Javier del Castillo

Javier del Castillo


Los que siempre ganan por goleada

29/11/2022

Exhibición, hazaña, recital, paseo, goleada histórica, victoria contundente, éxito sin precedentes… El 7-0 de España a Costa Rica, en su primer partido del Mundial de Qatar, ha descolocado a muchos. La selección de Luis Enrique, con sus polémicas y caprichos incluidos, ha dejado sin argumentos -al menos hasta el próximo partido- a quienes ya habían decidido boicotear esta competición. 
Algunos desconfiaban de nuestras posibilidades y otros han descubierto de repente su indignación (por no decir su sorpresa) al constatar con algún retraso que el país anfitrión, al que se le había concedido la organización del Mundial hace ya 12 años, no es precisamente un Estado democrático, ni un ejemplo a seguir en cuanto a la protección de los derechos humanos y la igualdad entre hombres y mujeres. 
Un buen remedio para levantar la alicaída moral de los aficionados españoles, y para tapar también la boca a los disconformes, era golear. Ya tocaba reactivar y poner en valor a La roja. Con esta selección de Luis Enrique, escuché decir hace unos días (después del recital contra Costa Rica), todo es posible. El fútbol español está en condiciones de emular sus gestas más recientes: Mundial de 2010 y Eurocopa de 2008 y 2012. Así, comentan algunos, se aparcarán durante un mes los problemas más acuciantes que tenemos. El Mundial de Qatar, si España sigue cosechando buenos resultados, puede ser un elemento de distracción incuestionable, que hará olvidar las últimas trapacerías de este gobierno.
Porque la goleada a Costa Rica no deja de ser una anécdota, si la comparamos con las goleadas que recientemente le han infligido a Sánchez sus aliados de Bildu y de ERC, aprovechando la posición ventajosa a la hora de votar la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Sin olvidar tampoco al PNV, al que siempre le toca la lotería, gobierne quien gobierne en lo que ellos denominan el Estado español. 
Aquí no importan los colores del equipo, ni quién arbitre el encuentro. Ellos, nacionalistas e independentistas, ponen un elevado precio a su voto y a continuación se llevan el montante de esos presupuestos que han exigido para sus territorios. Y si no es el dinero, como ocurre con los proetarras de Bildu, se llevan cerca de casa a los presos etarras, a la vez que exigen el desalojo inmediato de la Guardia Civil de las calles y carreteras de Navarra. 
Una goleada histórica de la selección española de fútbol nunca será equiparable, como es lógico, a este otro tipo de goleadas políticas en campo contrario. Aquí los ganadores no aceptan que las reglas de juego sean iguales para todos. Aquí los de siempre aprovechan las debilidades del adversario -Sánchez, en este caso- e imponen el poder decisivo de sus votos. Tampoco les importa cambiar el reglamento en medio del partido o pasárselo, directamente, por salva sea la parte. 
Va siendo hora de impedir que un gobierno, sea del signo político que sea, adopte decisiones injustas y arbitrarias para salvar unos presupuestos, sin importarle las desigualdades territoriales. Tampoco es admisible que la Guardia Civil pueda ser expulsada de Navarra a petición de una organización política que durante muchos años ha justificado, incluso celebrado, que sus miembros fueran objetivo del terrorismo etarra.
Celebremos la goleada de los chicos de Luis Enrique, pero sin perder de vista las goleadas que nos meten catalanes y vascos en el reparto del dinero de todos los españoles.