Con la llegada de las elecciones el Consejo Consultivo tendrá una agenda menos apretada porque al menos el Gobierno regional no le seguirá mandando leyes para que revise. «A veces tienen que correr», comenta el actual presidente Javier Irízar sobre la labor de los letrados.«dice el Gobierno que es urgente y en quince días hay que ver 4.000 folios para hacer un dictamen».

Ese trabajo no cae en saco roto. El vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, aseguró esta mañana que la Junta tiene «muy en cuenta» el criterio del Consultivo. «No recuerdo que haya habido una tramitación en cuestiones esenciales en la que se haya ido en contra del criterio del Consejo Consultivo», afirmó. Guijarro se dirigió al presidente de este órgano, los consejeros y letrados. «Cuando hacéis un planteamiento esencial, por parte del Gobierno se asume», insistió, «siempre ha venido bien hacer algunas reflexiones desde el punto de vista jurídico».

Guijarro participó junto con el presidente de las Cortes, Pablo Bellido, en la inauguración de la galería de retratos de los expresidentes del Consultivo, una iniciativa que se ha llevado a cabo para celebrar el 40 aniversario de Castilla-La Mancha. El vicepresidente recordó que el Consultivo se salvó de los recortes porque estaba 'protegido' por la Ley del Gobierno y Consejo Consultivo, que requiere mayoría cualificada. Aunque cree que es buena señal que no sea un órgano muy conocido por la población, cree que «tal vez podamos dar algún paso en dar a conocer el funcionamiento y la existencia de una institución, que es una garantía para el conjunto de los ciudadanos».

Sanroma confesó que cuando le llamaron para el retrato primero pensó que era una broma. - Foto: Javier PozoEl acto contó con la intervención de expresidentes como José Sanroma, el primero elegido para el cargo y el que más años  lo ocupó. «Convertirse en el presidente del Consejo Consultivo, aunque sea el órgano  superior de consultas de Gobierno, Cortes y ayuntamientos, no te convierte en el jurista más insigne, pero me dije que por lo menos los presidentes podremos ser los más sonrientes», señaló. Y ha dejado estela, pues resaltó que en todos los retratos los expresidentes salen sonriendo. 

El último expresidente, Joaquín Sánchez Garrido, recordó que fue elegido cuando tenía entre 73 y 74 años. Presumió de la diligencia del Consultivo:«Ha cumplido siempre con el criterio de la eficacia y con los plazos. Si no ha sido es por alguna cuestión extraordinaria». Dejó caer que no pueden decir lo mismo todas las administraciones.