La sequía, por el calor extremo y la falta de precipitaciones, está ocasionando que la reserva de agua embalsada disponible en la provincia de Guadalajara se sitúe en el 24% del volumen disponible, según los datos publicados por la Confederación Hidrográfica del Tajo de esta semana. 

«La situación es mala. Estamos por debajo de la media de los últimos años. Mucho más bajo que en 2021 y no parece que, de momento, vaya a revertirse», lamenta Roberto Granda, meteorólogo de la página web eltiempo.es, que advierte que están atravesando una situación delicada los embalses de Buendía, al 17%, Beleña, 29%, y La Tajera, con un 38% de volumen de agua almacenada.

«Si no llueve estos próximos meses, la situación puede volverse complicada en algunas zonas y habría que plantearse reducir los consumos», valora este geógrafo. 

Excepción

La presa de Beleña, que abastece a la capital y a los principales pueblos del Corredor del Henares a través del sistema de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe (MAS), mantiene una posición más ventajosa al contener algo más de la mitad de su capacidad total. En concreto, 33 hectómetros cúbicos, un 62% de lo que podría albergar, siendo un nivel similar al del año 2021 en estas mismas fechas. Esta reserva mantiene lejos la amenaza de prealerta que tiene establecida la MAS para el mes de agosto, situada en 26 hectómetros cúbicos, y da cierta tranquilidad respecto al nivel de 19 hectómetros cúbicos previsto para el mes de septiembre.

«Vamos a finalizar el año hidrológico con buenos datos, fundamentalmente, gracias a las lluvias de primavera que fueron bastante abundantes y al deshielo de la última y atípica nevada que tuvimos en primavera. Son datos para que estemos tranquilos en nuestra demarcación hídrica y dentro de la intranquilidad que se traslada en otras cuencas y de la propia cuenca del Tajo donde las previsiones no son muy optimistas. Pero debemos ser cautos y responsables», mantiene el presidente de la MAS, José Salinas, quien no esconde su preocupación por las previsiones meteorológicas en cuanto a precipitaciones se refiere, «esperemos que venga un otoño y un invierno lluviosos porque, si no, sí podemos entrar en complicaciones y empezar con la prealerta, alerta e incluso llegar a restricciones. Por ello, es importante que vayamos cuidando ese consumo de agua».