Con la comunicación a todos los interesados de la fecha del debate y votación de la moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se celebrará los días 21 y 22 de marzo, tendrá lugar el primer acto de la precampaña para las elecciones municipales y autonómicas, a pocos días de su comienzo oficial, 54 días antes de que se abran las urnas, sin dejar de reconocer que el estado de efervescencia electoral lleva en ebullición desde hace meses, y que su inicio fuera el momento en el que el Gobierno llegó al convencimiento de que no podría alcanzar ningún pacto relevante con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo.
Como se trata de una moción de censura sui generis, en la que el candidato a sustituir a Pedro Sánchez, el veterano e inveterado Ramón Tamames, de 89 años, no es ni tan siquiera del partido que la presentó, el fondo del debate es una incógnita, por cuanto el propio aspirante a La Moncloa ha dicho en multitud de entrevistas que no comparte todas las posiciones políticas de Vox, que también le ha llamado a capítulo con guante de seda, lo que provoca que su discurso genere mucha expectación acerca de cuáles son los puntos de contacto del viejo economista con la ultraderecha en la descripción de la situación sociopolítica y económica del país que dibujará en su discurso. A efecto práctico, la moción de censura carece de virtualidad porque no tiene ninguna posibilidad de salir adelante y Vox vuele a utilizar, con toda legitimidad, un mecanismo constitucional en vano.
El líder de Vox, Santiago Abascal, presentará a su candidato, al que cederá todo el protagonismo del debate, lo que permitirá a Pedro Sánchez replicarle con la seriedad que la ocasión requiere, con la derivada de que también servirá de excusa para que una vez más se midan la fuerzas entre el Gobierno y el PP, que es el segundo destinatario de esta moción de censura, como también lo fue la primera. Si en aquella ocasión Pablo Casado plantó cara a Vox, ahora el PP tiene que hacer equilibrios para tratar de recuperar el máximo número de votos procedentes de la extrema derecha, pero sin romper los puentes que deberá transitar par los acuerdos de gobierno, donde sea necesario toda vez que el partido ha dado libertad a sus barones para pactar con Vox allá donde la suma de ambos permita desplazar a los partidos progresistas, regionalistas, nacionalistas e independentistas del poder. La decisión de Feijóo de abstenerse es arriesgada porque la intención del Gobierno y de otros grupos es establecer la dependencia y la cercanía a Vox del PP.
La fecha elegida para la celebración de la moción de censura es, sin duda, propicia para el presidente del Gobierno, por cuanto a continuación tendrá dos viajes internacionales por países europeos para la preparación de la presidencia española de la UE, con estación término en un Consejo Europeo y con la asistencia a la Cumbre Iberoamericana de Santo Domingo acompañando al rey Felipe VI. Aunque la política internacional tiene menos incidencia en la vida política de lo que les gustaría a los mandatarios nacionales, Sánchez se presentará en Bruselas con los requerimientos sobre las reformas de las pensiones cumplidos, que abre la puerta a recibir un nuevo desembolso de fondos europeos, y en Latinoamérica se encontrará con que el péndulo está en posiciones izquierdistas en los principales países.