El mayor estudio hecho hasta ahora sobre violencia de género revela que una de cada cuatro mujeres en el mundo ha sufrido algún tipo de agresión en el seno de la pareja en algún momento de su vida, según revela una nueva investigación publicada ayer en The Lancet con datos de la OMS sobre la Prevalencia de la Violencia contra la Mujer.

Estas nuevas estimaciones indican que, antes de la pandemia de la COVID-19, el 27 por ciento de las mujeres de entre 15 y 49 años que habían estado alguna vez en pareja habían sufrido violencia física y/o sexual en el ámbito doméstico, y que una de cada siete (13 por ciento) había sufrido una agresión reciente por parte de su compañero, en los últimos 12 meses.

También destaca que este comportamiento puede tener importantes repercusiones a corto y largo plazo en la salud física y mental de la víctima, lo que conlleva importantes costes sociales y económicos para los gobiernos, las comunidades y las personas.

En esta línea, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas pidió que se ponga fin a la violencia contra las mujeres en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, este análisis revela que los gobiernos no dan prioridad en cumplir los objetivos de erradicación de la violencia contra las mujeres. «Aunque se han hecho progresos en los últimos 20 años, siguen siendo muy insuficientes para alcanzar la meta de eliminar la violencia contra las mujeres para 2030», afirma la autora principal del estudio, Claudia García-Moreno, de la OMS.

Y añade que, «aunque este documento se realizó antes de la pandemia, las cifras son alarmantes y las investigaciones han demostrado que la crisis sanitaria exacerbó los problemas que conducen a la violencia de pareja, como el aislamiento, la depresión y la ansiedad, y el consumo de alcohol, además de reducir el acceso a los servicios de apoyo».

Por ello, subraya que «evitar que la violencia de pareja se produzca en primer lugar es vital y urgente. Los gobiernos, las sociedades y las comunidades deben prestar atención, invertir más y actuar con urgencia para reducir la agresión, incluso abordándola en los esfuerzos de reconstrucción posteriores al coronavirus».

El informe también llama la atención sobre los altos niveles de violencia de pareja que sufren las adolescentes y las mujeres jóvenes. En la cohorte de más jóvenes (15-19 años), se estima que el 24 por ciento, o casi una de cada cuatro, ha sufrido violencia de pareja en su vida. La prevalencia de estos ataques fue más alta entre las adolescentes y mujeres jóvenes de 15 a 19 años y de 20 a 24 años que alguna vez fueron pareja, ya que el 16 por ciento o una de cada seis experimentó violencia de pareja en 2018, en el último año.

«El alto número de mujeres jóvenes que experimentan esta situación es alarmante, ya que la adolescencia son etapas importantes de la vida en las que se construyen los cimientos de las relaciones saludables», destacó Lynnmarie Sardinha, de la OMS.

África y Oceanía

El documento sobre violencia de género mundial también revela importantes variaciones regionales. Así Oceanía (49 por ciento) y África subsahariana central (44 por ciento) son las áreas donde se produce un mayor número de agresiones, mientras que Asia Central (18 por ciento) y Europa Central (16 por ciento) son las zonas con las estimaciones más bajas de prevalencia.

En general, los países de ingresos altos tenían tasas de prevalencia estimadas más bajas tanto de la violencia de pareja a lo largo de la vida como en el último año entre las mujeres de 15 a 49 años, y las diferencias regionales eran especialmente pronunciadas entre las áreas desarrolladas y que aquellas que no lo estaban.