El primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Guadalajara, Rafael Pérez Borda, quiso salir al paso de la denuncia realizada hace unos días por Aike respecto a las obras de rehabilitación que se están ejecutando en la pasarela del Barranco del Alamín. Hay que recordar que la formación municipalista recurrió judicialmente estos trabajos al demostrar que no cumplen con la normativa vigente en materia de accesibilidad, sobre todo, en lo que respecta a la necesidad de establecer varias zonas de descanso ya que la rampa de esta pasarela tiene una pendiente superior al 10 por ciento.
A preguntas de La Tribuna de Guadalajara, el primer teniente de alcalde quiso aclarar que, al tratarse de unos trabajos de reparación y no de una obra nueva, que afectan a una infraestructura construida hace varios años y con anterioridad a la entrada en vigor, el pasado noviembre, de la actual norma, no es obligatorio su cumplimento. «Esa normativa dice que si el coste de realizar una obra que respete esa norma cuesta más del doble que la reparación de la infraestructura actual, no es necesario adecuarse a ella y eso es precisamente lo que estamos haciendo», detalló. Además, el edil de Ciudadanos aseguró que tanto los técnicos de la Delegación Provincial de Bienestar Social como los del CAMF ya fueron informados sobre esta cuestión por parte de los técnicos municipales.
Por otro lado, Pérez Borda indicó que «Aike llega tarde» y que la propuesta que hizo relativa a la instalación de un ascensor en este punto, «es una de las acciones que están contempladas en la revisión que estamos haciendo del Plan de Movilidad Urbana Sostenible». Por todo ello, Pérez Borda criticó al partido municipalista, al que acusó de seguir «una política basada en retrasar todos los proyectos que se plantean en la ciudad». «Aike no hace más que poner piedras en el camino», declaró.
Respecto al nuevo firme de rejilla metálica de tramex que sustituirá al actual firme de madera de dicha pasarela –algo también fue criticado por Aike–, el concejal de Urbanismo señaló que «cumple la normativa» y que se ha primado instalar «un pavimento que sea antideslizante, práctico y que reduzca los problemas que hemos tenido estos años con la madera, que se deterioraba muy rápidamente». «Es cuestión de gustos y creo que cuando terminen las obras, la mayoría de los ciudadanos van a estar satisfecho de lo que se ha hecho», concluyó Pérez Borda.