La pandemia vino para cambiar nuestra vida en muchos aspectos, también el económico, ya que tuvimos que incorporar a nuestra cesta de la compra la adquisición de productos para protegernos del contagio y, más recientemente, para la detección de la enfermedad.
El uso de estos productos ha ido decayendo según ha ido avanzando la pandemia. Los guantes, primero, y el gel hidroalcohólico después, poco a poco, han ido quedándose en los cajones o las estanterías de casa. También la venta de test de autodiagnóstico, antígenos para boca o nariz, tuvieron un punto álgido de venta en las últimas Navidades y ya no tienen tanta demanda. Y ahora, le ha llegado el turno a las mascarillas cuyo uso ha dejado de ser obligatorio.
«Habíamos notado que había bajado mucho la compra de mascarillas desde que no era obligatorio usarla al aire libre. Se siguen comprando porque creo que la gente que usa mascarilla, y que no se la quitó cuando podía no usarla al aire libre, la siguen manteniendo», señala la presidenta del colegio de Farmacéuticos de Guadalajara, Concepción Sánchez Montero, quien reconoce también que «los geles no se usan prácticamente. Es lógico, la pandemia está llegando a su fin, este virus lo estamos controlando y hay que ir normalizando dentro de la prudencia».
Las farmacias están dejando de vender progresivamente productos de protección contra el Covid, como guantes o gel hidroalcohólico, y test de autodiagnóstico. - Foto: Javier PozoPrecisamente por esa precaución, desde el colegio de Farmacéuticos sí que consideran más importante que la ciudadanía no deje de usar un test de autodiagnóstico cuando tenga síntomas compatibles con el Covid: « Es algo bastante accesible, creo que sigue siendo importante que cuando tú te encuentras mal, acceder a ese test y ser prudente para, en la medida de lo posible, quedarte en casa y no contagiar a más gente, creo que es importante. Insistiría en que la gente lo siguiera utilizando», recomienda Concepción Sánchez.
Sobre la facturación de las farmacias por la adquisición de estos productos durante la pandemia, la presidenta del colegio de Farmacéuticos asegura que los dispensarios volverán a centrarse en los productos relacionados con enfermedades crónicas, que nunca han desaparecido, y otros relativos al bienestar o al cuidado del bebé como antes de la pandemia.
Para Concepción Sánchez es imposible saber cuánto han ingresado las farmacias de la provincia por productos relacionados con la pandemia en estos dos años, ya que la presidenta del colegio de Farmacéuticos considera que las ventas han sido desiguales en cada una de las zonas en función de la edad de la población y la llegada de vecinos: «En la provincia, creo que se ha podido vender más en los pueblos que en las capitales, porque la gente se ha diseminado, pero no te podría decir un dato de facturación. Sí que hubo un momento que, mascarillas y guantes, era la compra principal de los usuarios. Fue una época horrible y dura».
cese de actividad. Hace justo un año, a través de un reportaje de este periódico, conocíamos la frenética actividad de la empresa Ilunion, perteneciente al Grupo Social ONCE, que está situada en el polígono industrial La Quinta de Cabanillas del Campo y cuya producción media era de 800.000 mascarillas quirúrgicas al día.
Ahora, la situación ha cambiado drásticamente. Empezaban el año 2022, con sus tres máquinas pero «con el fin de la obligatoriedad de mascarillas en exteriores, ya bajamos a dos máquinas, y en los últimos dos meses, que ya veíamos venir esto, pasamos a trabajar con una línea de producción. Nos va a provocar que paremos la actividad por completo. A corto plazo, seguiremos produciendo hasta finales de esta semana, ya lo que no tenemos tan claro es si vamos a continuar más. La idea es desmontar la actividad, dejarla quizá con una de las líneas, y buscar la reconversión de la sala blanca para otras cuestiones de manipulaciones o de fabricación de otro tipo de EPIS (Equipos de Protección Individual) que puedan ser necesarias hoy en día», explica el responsable de Ventas y Desarrollo de Negocio de esta empresa, Felipe de la Fuente.
La actividad de Ilunion con la producción de mascarillas comenzó en el otoño de 2020, teniendo luego un pequeño parón de tres meses, y volviendo a retomar su rendimiento en la primavera de 2021 y ya, de manera ininterrumpida, hasta ahora. En este tiempo, la producción media diaria ha sido de, aproximadamente, unas 30.000 mascarillas por turno y máquina.
Según los datos facilitados desde la empresa, en este año, el mayor pico de producción se produjo en febrero, llegando a producir en todo el mes 1.473.320 mascarillas.
Gracias a ello, la empresa ha contado con una plantilla media de 10 a 15 trabajadores por turno. Uno empleados que serán reubicados. «Cuando iniciamos este negocio, sabíamos que tenía fecha de caducidad, queríamos aportar un bien a la sociedad que era muy necesario en aquellos momentos, y se encuentran dos sentimientos porque queremos generar muchos puestos de trabajo para nuestros trabajadores con discapacidad y, por otro, queremos que se acabe la pandemia. Muchos puestos de trabajo quiere decir que al país le va mal y el hecho de que se acabe es una buena noticia. Trabajamos en más actividades y lo que hacemos es mover al personal a otras actividades, no va a salir nadie», explica Felipe de la Fuente.
No obstante, por lo que pueda pasar, la fábrica mantiene la maquinaria. Tienen previsto desmontar dos líneas y dejar una disponible. «No la vamos a achatarrar, las vamos a dejar preparadas por si fuesen necesarias de nuevo», confirma Felipe de la Fuente. De momento, los pedidos que tienen, muchos de hospitales, los atenderán con el material almacenado en los últimos meses.