El mes de vacaciones por excelencia para los españoles ya está aquí y con él llegan los chapuzones en la costa, los días de sol y mucho, mucho calor. Después de un julio de récord por las extremas temperaturas en prácticamente todo el país, los termómetros se disparan de nuevo en estas fechas, anticipo de un agosto que se prevé muy cálido y seco, pero también prolijo en tormentas.
Así, los valores máximos se situarán estos días por encima de lo normal en toda España, especialmente en el noroeste y centro peninsulares, en lo que parece ser otra ola de calor, la tercera en lo que va de año.
Según el pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), una treintena de provincias dan la bienvenida al mes en riesgo y el aviso naranja llega hoy a Córdoba, Jaén, Sevilla, Badajoz, Cáceres, Salamanca, Ávila, Toledo y Orense por temperaturas cercanas a los 40 grados que, en el caso de Extremadura, alcanzarán los 42.
El calor afectará, en menor medida, a Cádiz, Granada, Huelva, León, Segovia, Soria, Valladolid, Zamora, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, La Coruña, Lugo, Pontevedra, Huesca, Teruel, Zaragoza, Mallorca, Gran Canaria, Fuerteventura, Gerona, Lérida, Tarragona, Madrid, Navarra y La Rioja, que estarán en aviso amarillo por valores en torno a los 35-39 grados.
Pero estos días serán solo un anticipo y parece ser que lo peor está aún por llegar. El pico se alcanzará previsiblemente el próximo sábado, el que será el día más caluroso del año, según los meteorólogos, que sitúan a los termómetros en los 44 grados de forma puntual.
El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, avisa que en esta primera quincena, y tal vez la segunda, es muy probable que en el norte y el centro del país se sobrepasen de tres a seis grados los valores normales y que siga aumentando la temperatura del agua en el Mediterráneo, donde ya es cinco grados superior a lo habitual. Las noches tampoco darán tregua y no se bajará de los 20 grados, y puntualmente de los 25, de manera local en puntos de la costa mediterránea, zona centro y mitad sur durante los tres primeros días de la semana.
España se despide así del que ha sido «muy probablemente uno de los dos meses de julio más cálidos en el país desde 1961», puntualiza el portavoz de la Aemet, y se disputará el podio con julio de 2015, que tuvo una temperatura media para el conjunto nacional de 25,4 grados, es decir, 2,5 más de lo normal.
El nuevo asfixiante episodio de calor vendrá también acompañado de alguna que otra tormenta. De hecho, Valencia, Cuenca y Teruel estarán en riesgo por lluvias -probablemente acompañadas de granizo- que tendrán lugar a las horas centrales del día de hoy y se podrán acumular hasta 20 litros por metro cuadrado en una hora.
Por lo general, la Aemet prevé que haya intervalos nubosos en Asturias y el norte de Galicia, sin descartar alguna llovizna débil en el norte de Lugo. Los cielos estarán prácticamente despejados en el resto de territorios, pero con algunas nubes bajas, sobre todo por la mañana, en el Cantábrico oriental y el norte de Canarias.
Riesgo de incendios
La nueva ola de calor preocupa no solo por el riesgo de las temperaturas extremas -en julio habrían muerto más de 1.900 personas por ello-, sino también por el temor a que se desaten nuevos incendios después de que hayan ardido este año miles de hectáreas en toda España.
Actualmente, inquieta principalmente la situación en Galicia, que continuó una jornada más luchando contra las llamas en distintos puntos de la región. Así, el foco declarado en Mourentán, en Arbo (Pontevedra) continuaba ayer activo al cierre de esta edición tras arrasar más de 400 hectáreas y se decretó la situación 2, una medida preventiva por la proximidad del fuego al núcleo de As Searas.
En la misma provincia, en A Cañiza, en el lugar de Oroso, también permanece activo un incendio que preocupa debido a su cercanía al polígono industrial del municipio.
Mientras, los efectivos consiguieron dar por controlado el foco de Villanueva de la Vera, en Cáceres, después de calcinar unas 250 hectáreas. Las llamas obligaron a desalojar el pasado viernes varias viviendas y un campamento de verano con un centenar de niños.