El reto del quinto contenedor, en marcha

Inmaculada López Martínez
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Guadalajara será el primer municipio de la provincia en iniciar, el próximo diciembre, la recogida selectiva y el reciclaje de la materia orgánica. Para informar y concienciar a los ciudadanos, ya ha comenzado la primera fase de una amplia campaña

El reto del quinto contenedor, en marcha - Foto: Javier Pozo

Es uno de los grandes desafíos que afrontan las administraciones en cuestión de gestión y tratamiento de residuos sólidos urbanos. La recogida selectiva y el reciclaje de la materia orgánica (restos de comida y vegetales de pequeño tamaño, fundamentalmente) es una necesidad presente y urgente en las agendas de los ayuntamientos, las mancomunidades, los consorcios y en el resto de organismos públicos competentes en la materia.

España, como estado miembro de la Unión Europea, se enfrenta al reto de reciclar el 55 por ciento de los recursos municipales antes de 2025. La regulación europea, avalada por la Ley 22/2011 de ámbito nacional, también busca reducir al 10 por ciento los residuos que acaban en los vertederos y que contaminan el suelo, el aire y el agua. Para cumplir con este objetivo, la Ley 7/2019 de Economía Circular de Castilla-La Mancha establece, entre otras medidas, la necesidad de que antes del 31 de diciembre de 2021 todos los municipios de más de 50.000 habitantes introduzcan la recogida selectiva de biorresiduos; un plazo inicialmente fijado en 2020 al que se introdujo un año de moratoria. Además, antes del 31 de diciembre de 2023 deberán hacerlo el resto de localidades.

Respondiendo a este propósito, el Ayuntamiento de Guadalajara anunciaba hace unas semanas que la capital implantará esta nueva línea de reciclaje el próximo diciembre. Para ello se instalarán cerca de 450 contenedores de color marrón por toda la ciudad y por los barrios anexionados (423 de carga lateral y 23 de carga trasera para el centro) y se incorporarán cuatro nuevos camiones destinados a su recogida y transporte. En conjunto, esta actuación supone una inversión de 1,7 millones de euros, de los cuales 1,2 son sufragados por una subvención de la Junta sujeta a financiación europea. «El servicio empezará a prestarse manera global en toda Guadalajara. Cuando llegue diciembre, todos los barrios contarán con sus correspondientes contenedores», indica Jaime Sanz, concejal responsable del área. 

El reto del quinto contenedor, en marchaEl reto del quinto contenedor, en marcha - Foto: Javier PozoTal y como explica el edil, las características concretas de la materia orgánica (se descompone muy rápido y genera malos olores) precisan «una recogida diaria y una limpieza más frecuente y exhaustiva de los contenedores». Así las cosas, implicará un gasto anual de 650.000 euros para las arcas municipales que habrá de añadirse al contrato que el Consistorio mantiene con la actual concesionaria del servicio. No obstante, Sanz explica que la llegada del quinto contenedor era «una necesidad acuciante para cumplir la legalidad» y, por tanto, «una prioridad de mandato». Además, destaca los beneficios medioambientales que supone introducir esta fracción de reciclaje, especialmente, a la hora de ahorrar recursos ya que los biorresiduos generados en la ciudad se convertirán en compost en la planta de tratamiento de Torija, pudiendo ser aprovechado «para el abono de cultivos y de los parques y jardines municipales». «Se trata de reducir la cantidad de residuos que acaban en el vertedero y conseguir una economía circular», recuerda. 

La implantación del quinto contenedor en Guadalajara parte de un proyecto piloto que arrancó en 2018 en el barrio de Los Valles con la instalación de diez contenedores específicos, abarcando a 2.800 habitantes. Según esta experiencia, cada vecino recicló una media de 0,14 kilogramos de biorresiduos al día, es decir, unos 51 kilos al año. «Cuando se generalice y la gente se vaya acostumbrando, esta cantidad aumentará», augura Jaime Sanz. De hecho, se estima que la materia orgánica constituye entorno al 35 por ciento de los residuos domésticos que genera la población (30% restos de comida y 5% restos vegetales).

Para conseguir una respuesta favorable por parte de la ciudadanía, el Consistorio capitalino ya ha iniciado una gran campaña de información y sensibilización que se prolongará hasta el mismo diciembre y que abarca diferentes acciones. La primera fase, que dio comienzo el pasado 13 de octubre en el Instituto Brianda de Mendoza, comprende la instalación de 30 compostadoras en otros tantos centros educativos, además de talleres de formación y reparto de cómics divulgativos. «Tenemos un jardín vertical, un jardín de aromáticas y este año vamos a poner un huerto con la ayuda de los padres. El compost que generemos con el reciclaje de la materia orgánica procedente de la cafetería y de la merienda de los alumnos, lo utilizaremos como abono para estos tres espacios verdes», explica Inmaculada Carlero, directora del IESO Brianda de Mendoza. «Creemos que es fundamental involucrar al alumnado en el cuidado del medio ambiente y en la importancia de la economía circular» añade. 

La segunda fase de esta campaña incluirá el reparto de un kit informativo en comercios y establecimientos hosteleros por parte de un equipo de educadores ambientales. Además, se llevarán a cabo otras muchas iniciativas como un concurso de cuentos, el buzoneo de folletos, jornadas de formación con colectivos, puestos de sensibilización en el mercadillo, presencia en redes sociales y creación de una página web específica (elretodelaorganica.com). 

Ampliación

Tras el Ayuntamiento de Guadalajara, la Maconumidad Vega del Henares (MVH)es la siguiente administración a la que  urge implantar el reciclaje de los residuos orgánicos habida cuenta de que está integrada por nueve de los municipios más poblados de la provincia (Alovera, Azuqueca, Cabanillas, Chiloeches, Fontanar, Marchamalo, Quer, Villanueva de la Torre y Yunquera), afectando en su conjunto a más de 80.000 ciudadanos. Sobre esta cuestión, el presidente de la MVH, José Luis Blanco, indica que la previsión es instalar el quinto contenedor «lo antes posible» y «de una manera participativa con la ciudadanía». Además, la idea es poner en marcha el servicio a la vez en todos los municipios consorciados. La MVH ya cuenta con el correspondiente estudio de costes y necesidades, pero el principal hándicap para iniciar los trámites radica en el contrato que hay suscrito con la actual concesionaria del servicio «que data de 2016, se le añadieron distintas prórrogas y es necesario actualizar», explica.

Por su parte, el diputado del Consorcio Provincial de Residuos, Rubén García, confirma que la planta de tratamiento de Torija (donde llegan los residuos sólidos urbanos de toda la provincia tras pasar por sus correspondientes plantas de transferencia) «ya está preparada» para gestionar los biorresiduos. «Habrá una línea específica que se organizará por turnos», indica. Asimismo, García indica que este mes de noviembre comenzarán las obras destinadas a mejorar la automatización de esta instalación, lo que permitirá hacer más eficiente y eficaz la selección inicial de aquellos residuos que no llegan separados de origen, especialmente en la fracción resto. Para ello se invertirán casi seis millones de euros, tres procedentes de fondos europeos y tres sufragados por la Diputación. Por último, García confirma que antes de 2023 el Servicio Provincial de Recogida de Residuos (al que pertenecen 56 pueblos) también incorporará el apartado de la materia orgánica, ya que se contemplará en el nuevo contrato de la empresa concesionaria, que expira en 2022.