"La Ciencia forma parte esencial del futuro de un país"

Beatriz Palancar Ruiz
-

A finales de 2022, José Cernicharo obtuvo el Premio Nacional de Investigación Blas Cabrera de Ciencias físicas, convocado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España para reconocer sus aportaciones en el campo de la astrofísica

José Cernicharo en el Observatorio astronómico de Yebes. - Foto: Javier Pozo

Aunque a lo largo de su carrera José Cernicharo Quintanilla (Albacete, 1956) ya había recibido importantes galardones, el Premio Nacional de Investigación en Física supone el reconocimiento a toda una vida dedicada a buscar el origen de la vida. Lleva más de 30 años afincado en Guadalajara, a donde llegó por razones pragmáticas cuando su mujer consiguió una plaza como docente, y siendo una provincia a que está unida profesionalmente por estar aquí ubicado el Observatorio astronómico de Yebes en el que se siente como en casa porque gracias a él desarrolla su pasión por la Ciencia. Ese interés nació de niño, cuando este hijo del trabajador de una empresa y de una costurera, se preguntaba quién encendía las estrellas cuando miraba al cielo mientras tomaba el fresco con los vecinos, una costumbre ya perdida y casi olvidada, que despertó una vocación científica.

Es el décimo científico que ha recibido el Premio Nacional de Investigación Blas Cabrera, ¿qué supone para usted recibir este galardón?
Para mí, es una doble satisfacción, una personal y otra profesional porque no somos muchos astrónomos en el país que trabajamos en este campo. Es un reconocimiento para esta especialidad de la astrofísica que tiene una importancia enorme porque la evolución química está ligada al origen de la vida.  

¿Qué le parece que este premio, tras unos años sin convocar, se haya recuperado desde 2018?
Es fundamental que la Ciencia tenga un reconocimiento y que los científicos tengan un impacto a nivel de la sociedad. Vemos constantemente, premios de teatro, literarios. Son absolutamente necesarios. La Ciencia forma parte esencial del futuro de un país. Que los Premios Nacionales de Investigación se hayan convocado de nuevo es un aspecto fundamental dentro del mundo científico porque se reconoce a personas, áreas de trabajo, grupos y se da a conocer a la sociedad qué es lo que está haciendo el Estado.  

José Cernicharo en el Observatorio astronómico de Yebes.José Cernicharo en el Observatorio astronómico de Yebes. - Foto: Javier Pozo

Estos reconocimientos, ¿son un estímulo para los profesionales?
Es un gran estímulo. Verdaderamente, te hace sentir que merece la pena seguir haciendo el esfuerzo mientras el cuerpo lo permite. Creo que es importantísimo que los ciudadanos sepan que la Ciencia está en el día a día y que ha hecho que, en poquísimos meses, se pudiera tener una vacuna que ha permitido salir de la pandemia. Era peligrosísimo lo que hemos vivido y ha sido gracias a los avances científicos en todos los campos. La ciencia básica es la base de todo y yo, fundamentalmente, lo que hago es ciencia básica.

El jurado le reconoció 'por sus aportaciones multidisciplinares', ¿nos puede explicar motivos concretos que han motivado este galardón?
Hacer un resumen es muy difícil. Dentro del mundo de la astrofísica molecular, nosotros observamos moléculas que están en las nubes interestelares, que forman un papel fundamental en la evolución de la galaxia porque es donde se forman las estrellas. Es el ciclo de la materia. Las estrellas nacen, viven y mueren. Creo que una de las satisfacciones más grandes es haber encontrado en el espacio casi el 40% de las moléculas que se han detectado gracias a mi trabajo y al de mi grupo. Eso significa que nosotros tenemos detectadas en el espacio unas 270 moléculas. En la tierra, hay billones de moléculas distintas. Pero esas moléculas juegan un papel esencial. Realmente, mi mayor satisfacción es haber hecho esa aportación desde el mundo de la radioastronomía. Pero no solo es eso, he trabajado en distintas longitudes de onda, en distintos colores; he trabajado en radioastronomía, en el infrarrojo, lejano y próximo; en dos satélites, en la explotación científica del Infrared Space Observatory y fui científico de la misión del Herschel de la Agencia Espacial Europea y de NASA, en el que estuve involucrado 18 años. En mi equipo hay químicos, teóricos, químicos cuánticos, físicos, porque los problemas que atacamos son muy complejos y sin el apoyo del saber hacer de distintas ramas de la ciencia es bastante difícil alcanzar los objetivos que uno se propone. Intentamos responder a las preguntas clave de por qué estamos aquí, si estamos solos, cómo se originó todo. Lo hacemos estudiando otros sistemas en los que se están formando estrellas y planetas. Lo ideal sería encontrar exoplanetas, que estamos ya muy cerca, en los cuales hay atmósferas que permitirían la aparición de una química prebiótica. 

