Detenidas siete personas por robos de cobre en Guadalajara

Belén Monge Ranz
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Los detenidos habían perpetrado el robo de este material en una treintena de municipios de la provincia aunque también habían actuado en otros municipios de la región, en Castilla y León y en Madrid

Detenidas siete personas por robos de cobre en Guadalajara - Foto: Javier Pozo

La Guardia Civil de Guadalajara ha desarticulado dos bandas criminales y detenido a siete personas de nacionalidad rumana acusados de perpetrar un centenar de robos de cable de cobre que se traducen en más de 100.000 metros y un valor aproximado de un millón de euros, en unos setenta municipios de Castilla-La Mancha,  Castilla y León y Madrid, de ellos, una treintena de la provincia de Guadalajara. 

El resultado de esta operación, bautizada como Zintat, ha sido presentado por la subdelegada del Gobierno, Mercedes Gómez, junto a la teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil en Guadalajara, Cristina Moreno, habiendo pasado los detenidos -que cuenta en su mayoría con antecedentes penales- a disposición judicial, acusados de pertenencia a organización criminal, daños cualificados y hurtos.

La mayor parte del robo de cobre se ha producido en una treintena de pequeños municipios de Guadalajara, donde, debido a estos robos, muchos de estos municipios han permanecido días sin comunicación telefónica, con el perjuicio que ello ha supuesto especialmente para las personas con servicio de teleasistencia, para quienes la teniente coronel ha tenido un recuerdo muy especial.

Detenidas siete personas por robos de cobre en GuadalajaraDetenidas siete personas por robos de cobre en Guadalajara - Foto: Javier PozoComo consecuencia de la investigación, también está siendo investidado el dueño de la empresa receptora de este cable de cobre, empresa situada en la localidad madrileña de San Fernando de Henares. 

El 'modus operandi' tenía varias fases: los autores de estos hurtos accedían a pueblos pequeños y aislados con el fin de que no pudieran ser vistos, y en vez de arrancar el cable de cobre lo que hacían era serrar los postes de madera; a continuación, lo cortaban en tramos de diez metros y lo enrollaban, llevándolo a otro lugar aislado para quemarlo y eliminar la capa de plástico y la trazabilidad, y finalmente, ya pelado, colocaban el metal de una forma más rápida en el mercado ilegal, y los receptores les pagaban también más porque se lo  daban procesado. 

Según Moreno, un 'modus operandi' que no habían visto hasta ahora y que realizaban en varios días.

La operación está abierta desde hace meses y es posible que en próximas semanas se puedan esclarece más, reconociendo la importancia que en esta investigación había tenido la colocación de cámaras de vigilancia en muchos de los pequeños pueblos en los que se han acometido estas sustracciones.  

Y aunque, tal y como ha puesto de manifiesto la subdelegada del Gobierno, Mercedes Gómez, la operación no ha generado una gran alarma social, si era muy importante porque aunque no se trata de delitos que atentan contra la vida de ninguna persona, afectan a las comunicaciones, motivando que el servicio de teleasistencia de mayores y personas con necesidades se viera interrumpido.

Las primeras denuncias de Telefónica por estas sustracciones tenían lugar en diciembre de 2021, aunque sería en enero de este año cuando desde la Comandancia se dieran cuenta del alarmente incremente de este tipo de sustracciones y, después de un año de investigaciones, fruto de las más de 75 denuncias presentadas, han sido detenidas siete personas que habían sustraído cable de cobre en tres provincias de Castilla-La Mancha, en varias de Castilla y León y en Madrid.

Al parecer, se trataba de grupos criminales muy activos que actuaban entre dos y tres veces por semana y con una gran movilidad geográfica, aunque con residencia en la Comunidad de Madrid. 

En el traslado de la mercancía siempre utilizaban dos vehículos, uno de ellos, una furgoneta; y el objetivo era que si llegaban a pillarles, utilizar el otro vehículo para salir de la zona del delito.

De las dos bandas desarticuladas, una se desarticuló el pasado noviembre, deteniendo en ese caso a cuatro varones en la localidad segoviana de Cerezo de Abajo, y la segunda banda fue desarticulada en enero de este año, y en este caso se detuvo a dos varones en Coslada, y un tercero en Guadalajara. 

En San Fernando de Henares (Madrid) está siendo investigado el propietario de la empresa a la que se llevaba el material; aquí se localizó casi una tonelada de cobre quemado sobre el que el titular, de nacionalidad española, no justificó en ningún momento su procedencia y a quien se investiga por su presunto delito de recepción de este cobre 

Telefónica cuantifica los daños de los más de 100.000 metros de cable de cobre robado en aproximadamente un millón de euros. 

Para Moreno, el éxito de la investigación no es solo por la recuperación de los efectos robados sino el hecho de que se hayan desarticulado dos grupos criminales que han producido situaciones "bastante graves"  en municipios de la provincia como Budia, Aranzuece, Valdenoches, Taracena, Fontanar..., pueblos de escasa población y en los que hay gente que dependía de la teleasistencia, situación que influyó en que decidieran moverse "más deprisa", por el daño que suponía para estas personas no contar con el servicio al no funcionar el teléfono, quedando incomunidados días. 

En el caso de las otras provincias de Castilla-La Mancha, también se habían presentado cuatro denuncias por robos en Cuenca, Toleldo y Albacete; y en el caso de Castilla y León, había denuncias en Segovia, Valladolid, Palencia, Burgos y Ávila, y tres en Madrid.

Los detenidos tienen entre 30 y 40 años. Ninguno ha entrado de momento en prisión

Por último, la teniente coronel ha expresado su agradecimiento a los alcaldes de los pueblos afectados y a la Diputación Provincial porque les ha ayudad muchísmo las cámaras que se han puesto en los pueblos, algo en lo que ha coincidido la subdelegada del Gobierno.