«El caso que más me ha marcado es el de Marta del Castillo»

Inmaculada López Martínez
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El periodista, escritor y criminólogo guadalajareño acaba de publicar su tercera novela de misterio, 'El candidato'

«El caso que más me ha marcado es el de Marta del Castillo»

Nacho Abad (Guadalajara, 1971) lleva más de dos décadas trabajando como informador especializado en tribunales y sucesos y es uno de los rostros más conocidos de nuestro país en esta materia. Vive un extraordinario momento profesional en el ámbito periodístico y, además, se encuentra saboreando el éxito y las buenas críticas de su tercera novela de misterio, El Candidato.

El pasado noviembre publicó su tercera novela, El Candidato, ¿cómo está siendo la acogida?

Está funcionando bastante bien. Lo impulsa, sobre todo, que hay mucha gente conocida, de partidos políticos, periodistas, etc. que en sus redes sociales están publicando sus opiniones, que les ha gustado. Es el caso de Toni Cantó, Cristina Cifuentes, Tania Sánchez, Susana Griso, Lorena García, Silvia Intxaurrondo... La editorial también me dice que está recibiendo muy buen feedback de los libreros. Así que estoy feliz porque, al fin y al cabo, uno disfruta de su libro no cuando lo escribe sino cuando lo leen otros. 

Se adentra de nuevo en el thriller, esta vez mezclado con la política, el periodismo, la manipulación de las noticias… ¿Es una novela de ficción o tiene mucho de realidad?

Sí, suelo utilizar cosas que veo en mi día a día ya sea a nivel periodístico, de sucesos, de política… Tengo una idea básica y luego la transformo. Es una radiografía de lo que creo que está sucediendo en nuestra sociedad, esa mezcla de política, medios de comunicación y opinión pública. 

Hoy en día, ¿es posible ser honesto en política con toda la maquinaria de marketing e intereses que manejan los partidos?

Nunca me han gustado las respuestas absolutas, soy más de quedarme en los grises, pero creo que es muy difícil porque se puede decir lo mismo y lo contrario en el plazo de 24 horas sin que esto te suponga ningún coste político. De todas formas, es una novela para entretener, para que la gente se lo pase bien, es una novela de misterio en la que hay que averiguar quién es el malo o la mala y de paso voy dejando algún mensaje o recadito de camino. 

Su larga trayectoria como periodista de tribunales y sucesos y su formación en criminología, ¿son una fuente de inspiración constante para su faceta como escritor?

Sí, por supuesto. Eso ayuda muchísimo. Escribir de lo que trabajo, de alguna manera, me permite no tener que investigar. Un autor que escribe novela negra y no sepa cómo funciona un médico forense o una investigación policial, tendrá que investigar, preguntar, buscar, etc. Yo esa documentación ya la llevo en el día a día y para mí es muchísimo más fácil.

¿Por qué se decantó en un momento de su carrera por el periodismo de sucesos y la crónica negra? 

Siempre me gustó contar historias. Dicen que el periodismo de sucesos es el más complicado porque tienes que contar lo que nadie te quiere contar. Es cierto que me atraía mucho el mundo criminal, pero acabé ahí por casualidad, no fue buscado. Salí de un medio de comunicación y para no quedarme en paro acepté una oferta que me hicieron de otro en el que querían que me encargase de esa parte de investigación y sucesos. Y cuando abordé ese género me dije:«¡pero qué bien estoy aquí!».

¿Por qué considera que este tipo de información interesa o vende más?

Yo creo que ya vende todo: la política, el deporte… En el caso de los sucesos, creo que a la gente le interesa el saber el porqué. Contemplamos todavía con extrañeza que haya gente mala en nuestra sociedad que sea capaz de hacer brutalidades, salvajadas que nosotros jamás haríamos y queremos saber por qué lo hacen. Eso despierta la atención.

¿Siente mucha presión por conseguir la exclusiva?

Sí, pero es una cuestión de autoexigencia. A mí me gusta intentar ser el mejor en lo que hago en la vida y es una competitividad que, a lo mejor, no es buena a nivel de estrés, pero que no puedo desprenderme de ella, va dentro de mí. Me intento enganchar a todas las noticias que puedo y ser el primero en darlas. Obviamente, no siempre se puede, pero hay que hacer el esfuerzo.

¿Hay algún caso que le haya marcado especialmente?