¿Conoceremos el origen de la vida?
La vida es un proceso verdaderamente complejo, pasar de moléculas simples y minerales simples como los que había en la superficie de la tierra, cuando surgió la vida unos 500 millones de años antes de su formación, en un proceso muy largo de procesos químicos, en los que la astrofísica jugó un papel importante porque la propia tierra se forma a partir de esos pequeños granos de polvo que se eyectan de las estrellas cuando mueren pero, además, por el bombardeo continuo de meteoritos, cometas, todo eso va aportando ingredientes a la cocina que había en la superficie de la tierra y que permitió la aparición de la vida. Y una vez que la vida apareció, aquello fue infrenable. Ha habido cambios importantísimos en la superficie de nuestro planeta a lo largo de esos cuatro mil millones de años que la vida lleva existiendo, y la vida se ha adaptado. Comprender cómo se forma es verdaderamente el objetivo de toda la Ciencia. Muchas ramas exploran cómo se formó o se originó la vida, pero, los ingredientes de base, los aportamos los astrofísicos. 

José Cernicharo en el Observatorio astronómico de Yebes.José Cernicharo en el Observatorio astronómico de Yebes. - Foto: Javier Pozo

¿Cómo nació su vocación y cuál ha sido su trayectoria hasta ser profesor de investigación en el Instituto de Física Fundamental del CSIC?
No me viene de familia pero es algo que surgió en mi infancia. Surgió la curiosidad. Tuve la suerte de poder ir a una universidad laboral en Córdoba. Te ibas interno a una universidad, yo saqué el Bachillerato, y si sacabas buena nota, te daban una beca para irte a la universidad que quisieras a hacer lo que quisieras. En aquella época, era algo impensable para mí haber podido estudiar sin esas becas. Y me fui con 14 años. Y hubo algo, cuando por las noches salíamos a tomar el fresco en Albacete, había muy poca luz. Miraba al cielo y veía las estrellas. Y yo preguntaba como un niño curioso por las estrellas. Y preguntaba que por qué brillan. Me decían, porque tienen fuego. Y me preguntaba quién les echa la leña al fuego para que se mantengan. Y eso fue lo que despertó en mí la curiosidad por los procesos físicos. Hice Físicas y obtuve una licenciatura en la Universidad Complutense. Había hecho física teórica, no astrofísica, pero apareció el director del Observatorio de Yebes de Guadalajara que me ofreció la posibilidad de hacer una Tesis Doctoral en el campo de la astroquímica observando con radiotelescopio. En aquel momento, eso era nuevo para mí. Y al final, dijo las palabras mágicas de 'esto lo harás en el Observatorio de París'. Fue oír la palabra París y dije, ya está, me voy. En el año 1979, desembarqué y estuve once años en Francia. A los cuatro años, saqué un puesto en la CRNS de encargado de investigación, adquirí la nacionalidad francesa porque era funcionario del Gobierno francés, hasta que un día, mi mujer me dijo que quería educar a sus hijos en España. Volvimos y los primeros años estuve en el Observatorio de Yebes como astrónomo y en el año 1996 me presenté a un puesto de profesor en el CSIC para desarrollar una nueva línea, la del Infrared Space Observatory. Con el tiempo conseguí un proyecto del Ministerio muy bien financiado de cinco millones para aglutinar los distintos grupos experimentales que eran necesarios para nuestra investigación que fue la base de otro proyecto de la Unión Europea, que se llamó Nanocosmos, para construir instrumentos en el laboratorio para estudiar cómo se construían los granos de polvo y construir receptores ultrasensibles que instalamos en el radiotelescopio de 40 metros de Yebes que nos ha permitido en dos años aumentar el número de moléculas enormemente. Si hasta el año 2020, había 200 moléculas conocidas, casi todas las hemos detectado gracias a esos detectores ultrasensibles y seguimos produciendo resultados verdaderamente punteros y de calidad. Mi carrera ha sido una pasión continua abarcando muchas áreas de investigación científicas y he tenido suerte de contar con muy buenos colaboradores que son los que te ayudan a conseguir los objetivos propuestos.  

