Las licencias de caza se incrementan un 11% en la provincia

Belén Monge Raz
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La temporada arrancó con buenos pronósticos en un año de inquietud en Atica ante la futura Ley de Bienestar Animal pues «nos va a hacer muchísimo daño»

La caza representa un importante motor de ingresos para numerosos pueblos de la provincia - Foto: Pablo Lorente

La temporada de caza en la provincia de Guadalajara atraviesa un buen momento. Tanto desde la Delegación de Desarrollo Sostenible como desde Atica a nivel provincial (Asociación de Titulares de Cotos de Caza) coinciden en que se está dando muy bien, algo que atribuyen al incremento de animales y de cazadores, y a la buena gestión que se está haciendo. Un año en el que abundan los conejos pero también los corzos, ciervos y jabalíes, y en el que se están abatiendo, además, gamos y cabras montesas.

Pero si bien la sobrepoblación es positiva para el mundo cinegético, no lo es para el sector agrícola, que se queja sobre todo de la proliferación de conejos en la comarca de la campiña, y de corzos y jabalíes en la Sierra Norte.

Precisamente, para afrontar esta superpoblación está abierta la veda en la provincia prácticamente todo el año. El notable incremento de solicitudes por parte de los agricultores por los daños causados en las cosechas fundamentalmente por el jabalí y el corzo, se ha traducido en autorizaciones excepcionales para controlar esa población en la mayor parte de las peticiones realizadas, en especial en el caso del jabalí, que está causando bastantes destrozos en algunas fincas. Frente a las 468 solicitudes de 2021 se ha pasado a 504 en lo que va de 2022. Y según el delegado de Desarrollo Sostenible, José Luis Tenorio, «siguen llegando más y se conceden la mayoría».

La afición a la caza es cara pero el sector sobrevive, aunque no sin algunas piedras en el camino. Pero lo cierto es que las licencias se incrementan por efecto de la supresión de la tasa anunciada por el presidente regional, Emiliano García-Page, para los censados en la comunidad de Castilla-La Mancha. Una tasa que entró en vigor el pasado mes de febrero y que «nos ha venido de maravilla», afirma el nuevo presidente de Atica, Francisco Plaza.

Así, los cazadores de Guadalajara ya no pagan este año los 41,79 euros que cuesta la licencia, aunque si tuvieron que hacerlo los de fuera. Y frente a las 2700 licencias que se sacaron en el 2021, en lo que va de 2022 la cifra ha superado hasta octubre las 3000 (11%) mientras lLo que se mantiene en la misma proporción es el número de cotos (entre 650 y 700). 

Ni desde la Delegación de Desarrollo Sostenible ni desde Atica saben concretar el dinero que mueve el negocio del sector cinegético en la provincia, pero coinciden en que es vital para la supervivencia de muchos municipios porque supone un ingreso para los ayuntamientos, bares, gasolineras, casas rurales, armerías..., y también la creación de empleo, especialmente la caza mayor. «Muchos pequeños municipios tienen en la caza su principal ingreso. Con las monterías llenamos bares, casas rurales y centros sociales, no solo fines de semana sino todos los días. Contribuimos a evitar que desaparezcan muchos pueblos», declara Plaza.

Por su parte, Fernando Moreno, en su condición de alcalde de La Nava de Jadraque, de cazador y gestor de ocho cotos junto a otro socio, opina que «el sector va peor cada día. No hacen nada más que ponernos trabas y los cuatro animalistas que hay hacen mucho ruido». Sin embargo, confiesa que, hoy por hoy, la mitad de los ingresos que recibe su ayuntamiento provienen de la caza». 

En la provincia se han solicitado hasta octubre de este año más de 1100 monterías, ganchos o batidas frente a las 1094 de 2019, las 717 del año de inicio de pandemia, o a las 1345 de 2021, un dato reseñable desde la Delegación que dirige José Luis Tenorio. Unas monterías que tienen en el corzo «al rey de caza mayor, y cada año mejora su calidad», afirma por su parte el presidente de Atica, tras recordar al guadalajareño Sergio Muela, de Torrebeleña, por su récord del mundo al abatir el corzo más grande. 

Pero pese a todo, este año la actividad cinegética registra una temporada de «abundancia y calidad» que en Guadalajara se centra en caza mayor en la Sierra Norte y el Alto Tajo mientras que la menor se ubica más en la zona centro. 

Plaza no tiene ninguna duda de que gran parte del éxito de este año reside en la buena gestión de los cotos, «Donde se caza mucho y hay buena gestión, hay animales fuertes, abundancia y calidad», indica.

Ley Animal

Ahora, lo que inquieta al sector es la futura Ley de Bienestar Animal que quiere sacar el Gobierno antes de que finalice el año. «Estamos un poco confusos porque no se sabe aún lo que quieren aprobar ni si nos dejarán fuera o dentro, pero sabemos que nos hará muchísimo daño». «No hay por donde cogerla», apunta el presidente de Atica, enfadado y quejoso de que no se cuente con el sector y de que  «decida sobre ello gente que está en sus despachos y no conoce el medio rural».

El alcalde de La Nava de Jadraque se declara convencido de que la Ley Bienestar Animal se aprobará porque «algunos quieren cargarse las monterías, y para eso tienen que cargarse las rehalas». «La unión hace la fuerza pero nos falta unión», deplora consciente de que es una cuestión a resolver, lamentando como cazador que el gremio esté tan mal mirado. 

Y para mejorar la imagen y las condiciones del sector, la nueva Junta Directiva de la asociación de cotos de caza mayoritaria en la provincia ya se plantea afrontar el reto de lograr la incorporación de más jóvenes y para ello quieren entrar en los centros escolares y ofrecer charlas informativas sobre lo que aporta la caza. Así se lo harán llegar también al delegado de Desarrollo Sostenible en la reunión solicitada recientemente por la asociación.  

Al igual, quieren modificar los estatutos de Atica para hacer la asocociación más permeable y «ganar fuerza» en los distintos foros, y van a pedir la ampliación de las convocatorias de exámenes psicotécnicos para la obtención de la licencia.  «Ahora se realizan exámenes dos veces al año y nos gustaría que se convocasen al menos en cuatro ocasiones», apunta Plaza.  

De su lado, desde la Delegación, Tenorio también anuncia la intención de realizar un censo detallado de animales salvaje». Pese a que hay más caza y cazadores, tienen datos de que la población sigue creciendo, de ahí que se planteen, además la necesidad de que se mejore  la gestión de los cotos desde los planes de ordenación municipal.

Siniestros

Y a estos desafíos se une el de afrontar el aumento significativo de siniestros de tráfico provocados por animales de caza (corzos y jabalíes). Son 533 siniestros en lo que va de año en la provincia frente a los 298 de 2021. Un contratiempo al que se une la caza furtiva. Pero si bien desde la Delegación se han puesto agentes en los servicios de vigilancia nocturnos para combatirlo, desde Atica creen que el furtivismo «está muy bien controlado».