El alcalde de Guadalajara, Alberto Rojo, ha confirmado que el movimiento de tierras que comenzó el pasado mes de enero en el entorno de puente árabe se corresponde con las obras de urbanización de la SUE-30, el sector de la capital que abarca la confluencia de los dos puentes que salvan el río Henares (el puente árabe y el más actual construido en 2008), la carretera de Fontanar CM-101 y la calle Francisco Aritio. Tras 16 años de bloqueo y un largo proceso administrativo cargado de retrasos y dificultades, por fin, se hace realidad una actuación sumamente necesaria para la ciudad ya que, aparte de abarcar la construcción de un nuevo barrio residencial de unas 230 viviendas (tanto de acceso libre como protegidas) equipado con todos los servicios, incluye la ejecución de la gran rotonda que regulará el tráfico en uno de los cruces de entrada a la capital alcarreña que registra mayor afluencia de tráfico.

El regidor capitalino se ha referido a esta cuestión durante la firma del acuerdo de colaboración para la nueva iluminación del puente árabe rubricado con la Junta de Comunidades y la Fundación Iberdrola. «Al fin, los trabajos de urbanización de todo el entorno del puente árabe son ya una realidad y son una realidad gracias al trabajo y empeño de este Gobierno municipal que desatascaba este proyecto a finales del año 2019 y, por tanto, estamos hablando de que, poco a poco, esta zona y el propio puente árabe sufrirán un cambio radical que convertirán en más amable esta entrada a Guadalajara», ha declarado. Según ha detallado Rojo, las obras de urbanización de este sector (que incluyen la construcción de la propia rotonda) cuentan con un plazo de ejecución de 18 meses. «Se trata de un proceso de transformación radical de este entorno que generará suelo verde, vivienda libre y protegida, suelo comercial y la puesta en valor de un puente árabe ya iluminado con toda una ribera del Henares pensada y diseñada para el disfrute de la ciudad y el respeto al medio ambiente», ha valorado el alcalde.