A por la tercera vuelta

M.R.Y. (SPC)
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La oposición de derecha e izquierda trata de rearmarse para evitar un nuevo triunfo de Macron en las legislativas

A por la tercera vuelta

Sin apenas tiempo para recuperarse de la resaca electoral de las presidenciales, Francia ya está en plena precampaña de las legislativas, unos comicios que se celebrarán el 12 y el 19 de junio y que serán determinantes para decidir cómo gobernará el recién reelegido inquilino del Elíseo, Emmanuel Macron. Porque en un país que se ha mostrado más fragmentado que nunca, con los extremismos -tanto de izquierda como de derecha- cada vez más al alza y con el descontento -transformado en abstención- convertido en un contendiente más, los comicios que decidirán la composición de la Asamblea Nacional son más decisivos que nunca.

Todos los partidos, sin excepción, se han sumergido en el nuevo proceso electoral, conscientes de que no pueden perder ni un segundo para configurar su estrategia. Sin ir más lejos, el propio Macron reconoció en su discurso de la victoria el «enfado» de los ciudadanos contra sus políticos y prometió hacer lo posible por conseguir la reconciliación. Principalmente, porque necesita recuperar el respaldo de los ciudadanos, ya que buena parte de los sondeos apuntan a que no podrá repetir la mayoría absoluta que consiguió en 2017, lo que podría llevar al país a una cohabitación en el poder, en la que el presidente y el primer ministro no compartan las filas del mismo partido.

Conscientes de que esta puede ser su oportunidad, tanto la ultraderechista Marine Le Pen -derrotada en la segunda vuelta de las presidenciales, pero con un apoyo histórico del 41,4 por ciento que le hace afrontar «esperanzada» esta cita- como el ultraizquierdista Jean-Luc Mélenchon -tercero en la primera vuelta, con menos de medio millón de votos de diferencia con Le Pen-, han intensificado sus esfuerzos y trabajan en cerrar inéditas alianzas.

En el primero de los casos, una coalición de fuerzas de derecha se antoja difícil, pese a que la Agrupación Nacional de Le Pen ha tendido puentes para ello. Eso sí, Éric Zemmour - más radical en su discurso que Le Pen-, ya ha anunciado que no presentará candidatura en las circunscripciones por las que concurran los de Le Pen para evitar una división de los votos. Eso sí, los conservadores más moderados de Los Republicanos tratan de recomponerse tras el severo varapalo de la primera vuelta y, en caso de aliarse con otras fuerzas, todo apunta a que lo harían con Macron.

Compromiso

Entre la izquierda parece más factible una inédita coalición. Aprovechando la debacle del Partido Socialista, que no llegó al 2 por ciento de los apoyos en la primera vuelta, Mélenchon se ha erigido en el líder del sector progresista y ha emprendido ya negociaciones para que ambos bloques, a los que se sumarían los ecologistas, puedan concurrir juntos. Esto supondría agrupar hasta un 30 por ciento de los votos de la primera vuelta de las presidenciales. 

Consciente de que por la izquierda es por donde tiene que recuperar votos, Macron ya ha adelantado que su próximo primer ministro «estará muy comprometido con las cuestiones sociales y medioambientales», insistiendo en esta faceta para evitar, precisamente, que a partir de junio su jefe del Ejecutivo no sea, precisamente, una persona de su confianza, sino uno de los que fueron sus rivales en las últimas presidenciales. Tiempo tiene para evitarlo, pero a veces el tiempo pasa volando sin darse apenas cuenta.