Hay un caso que me ha marcado siempre que es la muerte y desaparición del cuerpo de Marta del Castillo. Conozco a su familia desde que ella desapareció en 2009. Estamos en 2021 y todavía hablo frecuentemente con ellos. De hecho, la familia y yo presentamos una nueva documentación en el Juzgado que ha conseguido demostrar que hubo una estafa documental y una falsedad en los meses previos a la muerte de Marta del Castillo cometida probablemente por Miguel Carcaño y por su hermano y que ése pudo ser el móvil del crimen, es decir, que se peleasen porque habían cometido un delito para conseguir una hipoteca y que como no se estaban pagando las letras, se pelearon en casa y Marta estaba en medio.

¿La realidad supera la ficción?

Sí, sí, sin ninguna duda. Hay muchas veces que veo algunas noticias y digo «¡si esto se me hubiese ocurrido contarlo en un libro, sin duda, hubiese triunfado!».

 ¿Consigue desconectar de esta temática tan compleja?

No. Yo abro 24 horas y trabajo fines de semana, a lo mejor no de forma proactiva pero sí recibiendo información. Entiendo que es lo que tiene que hacer cualquier periodista.

¿Cómo valora el momento actual que vive la profesión periodística?

Creo que nos lo tenemos que hacer mirar, pero también creo que es una cuestión no sólo del periodismo sino de todos los aspectos de nuestra sociedad. Todo va demasiado deprisa, todo es consumo rápido, información rápida, comida rápida, todo es rápido. Entonces, cuando no hay un tiempo al análisis, al reposo y a digerir la información, nos quedamos con el primer titular que no profundiza en lo que realmente es. Y luego esto es como un círculo vicioso. Los medios de comunicación colocan a veces, no siempre, titulares llamativos para que se pinche, si se pincha se consiguen más lectores, si hay más lectores se consigue más publicidad, si hay más publicidad subsiste el medio y hay más ingresos y, al final, es todo lo mismo. La antigua escuela de periodistas va un poco desapareciendo porque los que vienen por detrás van empujando y, a veces, uno busca seguir trabajando y no perder su empleo, que también es muy lícito y comprensible. 

¿Hay que tener cuidado con las redes sociales?

Hay cosas muy buenas en las redes sociales y otras que son un horror. Pero sí, a mis hijos les fomento el cuidado en las redes sociales.

Ha trabajado en los medios más importantes de este país. ¿Se queda con alguna experiencia?

Disfruté muchísimo de los años que trabajé con Ana Rosa Quintana, fue mi verdadero comienzo como periodista dedicado al mundo de los tribunales y sucesos. Aprendí una barbaridad. También estoy disfrutando mucho del tiempo que paso al lado de Susana Griso. 

Trabaja en Espejo Público junto a Susana Griso, pero arrancó en septiembre nueva etapa en Telemadrid. ¿Cómo es la experiencia de copresentar el magacine Está Pasando?

Muy buena. Estamos viviendo un momento de supervivencia en todos los aspectos y yo soy un privilegiado porque tengo la posibilidad de estar en dos cadenas de televisión al mismo tiempo. Telemadrid me parece un lugar fabuloso para trabajar. ¡Quién lo diría! Pero ha girado tanto y tiene una dirección tan buena que me siento muy cómodo. 

¿Cómo recuerda sus inicios profesionales en Guadalajara?

Recuerdo con extraordinario cariño a una persona que falleció hace unos años que se llama Víctor Eugenio García de Miguel, Vegarmi, que fue quien me dio la posibilidad de poder hacer mis primeras prácticas en la radio, cuando existía Cadena Rato. Hacíamos fútbol, el programa informativo de la mañana… Esas prácticas las recuerdo con devoción, estaba deseando ir a la radio todos los días a trabajar. Viví mi infancia y juventud en Guadalajara. y es una ciudad a la que tengo mucho cariño. Yo no vivo allí, pero mi padre y mi hermano mayor sí. 

¿Que significa Guadalajara en su vida?

Guadalajara significa todo para mí, es mi esencia. Allí es donde forjé mi carácter, donde tengo a mis amigos, donde estudié, donde tuve mi primer romance… Cuando me preguntan, siempre hago gala de que soy de Guadalajara. Me parece un lugar maravilloso para vivir y todo son buenos recuerdos. 

¿Piensa ya en un nuevo libro?

Ideas tengo, pero ahora mismo estoy disfrutando de El candidato. Aparte, tengo tal nivel de trabajo que tengo poco tiempo para sentarme. Pero bueno, con el tiempo, todo llegará.