Existían antes del coronavirus, pero fue sobre todo a raíz del Estado de Alarma cuando pasaron a ser uno más de la familia. Se trata de los ERTE, es decir, los expedientes de regulación temporal de empleo. Se llevan aplicando desde entonces para hacer frente a los vaivenes laborales que ha desencadenado la pandemia, pero en los últimos tiempos también se han pedido por otros motivos. 

Es lo que ocurre con los denominados ERTE ETOP por las siglas de causas económicas, técnicas, organizativas o productivas. El director general de Autónomos de Castilla-La Mancha, Eduardo del Valle, informó justo antes de acabar el año que en la región hay empresas que lo han pedido para afrontar la parada o reducción en el ritmo de producción obligado por el corte de determinados suministros. 

Señaló que en los dos últimos meses se solicitaron 32 ERTE por estos motivos. Comentó que sobre todo los problemas de suministros se produjeron con algunos materiales concretos como la madera o los componentes electrónicos, una falta de abastecimiento que ha padecido Castilla-La Mancha y medio mundo en el último tramo de 2021.

Sin embargo, la sexta ola del coronavirus no ha traído tanto movimiento de ERTE como otros picos de contagios anteriores, que estuvieron aparejados a mayores limitaciones y restricciones. «No está habiendo mucha solicitud de nuevos ERTE por impedimento o limitación», comentó Del Valle. Señaló que a finales de diciembre llevaban solo tres, aunque no descarta en función de cómo ha ido avanzando la pandemia en los próximos días que lleguen algunas solicitudes más.

Además del coronavirus y de la falta de suministros, otro problema económico que se ha venido arrastrando en la última parte de 2021 ha sido la inflación. Con el IPC disparado, Del Valle reconoce que lo notarán los autónomos que cuentan con trabajadores en plantilla y tengan que subir los salarios por convenio basándose en ese índice. Estos incrementos salariales se sumarán a los incrementos de coste material que ya llevan asumiendo.