La Alcarria en plenitud

Antonio Herraiz
-

Ha coordinado 'Paisajes Alcarreños', un ambicioso proyecto editorial que retrata en profundidad la comarca más universal de Guadalajara. 'La Alcarria Alta Occidental' es el primero de los cuatro volúmenes que integran esta obra

La Alcarria en plenitud - Foto: Javier Pozo

Amador Ayuso (Guadalajara, 1986) es nieto de Paco, de Valdesaz. A Paco le recuerdo charlando con mi abuelo Martín en el huerto que tenía junto a uno de los puentes del río Ungría nada más bajar la empinada cuesta de Fuentes de la Alcarria. En esa estampa, muchas veces repetida por la cercanía de los dos pueblos, se mezclaban la sencillez y la bondad, unidas a miles de toneladas de sabiduría adquiridas con el paso de los años en la gran universidad de la vida. Paco era un gran conversador, amante de su pueblo y conocedor de una comarca cuya tierra trabajó hasta casi el final de sus días. Murió con 95 años. 

Cuando quedo con Amador, inevitablemente me viene a la cabeza su abuelo paterno y comienzo a establecer similitudes. Tiene también una conversación fluida y profunda y predica una pasión por la comarca en la que vive, fruto de la herencia que han dejado los que le han precedido. Amador es ingeniero agrónomo y ha coordinado uno de los mejores trabajos divulgativos que se han publicado sobre la Alcarria. Lo han hecho con una nítida declaración de intenciones: «Para todos los alcarreños que a lo largo de la Historia trabajaron estos paisajes, les dieron vida y posaron sus ojos en ellos sin tener oportunidad de contarlo como ahora sí podemos hacerlo nosotros». 

Paisajes Alcarreños. La Alcarria Alta Occidental es el primer volumen de una serie de cuatro en el que el leitmotiv es la comarca más universal de la provincia de Guadalajara. El proyecto es ambicioso y muestra los paisajes de la Alcarria con imágenes de mucha calidad cribadas bajo una cuidada selección y con textos propios que aportan una visión profunda y documentada del territorio. «Es un trabajo muy exigente. Cualquiera que se acerque a este primer volumen podrá comprobar que hemos pateado cada uno de los rincones que quedan reflejados en el libro, aportando una visión tan plural como lo es el paisaje que abordamos. Si no profundizas, si no vas a la raíz, te quedas en lo evidente, en lo que ya está publicado, y eso es lo que hemos evitado desde el primer momento». 

Junto a Amador, en este proyecto participan una docena de jóvenes con formación y talento suficientes para ofrecer al lector una visión lo más amplia posible de la Alcarria. «La idea surgió en 2015 mientras tallábamos la piedra que daría forma a la fuente de la Ribera de Romancos», el pueblo de su madre donde reside actualmente. «En esa época estaba estudiando en la Universidad de Santiago de Compostela un Máster en Ingeniería de la madera estructural. Allí te encontrabas publicaciones de las zonas más conocidas como las Rías Baixas con fotografías espectaculares en un formato agradable y muy cuidado. Eso lo echaba en falta en esta zona de Guadalajara, un libro señero que englobara toda la comarca de forma reposada y profunda». A partir de ese momento, se han ido sumando biólogos, historiadores, arqueólogos, diseñadores y un grupo muy heterogéneo de enamorados de la provincia bajo el paraguas de Fagus, una asociación de técnicos ligados al medio natural que se dedica a la divulgación y a la investigación de la fauna y la flora. Además de una amplia selección de fotografías, cuenta con un buen número de originales ilustraciones dibujadas por el propio Amador. «No están pintadas al azar. Detrás hay una documentación y están hechas desde el máximo rigor histórico». 

El libro, editado por la Diputación Provincial de Guadalajara, se organiza por estructuras biogeográficas, principalmente los valles, que son los que articulan la comarca, cada uno con su elemento diferenciador. Así, en el valle del Badiel se detienen en unos paisajes marcados por la huella que dejó la Guerra Civil, en el Ungría en sus molinos y en el Matayeguas en sus cabañas de pastor. «La idea inicial era dividir la Alcarria en la parte baja y en la más alta, pero al final hemos decido subdividirlo en esas cuatro partes que quedarán plasmadas en cuatro libros, incluida la Alcarria conquense, como no podía ser de otra forma. Las divisiones administrativas no tienen nada que ver con el sentido biogeográfico que nosotros le hemos dado». 

Amador tiene algo dentro que le devuelve siempre a la Alcarria, que le atrae como el imán al hierro. Lo siente cada vez que viaja, una de sus grandes pasiones. «Nada más terminar la carrera me fui a trabajar a Sudáfrica a un proyecto de energías renovables. Allí estuve más de dos años y cuando estás tan lejos te das cuenta del apego que tienes por la tierra». Por el paisaje y el paisanaje. Por la Alcarria. Por Castilla.