¿Ha sido fácil tener la vista en el cielo con los pies en la tierra?
Es una tarea muy difícil porque la pasión te invade y hay veces que no llegas a ser todo lo buen padre que tenías que haber sido y en medio de unas vacaciones sacas el ordenador, lo que a tu pareja y tus hijos les sienta verdaderamente mal. Se lleva pero, cuando se tiene pasión por algo, se suele vivir de una manera muy egoísta para esa pasión.

¿Cree que en España se apuesta lo suficiente por la investigación científica y considera que la pandemia ha cambiado algo en este sentido?
Creo que hemos desaprovechado una gran oportunidad de que los ciudadanos viesen la ciencia como una parte fundamental de las inversiones del Estado. Nuestro sistema científico adolece de muchos problemas. En particular, la estabilización de personas que están haciendo trabajos fundamentales. Mucha gente consigue estabilizarse a los 40 años o más. Tenemos a personas que tienen acumulados diez o doce años de formación y que se les está pagando realmente poco. Y encima con unas perspectivas de carrera muy limitadas. Creo que el sistema debería mejorarse y una financiación acorde con las necesidades del sistema. La ciencia básica sigue siendo fundamental porque de ella van a depender los otros avances. Y hay veces que los científicos no tenemos muy claro cuáles van a ser las otras políticas que se van a seguir, si lo que va a ocurrir desde el punto de vista de la financiación será lo mismo en uno o dos años. Creo que la ciencia debería tener una estabilidad a muy largo plazo, diez o doce años, por lo que los políticos de este país deberían alcanzar un acuerdo para una ley de la ciencia con una apuesta. 

¿Existe una fuga de cerebros de científicos españoles?
La crisis económica para la Ciencia fue un desastre. Fueron muchísimos los jóvenes que tuvieron que volver a irse después de haber vuelto a España, teniendo puestos mejores en otros países, con el famoso contrato Ramón y Cajal. Ese esfuerzo por la Ciencia tiene que mantenerse y se tiene que evaluar. Los científicos deberíamos tener una carrera mucho mejor definida. 

¿No valoramos la Ciencia?
Creo que hay buenas intenciones por parte de los políticos pero se queda siempre en un sitio de segunda clase. La sociedad creo que sí que es más consciente del rol de la Ciencia. Creo que los ciudadanos, poco a poco, somos más conscientes de que la Ciencia está jugando un papel fundamental en la evolución económica de nuestro país y de toda la economía mundial.

¿Usted se siente valorado y reconocido como científico?
Claro que me he sentido reconocido y a la hora de la financiación, no me puedo quejar, pero de lo que sí me quejo es de la pasividad del sistema que ofrece vías de financiación excelentes, pero se acaba el proyecto y ahí se acaba todo. No hay una consecuencia, ni un seguimiento, ni una posibilidad de continuar.  

¿Cree que con la robótica y con el método STEAM se apuesta lo suficiente en la escuela para suscitar la vocación científica?
Todo lo que hagamos para despertar la curiosidad de los niños en las primeras fases de su educación es fundamental. Y si encima esa forma de despertar la atención sobre la Ciencia y la Ingeniería es atractiva, probablemente despertemos curiosidades y preparemos espíritus inquietos que se dediquen a la Ciencia en todos los campos. La Ciencia y la Cultura es el legado de un país. La escuela es un aspecto esencial de la sociedad.

¿Cómo valora la divulgación que realiza el Observatorio de Yebes?
Me parece genial y me gustaría que todos los alcarreños participasen. Hay mucha gente que ignora que tienen ahí un observatorio puntero desde el punto de vista científico y unas actividades que están muy bien desarrolladas y son muy atractivas. Por parte de los científicos, es fundamental esas actividades para aproximarnos a la gente y enseñar lo que hacemos, intentar comunicar la pasión. Creo que observatorios como el de Yebes y Centro de Investigación tienen que realizar esas actividades porque genera atracción.