«El colectivo médico se encuentra cansado y preocupado»

Inmaculada López Martínez
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El nuevo presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara realiza un balance de sus diez primeros meses al frente de la institución y analizar la realidad sanitaria de la provincia y la situación epidemiológica

El presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara, Javier Balaguer. - Foto: Javier Pozo

Han pasado diez meses desde que el cardiólogo del Hospital Universitario, Javier Balaguer, se proclamase nuevo presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara. En un momento todavía muy complicado para los profesionales sanitarios, Balaguer reflexiona sobre la situación epidemiológica que atravesamos y sobre los proyectos de futuro del colectivo que representa.

¿Qué balance realiza de esta toma de contacto como nuevo presidente del Colegio de Médicos?

Ha sido complicado, mucho más de lo que esperaba. El Colegio precisa cambios y los estamos realizando de una forma más lenta de lo que a mí me hubiese gustado. Estamos consiguiendo, poquito a poco, ir abriendo la institución a los colegiados y, sobre todo, que empecemos a tener la percepción de que el Colegio es algo útil y que nos puede ayudar en el desempeño de nuestro día a día. 

El presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara, Javier Balaguer.El presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara, Javier Balaguer. - Foto: Javier Pozo¿Cuáles son las líneas estratégicas de mandato que se plantea la nueva Junta Directiva?

En rasgos generales, tenemos tres líneas de actuación importantes. La primera es conseguir que la mayoría de las gestiones que los colegiados tengan que hacer puedan realizarse online, es decir, estamos intentado mejorar la informatización del Colegio. En segundo lugar, queremos potenciar la formación. La idea que tenemos es aumentar la oferta de cursos a lo largo del año y, sobre todo, que sean accesibles en redes sociales para su consulta posterior. En tercer lugar, estamos intentado reactivar algo que tenía el Colegio pero que no se estaba utilizando y que es una fundación para fomentar y ayudar a todos los médicos de Guadalajara en los estudios de investigación clínica porque es un elemento del que carece la provincia y nos parece fundamental. 

¿Cómo se encuentra ahora mismo el colectivo médico?

Básicamente, el colectivo médico se encuentra cansado. La situación que tenemos después de tanto tiempo de pandemia es de cansancio. En esta sexta ola la sobrecarga ha sido mucho mayor en Atención Primaria, pero no debemos olvidar que la Atención Especializada lleva como dos años con una saturación asistencial importante. Aparte de cansados, estamos preocupados porque esta sobrecarga que nos está produciendo el Covid está haciendo que en otro tipo de patologías se estén retrasando los tiempos de intervención, los tiempos de atención y estamos viendo pacientes en situaciones graves. Hace tiempo que no veíamos a pacientes tan pasados de enfermedad como consecuencia de los retrasos producidos por el Covid. A veces es porque los médicos no podemos atenderles por las largas listas de espera y otras es porque los propios pacientes se retraen y no acuden a las visitas por miedo al contagio.

Como dice, esta sexta ola de la pandemia ha saturado de manera especial la Atención Primaria. ¿Cuál es la situación actual?

La situación actual sigue siendo mala, pero no tan dramática como la crisis vivida justo antes de la Navidad, cuando se juntaron dos componentes. Primero, la incidencia estaba creciendo y, segundo, los ciudadanos querían ver a sus familiares y querían alguna prueba que les asegurase o que disminuyese el riesgo. 

¿Preocupa la situación del Hospital?

La situación del Hospital también es de una sobrecarga importante y durante estos dos años de pandemia esa sobrecarga ha existido siempre. Es verdad que se ha ido agravando con las diferentes olas y que hay servicios que han tenido que soportar esa sobrecarga de forma intensa, pero tampoco es menos cierto que los servicios que tenían menos actividad Covid han tenido que colaborar con aquellos que estaban saturados para poder atender a todos los pacientes ingresados. La situación del Hospital se ha resentido y, sobre todo, en el tema de las listas de espera. Las listas de espera han sufrido unos retrasos importantes en la mayoría de las especialidades.

