España se resiste a formar a pilotos ucranianos

Europa Press
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Josep Borrell anima a los países a sumarse a la iniciativa del secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, el cual manifestó su voluntad de que el entrenamiento para volar con aviones de combate F-16 empiece "en las próximas semanas"

España se resiste a la formación de pilotos ucranianos

España ha evitado hasta la fecha comprometerse en la formación de pilotos ucranianos bajo el argumento de que no dispone del avión de combate F-16, el que será enviado a Kiev para su defensa aérea ante el ataque de las tropas rusas. Sin embargo, otros países en los que su Fuerza Aérea tampoco cuenta con este modelo de caza sí que han dado el paso para instruir en su territorio a los futuros pilotos ucranianos.

"Apoyo absoluto y total dentro de nuestras disponibilidades a Ucrania. Y en el tema de los cazas, solidarios con otros países, pero en concreto España no tiene los F-16", explicó esta semana en Bruselas la ministra de Defensa, Margarita Robles, antes de una reunión con sus homólogos europeos. Según remarcó, el Ejército del Aire español opera los cazas F-18 y Eurofighter, y cada modelo tiene "su dinámica".

Sin embargo, otros países europeos que tampoco cuentan con F-16 sí que han ofrecido la posibilidad de formar a los pilotos ucranianos en el manejo de aviones de combate occidentales. Es el caso por ejemplo de Francia, cuyo presidente, Emmanuel Macron, abrió la puerta a esta posibilidad para ayudar al país "a resistir a la ofensiva rusa".

También el primer ministro británico, Rishi Sunak, se comprometió a la formación de pilotos ucranianos, aunque no al envío de cazas. La Royal Air Force opera F-35 y Eurofighter y tampoco cuenta con F-16 en sus filas; y en la misma situación está Bélgica, que también ha hecho la oferta a Kiev.

El presidente estadounidense, Joe Biden, fue quien abrió la puerta la pasada semana durante la cumbre del G7 que se celebró en Japón a que sus aliados formen a pilotos ucranianos para el uso de cazas F-16, aunque no hay ninguna decisión concreta tomada en lo que respecta a la entrega de estos aparatos.

Este jueves, en una reunión del grupo de países aliados de Ucrania, en la que también participó España, el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, manifestó su voluntad de que este entrenamiento empiece "en las próximas semanas", con vistas a reforzar la capacidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania de cara a la contraofensiva que prevé lanzar Kiev contra las tropas rusas de manera inminente.

También el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell, aplaudió esta iniciativa y animó a los países a sumarse a ella. "Siempre es lo mismo. Discutimos, y al principio todo el mundo se muestra reacio, y al final, con los Leopard, con los F-16, llegamos a la decisión de proporcionar este apoyo militar porque es absolutamente necesario para que los ucranianos sigan defendiéndose", resumió.

Otros países que se han mostrado dispuestos a la formación de pilotos son Dinamarca y Países Bajos; y además en este caso sí cuentan con F-16 en sus filas. También los tiene Portugal, que ha dicho que puede entrenar pilotos pero no enviar aviones a Ucrania porque tiene un número limitado de unidades y los necesita para su Ejército.

Satisfacción de Ucrania, avisos desde Rusia 

Ucrania considera la entrega de estos aviones como un elemento imprescindible para sus planes de contraofensiva, ya que su Fuerza Aérea sigue dependiendo de aviones de la era soviética. "No controlamos el cielo", ha repetido insistentemente el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en sus reuniones con líderes occidentales.

También aplaudió la iniciativa el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien cree que la formación de pilotos es un primer paso ante la posibilidad de suministrar aviones de combate y, además, es una muestra de apoyo a Ucrania "a largo plazo".

Sin embargo, este movimiento no ha sido bien visto por parte de Rusia, que ha avisado de que el posible envío de aviones de combate F-16 a Ucrania supondría "riesgos colosales" para Estados Unidos y sus aliados en el marco de una escalada del conflicto armado. "Vemos que los países occidentales siguen en la línea de la escalada. Implica riesgos colosales para ellos mismos", dijo el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Alexander Grushko.