Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


Cuando Irene Montero acapara más titulares que el presidente

12/02/2023

Una personalidad tan característica del 'síndrome de Hubris' (la enfermedad del poder) como Irene Montero, ministra de Igualdad, tiene sin duda que haber visto recompensados muchos sinsabores y hasta groseros insultos al recibir de su jefa de prensa los recortes de los periódicos en los que aparece la fotografía de 'ella'. Hemos tenido, a cuenta de la 'ley del sí es sí', pero no solo por ello, Irene Montero hasta en la sopa. La mujer que más quebraderos de cabeza ha causado al presidente. Y también, por cierto, a la vicepresidenta de la que teóricamente Montero es jefa política, Yolanda Díaz, con la que las relaciones, derivadas de una cierta lucha por el poder, son pésimas.

Irene Montero quiere ser la cabeza de la candidatura de Podemos en las próximas elecciones generales. Se lo está trabajando a fondo. Pero no basta con querer ser Pasionaria: hay que tener cualidades para ello. Y alianzas más importantes que la de su inseparable colega en el Consejo de Ministros Ione Belarra. Porque con otros ministros, Montero no se habla. Y, pese a ello, el presidente no la cesa. ¿Por qué?

Algunos dirían que Sánchez, que ha salido en las páginas políticas de los periódicos esta semana menos que Montero, no quiere romper la coalición, aunque la coalición, de la mano de la insondable Yolanda Díaz, esté virtualmente rota. O que el presidente quiere hacer de 'poli bueno' en el Ejecutivo, la voz sensata, frente a las 'polis malas', el tándem Montero/Belarra, que escenifican la insensatez. El caso es que el presidente insiste en que la coalición no se rompe. Veremos.

Y digo veremos porque esto no podrá seguir mucho más tiempo así, cuando hasta en la ley de bienestar animal discrepan. Ha sido otra semana mala para el Gobierno, que gana en el Parlamento y pierde, me parece, en la calle. Y en las encuestas. Algo va a pasar, algo tiene que pasar, si Sánchez quiere llegar con bien a 'sus' elecciones.