 ¿Por qué cree que el Sescam rehusó el reciente ofrecimiento que hizo el Colegio hizo para que 13 médicos jubilados colaboraran en la Atención Primaria de la provincia?

La verdad es que no lo sabemos. No hemos tenido la oportunidad de hablar con los responsables del Sescam para que nos explicasen el porqué. Quiero suponer que simplemente es porque consideraron que no les necesitaban en ese momento. La disposición de los médicos jubilados de Guadalajara, que ya se realizó desde la primera ola, me parece que es algo absolutamente loable. 

¿Está de acuerdo con el levantamiento del uso obligatorio de mascarilla en exteriores?

Me parece que estamos siendo demasiado rápidos a la hora de tomar esa decisión. No hubiese costado nada retrasarlo un par de semanas o tres cuando estemos en la parte más baja de la curva descendente de esta sexta ola. Estamos asumiendo el riesgo de tener un pequeño rebrote que era absolutamente innecesario.

¿Cree que esta sexta ola es «el principio del fin» de la pandemia?

Intento ser optimista, pero también es verdad que, desgraciadamente, este virus ha tenido la mala oportunidad de hacernos ver que muchas veces las predicciones son erróneas. Hay que ser cautos. Es cierto que algunas de las características hacen pensar que si la infección ha aumentado de manera tan importante en la población general en esta sexta ola, podría disminuir y que si las siguientes variantes son menos agresivas podríamos soportar de alguna manera la infección crónica por el virus de una forma mucho menos dolorosa de la que hemos tenido hasta ahora. 

¿Ha llegado el momento de tratar el Covid como una endemia?

Desgraciadamente, todavía no. No estamos en situación de asumir el Covid como otra infección viral como puede ser la gripe. De momento, es demasiado pronto. Vamos a necesitar, al menos, hasta ver cómo estamos en septiembre-octubre de este año. Por ahora, no le podemos quitar importancia al Covid porque tenemos que recordar que todavía se está llevando a más de 300 personas todos los días en nuestro país.

¿Por qué cree que hay personas, incluidos sanitarios, que todavía se resisten a vacunarse?

Básicamente, creo que es por desinformación. En cuanto a los sanitarios, creo que es una minoría. De hecho, no conozco ningún compañero médico ni enfermero que haya decidido no vacunarse. Creo que la gente que toma esa decisión es porque tiene falta de información. No hay ningún dato científico ahora mismo que pueda avalar la idea de no vacunarse. La relación riesgo-beneficio está absolutamente contrastada.

En términos generales, ¿cree que la pandemia ha sido bien gestionada?

En general, a nivel mundial, hemos ido por detrás del virus. Creo que se podían haber hecho cosas claramente distintas, que ha habido momentos en que las decisiones se han retrasado sin ningún motivo claro o justificación médica que lo pudiese avalar. La verdad es que el virus ha ido siempre por delante tanto de los políticos como muchas veces también de los profesionales sanitarios.

¿Se ha aprendido algo?

Sí, se ha aprendido. La única cuestión es si esto nos va a permitir que desde el punto de vista político se tomen decisiones que nos ayuden a estar mejor preparados si tenemos que volver a soportar otra nueva pandemia por este virus o por cualquier otro tipo de infección.

¿Cuáles han sido los momentos más complicados que ha vivido como sanitario en esta pandemia?

Sin duda, el momento más dramático fue la primera ola porque nos pilló sin medios, sin recursos, sin capacidad de reacción, con el Hospital absolutamente desbordado (el 90 por ciento de los pacientes ingresados era por Covid)... Lo sanitarios ni teníamos medios físicos para protegernos ni recursos terapéuticos. Era una enfermedad nueva que no sabíamos cómo tratar y fue algo realmente dramático. 

El proyecto más importante de la provincia a nivel sanitario es la ampliación del Hospital. ¿Qué es lo más necesario de esta actuación?

