El último obstáculo

Adrián R. Huber (EFE)
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España se enfrenta a Japón con la tranquilidad que le da saber que las tablas le valen para pasar

El último obstáculo - Foto: EP

Tetracampeona de Asia y actual subcampeona continental -perdió la final ante Catar-, Japón será, el próximo jueves, el último obstáculo entre la selección española y los octavos del Mundial. Con el empate es suficiente para acabar primeros de grupo. Incluso perdiendo se puede acceder a la siguiente fase siempre y cuando no sea de forma estrepitosa y Alemania gane a Costa Rica sin un margen espectacular.

Los siete tantos de la goleada inicial ante los 'ticos' sitúan a la Roja con un +7 en la diferencia de goles, mientras que la 'Mannschaft' tiene un balance de -1. Ese es el margen con el que podría operar, en un hipotético caso de derrota, el combinado nacional.

España debe, por tanto, para no depender de terceros, centrarse en superar al equipo que dirige Hajime Moriyasu. Una selección que protagonizó una de las primeras sorpresas del Mundial, al derrotar a los germanos (1-2) en un partido que se jugó en el Khalifa, el mismo escenario del encuentro de pasado mañana; y al que dos de los ocho jugadores que juegan en Alemania, Doan (Friburgo) y Asano (Bochum), le dieron la vuelta al gol inicial, de penalti, de Gündogan, una de las estrellas del Manchester City.

Japón, que se clasificó de forma directa para Qatar, se complicó, sin embargo, la vida al caer el pasado domingo ante la Costa Rica de Keylor Navas. Un gol de Fuller 'resucitó' a los centroamericanos y aguó la fiesta al veterano Nagatomo, que, en su cuarto Mundial, batió el récord de duelos (12) en ese torneo con su selección.

Los 'samuráis azules' participan en su séptima fase final, de forma ininterrumpida desde que debutasen en el de Francia'98. En el torneo, su 'techo' son los octavos, que alcanzaron tres veces: en el que organizaron, junto a Corea del Sur, en 2002; en Sudáfrica'2010 y en Rusia, hace cuatro años.

Take Kubo, canterano del Real Madrid y del Barça y en la actualidad delantero de la Real Sociedad, es posiblemente el jugador más conocido para la mayoría de la afición española. Parecía que iba a brillar en la cita catarí, pero en el primer choque fue sustituido tras el descanso y en el segundo no llegó a disputar un solo minuto.