Fueron innumerables los adjetivos y las palabras de elogio que cincelaron el sentido homenaje que la Fundación Siglo Futuro rindió el pasado jueves a Paco García Marquina cuando se cumple un mes y medio de su repentino fallecimiento. Humanista, referente de las letras, motor cultural, educador de ciudadanos, amigo de sus amigos,  hombre multiusos, inteligente, culto, talentoso, magnífico contador de historias, divertido, tierno, cariñoso, irónico, socarrón… Así le recordaron quienes más le admiraron, quienes más le conocieron, quienes más le disfrutaron y, sobre todo, quienes más le quisieron. Durante más de dos horas, el Teatro Moderno se llenó de todo lo que supuso Paco García Marquina: su prosa, su poesía, su ingenio, su insuperable legado. El acto arrancó con la proyección de un bonito vídeo que incluyó fotografías de la vida del biólogo y escritor y una grabación de sí mismo recitando varios de sus poemas, incluido el que mostraba su angustia personal por el sufrimiento colectivo que supuso la pandemia.  ¿Qué hacer de esta copiosa hacienda de dolor? / Nunca supuse que llegaría a tanto mi modesta desgracia / He de auparme a la talla de quien sale de sí / y abraza el mundo abriendo el pecho a los desconocidos. / Un yo más alto y bueno que dé aliento  al heroísmo de las mascarillas / sabiendo que es mi patria su milicia... 

ESPACIO PÚBLICO

El alcalde, Alberto Rojo, abrió el turno de las intervenciones destacando tanto la valía profesional como la calidad humana que atesoraba García Marquina y aprovechó la ocasión para anunciar que la ciudad le dedicará próximamente un espacio público. «Fue una personas que impregnó Guadalajara de versos, de humor, de ingenio, en definitiva, de su maravilloso carácter», recalcó. 

A continuación, llegó el turno de los amigos y compañeros de inquietudes culturales. Aparte de una introducción general por parte de Juan Garrido, presidente de la Fundación Siglo Futuro, el cronista provincial, Antonio Herrera Casado, trazó una semblanza sobre la creación en prosa que deja García Marquina y su última etapa como analista de la obra de Camilo José Cela. «Cela encontró en Paco el mejor bió

Varios momentos de la velada en memoria de Paco García Marquina celebrada en el Teatro Moderno. - Foto: Javier Pozografo posible», sentenció.  Como no podía ser de otra manera, los versos de Marquina protagonizaron gran parte de esta entrañable velada. Primero, sonaron elegantes y armoniosos por boca de los poetas locales Carmen Niño y José Antonio Suárez de Puga. Después, se disfrutaron con la elocuencia de Francisco Caro y Rafael, dos de los poetas contemporáneos más destacados con quienes Marquina 

se encontraba trabajando en una antología que, por desgracia, la muerte le arrebató.  Entre unos y otros, hubo música en forma de bolero y poesía cantada. Las guitarras y voces de Chema Abascal y Manuel Millán fueron más que suficientes para emocionar al público asistente. También fueron emocionantes a la par que curiosas y divertidas las anécdotas que sobre Paco el de las truchas relataron tres de sus 

grandes amigos: Jesús Campoamor. Luis Monje Arenas y Pedro Aguilar. El primero aludió a la camaradería que les unió con Cela y cómo se forjó el proyecto del Museo Viaje a la Alcarria que juntos hicieron realidad en el Castillo de Torija. Monje Arenas habló sobre cómo La Tribuna de Guadalajara fue clave para forjar la amistad tardía pero intensa que le unió con quien fue durante casi seis años articulista de opinión de este medio. Por su parte, Aguilar quiso referirse a Marquina como «un sabio imprescindible», citando las palabras que solía utilizar otro amigo común, el gran Manu Leguineche. La despedida de este cariñoso memorial corrió por cuenta de su viuda, Toya Velasco, quien optó por leer el reciente artículo que  le dedicó a Marquina en este semanario. «Juro que no te lloraré ni por un instante más porque viviré siempre contigo a mi lado», declaró. Por último, su hijo Álvaro retrató la parte más familiar y desconocida de este alcarreño por elección, como al propio Marquina le gustaba definirse. Descanse en paz. sabio imprescindible.