El principal valor añadido que va a aportar la ampliación del Hospital es, sin duda, aumentar el número de quirófanos disponibles en Guadalajara. Hasta ahora, ha sido realmente insuficiente y no estamos pudiendo atender las necesidades quirúrgicas de toda la provincia. Por otro lado, creo que puede mejorar la atención a los pacientes porque vamos a disponer de un mayor número de camas y, si no cambian los planes estratégicos, podrá haber pacientes incluso en habitaciones individuales. En tercer lugar, es muy significativa la ampliación de las Urgencias. Ello debería permitir una mejor atención de los pacientes ya que se trata de un área donde, en los últimos años, la calidad de atención percibida no ha sido la ideal, ha habido muchas quejas y críticas por parte de las personas que han tenido que acudir a este servicio.

¿Resolverá las demandas de la creciente población de Guadalajara?

A corto-medio plazo debe ser suficiente. El problema fundamental es que hay que revaluar este proyecto. El planteamiento inicial era que se iba a construir un edificio nuevo, pero también que se iba a mejorar el edificio antiguo. Esto último es muy importante y, sobre eso yo no tengo información de primera mano. No sé cuáles son ni los plazos ni los planteamientos de modificación del edificio antiguo. Y sería fundamental reacondicionar todo el área de consultas externas porque, ahora mismo, es insuficiente. Debemos intentar acondicionar el Hospital para tener el menor número de pacientes ingresados y poder externalizar la mayor parte de la actividad ya que es mucho más coste-efectivo en el manejo sanitario y es la tendencia que existe en los últimos años acerca de la atención hospitalaria.

¿Cómo valora el resto de recursos sanitarios de la provincia? 

Creo que es fundamental intentar aumentar el número de profesionales que tenemos en la provincia en Atención Primaria e intentar evitar perder profesionales del Hospital. Es difícil, pero tenemos que intentar que nuestros centros de salud sean atractivos para incorporar a facultativos que están trabajando en otros centros. Hay que recordar que, ahora mismo, en la Atención Primaria, el porcentaje de médicos en paro es prácticamente cero. Guadalajara es un provincia que tiene muchos valores añadidos y si fuésemos capaces de que nuestros centros de salud fuesen atractivos para los médicos y enfermeros podríamos, de alguna manera, conseguir un mayor número de sanitarios. 

¿Cómo están los médicos rurales?

La problemática de los médicos rurales no es el número de pacientes a tratar sino las distancias que deben recorrer. Si no tenemos médicos suficientes para atender la Atención Primaria en el área del Corredor, que es la zona más poblada, es más complicado conseguir médicos para ir a las zonas rurales. En todo caso, creo que habría que priorizar y cubrir primero la zona del Corredor, incluida la capital, que es donde más sobrecarga y presión están sufriendo los médicos. Habría que saber si el segundo centro de salud de Azuqueca de Henares se va a dotar de nuevos profesionales, es decir, si el número de profesionales va a ser mayor o si simplemente se va a realizar una redistribución de profesionales. Si va a ser sólo una redistribución de profesionales, aunque abramos dos centros, la situación va a cambiar poco.

Hace unos días, se conoció la existencia de unas pintadas de «asesinos» en el Centro de Salud de Molina. ¿Se sienten amenazados?

A pesar de la situación de sobrecarga que vivimos, las agresiones algo más que verbales a sanitarios han sido pocas hasta ahora. El problema es que se acaba culpabilizando a quien atiende a los pacientes. Es muy importante recordar a la población que la gestión de la sanidad pública no recae, desgraciadamente, en los profesionales sanitarios sino en los políticos y que las decisiones políticas, a veces, no están estrictamente aparejadas a las necesidades o a los puntos de vista que tenemos los profesionales. Nosotros no queremos tener listas de espera sino tratar a los pacientes lo mejor y antes posible, pero si no hay recursos las listas de espera siguen creciendo, la gente se pone nerviosa y eso hace que, en algunas ocasiones, se pierdan las formas.