Despoblados pero no olvidados

Redacción
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La Asociación Cultural Serranía celebrará un nuevo acto en memoria de los pueblos desaparecidos de la Sierra el 23 de febrero, en la Casa de la Cultura de Azuqueca de Henares, donde no faltarán testimonios, canciones, imágenes y poemas

Tres de los despoblados de la Sierra que aparecen en este libro: Robredarcas, El Atance y La Vereda. - Foto: Javier Pozo / Archivo

La Asociación Cultural Serranía continúa su periplo de actos por la provincia en recuerdo a los pueblos perdidos de la Sierra. La próxima cita será el miércoles 23 de febrero, a las 20,00 horas, en la Casa de la Cultural de Azuqueca de Henares. Bajo el título Voces del silencio, este evento, que conducirá el periodista y colaborador de este medio, Antonio Herraiz, aglutinará tanto la presentación del libro Serranía de Guadalajara: despoblados, expropiados, abandonados –publicado en junio de 2021– como la proyección del documental que lo acompaña, Los pueblos del silencio. Además, habrá un hueco para la poesía popular de la mano Pedro Vacas y Alfonso Domingo Kazo y tampoco faltarán las canciones dedicadas al terruño gracias al talento y buen hacer del cantautor y etnógrafo guadalajareño, José Antonio Alonso. «Será el acto más importante de todos los que hemos celebrado hasta el momento», anuncia José María Alonso Gordo, vicepresidente de la Asociación Serranía y coordinador de citado libro. «Hemos querido cambiar la manera de presentarlo, casi nos hemos montado una especie de espectáculo al que hemos querido dar el nombre de 'Voces del silencio' en alusión al disco de José Antonio Alonso Gordo, al nombre del documental y también como referencia a esa parte dramática y sentimental del silencio de toda esa gente que está enterrada en estos pueblos perdidos y que nos están diciendo que qué hemos hecho con ellos», explica.

Sin duda, la publicación de Serranía de Guadalajara: despoblados, expropiados, abandonados es y la producción del documental Los pueblos del silencio es una de las iniciativas más emotivas y exitosas promovidas por la Asociación Serranía. «Este proyecto surge del corazón. La cultura de la Sierra, sus tradiciones, su patrimonio y su despoblación siempre nos ha preocupado», comenta Alonso Gordo. En concreto, el detonante para hacerlo realidad este bonito proyecto fue el interés que despertó la exposición fotográfica sobre los pueblos serranos deshabitados que este colectivo organizó en Condemios de Arriba, en octubre de 2019, coincidiendo con la celebración del XIIDía de la Sierra. «Invitamos a participar a José Antonio Ranz Yubero, quien había escrito Despoblados de la provincia de Guadalajara. Entonces, nos dimos cuenta de que la exposición podía dar más juego y surgió la idea de hacer un libro reducido al ámbito de la Sierra, pero con dos variantes. Por un lado, abarcar sólo los despoblados de los últimos 50 ó 60 años, aquellos que  la gente todavía conoce, aquellos que todavía duelen. Y por otro lado, nos planteamos que no fuese  un catálogo de pueblos y características tipo ficha sino profundizar más en el tema: las vivencias, el abandono, qué había sido de la gente que vivía allí, es decir, lo que es la historia más íntima y personal de estos pueblos», detalla el vicepresidente de Serranía. 

El resultado de aquella idea inicial fue, dos años después y gracias al patrocinio de la Diputación Provincial, una completa obra con 20 autores y 20 pueblos (Las Cabezadas, Fraguas, La Iruela, Jócar, Matallana, Matas, Querencia, Robredarcas, Santotís, etc.) «Buscamos gente de la cultura de Guadalajara más o menos ligados a la Serranía que por su ascendencia, conocimiento o relación personal pudiese escribir sobre ello», afirma Alonso Gordo, quien también rubrica el capítulo dedicado a El Atance, donde su hermana ejerció como última maestra antes de que quedase sepultado bajo las aguas del pantano del mismo nombre.

