La batalla entre Igualdad y el PSOE

Agencias
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La Ley del 'sí es sí', la 'Trans' o la de Trata son tres normas que han hecho chocar, tal vez irreconciliablemente, a los socios del Gobierno

La batalla entre Igualdad y el PSOE

Hace mucho que la coalición del Gobierno se ha convertido en una suerte de funambulista que camina por la cuerda floja. El equilibrio para llegar a acuerdos es cada vez más complicado entre el PSOE y Unidas Podemos y desde el Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero, todo son envites que desestabilizan el juego de contrapesos. El último, más fuerte y más tormentoso ha llegado con la polémica reforma a la más polémica todavía Ley de Libertad Sexual y la decisión del PSOE de esta semana de presentar en solitario una modificación de la misma tras la sucesión de rebajas de condenas a agresores sexuales, que estarían rozando ya las 500. Esto ha abierto una nueva y profunda brecha en las relaciones de los socialistas con los morados que ahonda todavía más en las diferencias que ya marcaron la Ley Trans y la prostitución.

El PSOE se vio obligado a sacar de la Ley del solo sí es sí las medidas dirigidas a abolir la prostitución y el equipo de Montero también consiguió aprobar un proyecto de Ley Trans que dividía a los socialistas, pero en esta ocasión, el partido liderado por Pedro Sánchez ha decidido plantarse, al menos relativamente. Tras intercambiarse numerosos papeles y propuestas sin ser capaces de llegar a un acuerdo, el pasado martes se sentaron en la mesa del Consejo de Ministros Montero y la titular de Justicia, Pilar Llop, que se está lamiendo las heridas tras asumir de manera personal el diseño de la propuesta de reforma de una ley que fue polémica desde sus inicios.

El proyecto estrella de Igualdad tardó más de un año en ser remitido a las Cortes por las discrepancias en el seno de la coalición de Gobierno, principalmente entre Igualdad y Justicia, dirigido entonces por Juan Carlos Campo. Superada esa etapa, la polémica volvió a estallar en el Congreso: varios grupos aliados del Gabinete rechazaron dos artículos destinados a perseguir el proxenetismo y el PSOE, en el lado opuesto, presentó enmiendas para endurecerlos y caminar hacia la abolición de la prostitución. Con la ley a punto de naufragar e Igualdad instando al PSOE a reconsiderar su posición, los socialistas se vieron obligados a retirar sus enmiendas en el último minuto, dejando en evidencia las diferencias en la coalición y también dentro del movimiento feminista.

Diferencias marcadas y públicas ya ante la Ley Trans, otra de las batallas en las que ha salido victoriosa Montero. Su defensa de la autodeterminación de género se impuso en la Moncloa a las dudas jurídicas de la entonces vicepresidenta primera, Carmen Calvo, que acabó fuera del Ejecutivo. El intento de los socialistas de limitar la libertad de los menores de 16 años a la hora de cambiar de sexo en el registro a través una enmienda terminó también hizo aguas al no conseguir respaldo del resto de aliados parlamentarios, y la ley encara ya el final de su tramitación. 

Mucho más retraso acumula la prometida Ley de Trata, otra de las normas que ha enfrentado a los morados -que diseñaron una norma específica contra la trata con fines de explotación sexual- con Justicia, que apostó por una ley integral. Salió adelante en este caso la apuesta de Llop, pero el anteproyecto espera todavía los informes de los órganos consultivos.

La brecha ahora es mayor. El PSOE tiene claro que las horquillas de penas fijadas en la Ley del sí es sí son un «error» que hay que corregir ante la alarma social creada y el daño causado a las víctimas, pero Igualdad rechaza una reforma que, a su juicio, supone volver al «Código Penal de La Manada». Incapaces de llegar a una propuesta conjunta dicen con la boca pequeña que aún confían en el acuerdo, pero ya hay voces que apuntan a que esta batalla en el ring de la política acabará con el KO de la coalición.