último control orientado, el último pase imposible con el exterior de la bota derecha… Dentro de poco nos quedará su recuerdo, como nos quedan los vinilos de Aretha, las viejas cintas de Brando o las grabaciones de los hitos de Spitz, Jordan o Comaneci. Pero ya nada es en vivo y en directo. Y dolerá.

Los números son crueles notarios de esta historia: el genio de Zadar apenas ha participado en 1.033 minutos en 18 partidos de esta Liga (solo ha completado los 90 en dos de ellos), lo que arroja una media de 57,3 por enfrentamiento. Es la más baja desde que aterrizó en el conjunto merengue a finales de agosto de 2012. 

Su promedio en las nueve campañas anteriores superaba con creces los 75 minutos por jornada (con picos estadísticos en los 82 minutos de la 15/16 y los 67 de la 19/20). Además, su regularidad ha sido asombrosa: en estas 10 temporadas, y exceptuando la 14/15 (en la que se perdió 30 compromisos por una lesión en el muslo), apenas ha estado 44 choques de baja. 

Bisagra 'mundial'

Su arranque de curso fue sencillamente espectacular. La presencia de un Campeonato del Mundo (el último en la carrera del croata) intimidó a varios internacionales de la plantilla, pero no a él, que sostuvo al equipo en la carrera por la competición doméstica. A su lado, exento de Qatar'22 tras su retirada de la selección, Toni Kroos fue el otro pilar del Real Madrid en los primeros meses del torneo. 

En la Copa del Mundo, Modric volvió a ser decisivo en una Croacia que alcanzó las semifinales y terminó tercera tras vencer 2-1 a Marruecos en la final de consolación. El '10' disputó siete partidos y un total de 656 minutos (94 de media), incluyendo dos prórrogas -ganadoras en penaltis- ante Japón y Brasil. El dato es trascendente, según parte del madridismo, para explicar lo que sucedió a continuación: algunas voces apuntan a que el centrocampista, que probablemente deje la selección tras la fase final de la Liga de las Naciones, llegó física y mentalmente agotado de Catar. 

Desde el regreso, todo han sido señales de ese 'desvanecimiento': fue suplente y jugó dos minutos en Valladolid, titular y sustituido en la derrota (2-1) de Villarreal, suplente de nuevo en las semifinales de la Supercopa (1-1) ante el Valencia… y titular 'señalado' en el 1-3 de la final ante el Barça. 

Ese fue el punto de inflexión: Ancelotti empezó a escribir el nuevo guion con Ceballos, Camavinga y Asensio, que han dado un rendimiento espectacular, casi inesperado, al equipo. Y el balcánico no ha jugado ni media hora (17+12) en los duelos ligueros ante Athletic y Real Sociedad. Solo los 120 minutos coperos ante el Atlético permitieron ver algo del Modric previo al Mundial. 

Son números 'normales', al menos comprensibles, en un futbolista próximo a los 20 años de carrera (debutó como profesional en el Dinamo de Zagreb en 2003). Sin embargo, en esta tesitura por vez primera hay dudas en el Santiago Bernabéu sobre la renovación del Balón de Oro de 2018. Una mareante oferta del Al-Nassr, el equipo saudí que pagará 200 millones por temporada a Cristiano Ronaldo, habría tentado al croata. 

Luka siempre ha manifestado que su anhelo era retirarse en el Bernabéu siendo titular y disfrutando del juego como siempre… pero la situación ha cambiado. El debate, aún más fuerte teniendo en cuenta la carta de Bellingham sobre la mesa de cara a la próxima temporada, es áspero en su cabeza; y también en la del Real Madrid, que desea despedir con honores al genio. La incertidumbre reinará durante cuatro largos meses.