La hostelería en Guadalajara demanda camareros y cocineros

Belén Monge Ranz
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El secretario general de CEOE-Cepyme a nivel provincial, Javier Arriola, exige "acoplar" las políticas sociales y las ayudas a "un mayor control", y que no se puedan rechazar trabajos "de manera continua" para seguir cobrando el paro o la prestación

Terraza en la Plaza Mayor de Guadalajara - Foto: Javier Pozo

La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) aprobada por el Gobierno preocupa al sector empresarial de Guadalajara. Desde CEOE-Cepyme en la provincia, su secretario general, Javier Arriola, tiene claro que se trata de una decisión "unilateral" que "supone un mazazo para las pymes y autónomos de la provincia", y más cuando su aplicación se ha llevado a cabo sin ningún tipo de negociación previa.

Arriola ha hecho mención concretamente a las empresas del sector de limpieza que tienen contratos con entidades públicas. Señala que la subida salarial aplicada ha afectado a los trabajadores pero no ha repercutido en las condiciones económicas que se suscribieron hace varios años, calificando este hecho como una "deslealtad absoluta" por parte del Ministerio de Trabajo, ya que la carga económica recae en "los riñones" de los "escasos beneficios" de las pequeñas empresas y autónomos.

Desde CEOE, Arriola considera que la campaña de "desgaste" que hay contra los empresarios está generando "incertidumbre" y "lastrando la actividad empresarial", lo que se traduce en momentos "muy complicados" desde el punto de vista laboral.

Reconoce que Guadalajara está en un eje privilegiado, pero aunque no niega que están llegando nuevas empresas, recuerda que la base de la economía son las pymes y autónomos, que representan el 97% del total y que "ahora lo están pasando francamente mal y necesitan que más protección". "Tenemos que ayudar a crecer a nuestras pymes y autónomos y no poner palos en sus ruedas", abunda, recordando igualmente que en algunos sectores como el de la hostelería, si bien el paro se acerca a las 14.000 personas desempleadas, hay una demanda de unos 2000 puestos de trabajo que no se cubren.

"No conozco ninguna empresa de hostelería que no necesite camareros o cocineros", apunta Arriola, quien demanda "acoplar" las políticas sociales y las ayudas a "un mayor control", y que no se puedan rechazar trabajos "de manera continua" para seguir cobrando el paro o la prestación.

"Estamos creando un caldo de cultivo muy peligroso", afirma a este medio, convencido de que si bien las ayudas tienen que existir, debería haber un replanteamiento de las mismas, con el fin de que una persona no pueda rechazar "de manera sistemática" ofertas de trabajo que se adecúen a su perfil, ni tampoco que personas cuyo perfil no tiene ya cabida en el mercado laboral puedan negarse a formarse en otros itinerarios para cualificarlas en sectores de mayor demanda.

El secretario general de CEOE en Guadalajara pide que se haga una reflexión al respecto "porque no puede ser que unos pocos trabajen para muchos".