Protesta de Amnistía Internacional por los Juegos Olímpicos

Redacción
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El evento deportivo de las disciplinas de invierno se celebrará en China

Protesta en la Plaza Mayor de Guadalajara. - Foto: Amnistía Internacional

Amnistía Internacional se concentró ayer por la tarde en la Plaza Mayor de Guadalajara para protestar ante la celebración de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno en China y leyó el siguiente manifiesto: 

En unos días comenzaran los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en Pekín y sus alrededores. Será la segunda vez en la historia que se organicen unas Olimpiadas en China. La primera vez fue en 2008, cuando China acogió los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Verano. Entonces, el gobierno prometió que las Olimpiadas irían acompañadas de mejoras en materia de derechos humanos en el país. Pero no fue así. De hecho, la situación de los derechos se deterioró y ha seguido empeorando de forma acusada en el último decenio, especialmente desde que Xi Jinping llegó a la presidencia en 2013. Los Juegos Olímpicos de Pekin prometen ser un espectáculo deportivo memorable, pero el espíritu olímpico representa apertura a otras culturas y formas de pensar, el diálogo internacional y el entendimiento mutuo, por lo que el mundo no puede ignorar la contradicción que se está produciendo dentro de China: abogacía y activistas están en la cárcel por su trabajo pacífico; a quienes denuncian agresiones sexuales se les castiga por hablar; se estima que se ejecuta cada año a miles de personas; los grupos étnicos musulmanes se enfrentan a internamientos masivos sistemáticos, tortura y persecución, defensores y defensoras de derechos humanos sufren un creciente acoso, …...y se silencia a quien se hace eco de ello. Existe un un sistema de vigilancia a gran escala y un intenso sistema de censura en Internet que bloquea miles de sitios web y servicios de redes sociales. Los mensajes que se consideran demasiado críticos con el gobierno son rápidamente eliminados por censores, y las voces disidentes sufren duros castigos. China ha suscrito la Declaración Universal de Derechos Humanos y ha incluido el derecho a la libertad de expresión en su Constitución (artículo 35). Pero esto y su promesa de que los medios de comunicación que desearan informar sobre los Juegos gozarían de libertad para hacerlo y acceso ilimitado a Internet, y también podrían informar sin problemas sobre los preparativos, no se adecua a la realidad de lo que estamos viviendo. ¿Dónde están las zonas que garantizó que se establecerían para poder llevar a cabo protestas durante el evento?. Por eso, en estas Olimpiadas de Invierno,Amnistía Internacional invita al mundo a homenajear a cinco personas que han sido encarceladas o sufrido otras formas de reclusión, o han desaparecido por ejercer su derecho humano a la libertad de expresión. Las cinco pertenecen a comunidades que han sufrido de manera especialmente dura el permanente ataque de China a la libertad de expresión y los derechos humanos conexos: el periodismo ciudadano, el mundo académico, abogados y abogadas de derechos humanos y otras personas defensoras de los derechos humanos, así como las minorías religiosas y étnicas. Por el simple hecho de expresarse pacíficamente y negarse a ceder ante la represión, han demostrado un valor de dimensiones olímpicas. Y puesto que, según el derecho y las normas internacionales de derechos humanos, ninguna persona debe ser encarcelada únicamente por ejercer la libertad de expresión o cualquier otro derecho humano, instamos a las autoridades chinas a poner en libertad sin demora a estas cinco personas, y solicitamos a la comunidad internacional que pida sistemáticamente su liberación: • Zhang Zhan, periodista ciudadana, condenada a cuatro años de cárcel por informar sobre la realidad de la COVID-19 en China. • Ilham Tohti, académico uigur, condenado a cadena perpetua por proponer enfoques constructivos para superar la desigualdad de trato de los grupos étnicos de China. • Li Qiaochu, defensora de los derechos humanos, detenida por informar sobre actos de tortura cometidos por las autoridades chinas. • Gao Zhisheng, abogado y ex preso de conciencia, desaparecido en 2017 poco después de publicar sus memorias de los años en que había estado detenido y había sido torturado por las autoridades chinas. • Rinchen Tsultrim, monje tibetano, condenado a cuatro años y medio de cárcel por expresar sus opiniones políticas en Internet. El hecho de que queden en libertad de forma inmediata es importante como primera medida pública para que el gobierno chino ponga de manifiesto adecuadamente su compromiso sincero con una mejor protección de los derechos humanos de toda la población del país, conforme establecen las normas internacionales de derechos humanos y la Carta Olímpica.