Tres de los despoblados de la Sierra que aparecen en este libro: Robredarcas, El Atance y La Vereda.Tres de los despoblados de la Sierra que aparecen en este libro: Robredarcas, El Atance y La Vereda. - Foto: Javier Pozo / ArchivoAparte de editor de esta publicación, el cronista provincial, Antonio Herrera Casado, firma el capítulo sobre Bujalcayado. «El gran valor de este libro es el hecho de recoger la memoria de pueblos que ya no existen, que han desaparecido bajo las aguas de embalses, que han sido destruidos por máquinas, a veces incluso por la artillería para hacer prácticas. Y otros por el olvido. Este libro recupera su memoria», afirma. Así también lo destaca Agustín Esteban, autor del apartado dedicado a Alcorlo y artífice,  junto a José Miguel Sánchez,  de las impactantes imágenes que aparecen en el documental Los pueblos del silencio. «Es algo imprescindible, algo que tenía que haberse hecho antes. No conozco un documento en el que se hable tan profunda y detalladamente de todos estos pueblos perdidos. Hay que comprarlo para nuestros nietos porque parece mentira cómo vivía la gente en nuestra provincia hace 80 ó 90 años», opina.

Futuro

Los avatares de la Guerra Civil, la emigración a las ciudades, la construcción de embalses y las expropiaciones el Ministerio de Agricultura fueron las cuatro causas principales del despoblamiento de estos 20 pueblos serranos que jamás fueron olvidados por aquellos que un día tuvieron que hacer la maleta y cerrar su puerta para siempre. Hoy, son muchos los que dan por hecho que estamos cerca de vivir lo mismo  si nadie hace nada para evitarlo. «Hay muchos pueblos en la Sierra que tienen cuatro, cinco o seis habitantes. Pueblos que hacen guardia durante todo el año para no dejarlos abandonados y que sean fruto del saqueo. Es posible que los pueblos más o menos grandes puedan sobrevivir, pero pueblos pequeños con tan pocas personas y mayores, están en la UVI. Y eso es algo catastrófico», alerta José María Alonso Gordo.  «El progresivo desaliento, la falta de inversiones, la llamada de la ciudad hace que muchos, sobre todo los pocos jóvenes que quedan, se irán a las grandes ciudades. La nómina de pueblos deshabitados, que no abandonados, irá aumentando», añade Herrera Casado.

Por lo tanto, este acto será mucho más que un sincero homenaje a la memoria de todos esos pueblos perdidos. Será una nueva llamada de atención para que la historia no vuelva a repetirse.

Un acto para rendir recuerdo a Paco García Marquina

Tres de los despoblados de la Sierra que aparecen en este libro: Robredarcas, El Atance y La Vereda.Tres de los despoblados de la Sierra que aparecen en este libro: Robredarcas, El Atance y La Vereda. - Foto: Javier Pozo / ArchivoLa Asociación Cultural Serranía aprovechará este acto del próximo 23 de febrero para rendir su particular homenaje póstumo a Paco García Marquina. Además de ser una persona muy querida por este colectivo y especialmente sensibilizada con la Guadalajara rural, el poeta y escritor fallecido el pasado 7 de enero fue el encargado de escribir el epílogo de Serranía de Guadalajara: despoblados, expropiados, abandonados. De hecho, García Marquina protagonizó un viaje periodístico por la Sierra del Ocejón, entre otras comarcas deprimidas de la España Vaciada, allá por la década de los 60 del pasado siglo. De ello dejó testimonio escrito en varios reportajes y huella visual en  valiosas fotografías, algunas de las cuales aparecen publicadas en este libro. El cronista provincial, Antonio Herrera Casado, recuerda que García Marquina «supo ver a la Sierra, y a sus gentes, en su papel auténtico de último reducto de la vida tradicional hispana, y a ellos como héroes que aguantaron hasta el final. Habló con todos y sacó sus esencias, que luego plasmó en algunos de sus libros». Así también lo atestigua el propio escritor en el citado epílogo: «Y llegó el día en que la escasez les haría abandonar la tierra de las abejas para ir a la colmena urbana»,  

El recuerdo a Paco García Marquina también protagonizará el acto que la Fundación Siglo Futuro celebrará el próximo 24 de febrero en el Teatro Moderno.