Hasta los éxitos modernos de la selección española, entre ellos el Mundial de 2010, la mejor clasificación del combinado nacional en este torneo fue la que consiguió en 1950, donde quedó cuarto en la fase de grupos final. El resultado de aquella edición se consumó gracias, en gran medida, a la presencia en el equipo del mejor goleador nacional en aquella época: Telmo Zarra.

El de Erandio se llevó en seis ocasiones el reconocimiento al máximo artillero de la Liga española (1944/45, 1945/46, 1946/47, 1949/50, 1950/51 y 1952/53), y fue esa facilidad para perforar porterías la que le brindó la posibilidad de viajar a Brasil en 1950 para disputar la cuarta Copa del Mundo. En plenitud física, con 29 años recién cumplidos, el ariete del Athletic encaró la cita como su oportunidad para ser reconocido internacionalmente.

La Roja fue encuadrada en un Grupo B muy duro, donde destacaba sobre todo la presencia de Inglaterra, que decidió participar en su primer campeonato después de haber renegado del mismo en varias ocasiones. Sin embargo, España empañó ese debut de unos 'pross' que, tras ganar en su estreno ante Chile, perdieron por la mínima ante Estados Unidos y después contra la selección nacional. El tanto que desequilibró la cita en el estadio de Maracaná fue de Zarra, al poco de comenzar la segunda mitad, algo que le otorgó a su equipo el billete hacia la fase de grupos final.

El cuadro nacional solo pudo obtener un punto de sus encuentros contra Uruguay (2-2), Brasil (6-1) y Suecia (3-1), pero el campeonato español ya había pasado a la historia por el sensacional triunfo ante los ingleses y la diana de Zarra. 

El delantero vasco batió el récord de goles marcados en una misma temporada en la Liga y lo dejó en 38 (en 30 partidos), algo que solo logró igualar Hugo Sánchez en la campaña 1989/90 y que posteriormente superaron Cristiano Ronaldo y Leo Messi, quien dejo la marca en unos casi inasumibles 50 tantos. 

A nivel de clubes, Zarra disputó 354 encuentros con el Athletic, en los que anotó un total de 335 dianas, lo que le llevó a presentar un coeficiente goleador de casi un tanto por encuentro.