La gran dimisión

Carlos Cuesta (SPC)
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Mientras miles de empleados abandonan sus ocupaciones porque ingresan más con ayudas sociales que trabajando, España demanda más de 800.000 profesionales en sectores como la construcción, 70.000 en hostelería y 15.000 conductores

La gran dimisión

El mercado laboral español está expectante ante el hecho, sin precedentes, de que de la noche a la mañana miles de empleados deciden o se plantean abandonar sus puestos de trabajo sin más justificación aparente que la falta de motivación para continuar en una ocupación por la que se sienten mal pagados y porque ingresan más de ayudas sociales que trabajando en una empresa.

En España, los datos difieren según la fuente. Mientras para el Ministerio de Trabajo las cifras de abandono laboral se sitúan en un 0,7%, frente a la media europea que se coloca en el 2,5% y en países como Alemania se encuentra ya en el 3,8%,  para la plataforma digital Linkedin el 21% de los empleados españoles ha dejado su puesto de trabajo y el 28% se lo ha planteado desde la pandemia.

Se trata de un fenómeno que se inició en EEUU el pasado verano. Solo entre agosto y septiembre, el dato registrado de asalariados que decidieron abandonar su ocupación, la mayoría en puestos precarios, de baja cualificación y que apenas les permitía llegar a final de mes, superaba los 10,4 millones, y la cifra se ha ido incrementando razón de unos cuatro millones más cada mes.

El departamento que dirige Yolanda Díaz considera que España tiene 109.000 vacantes en actividades absolutamente localizadas, pero son cifras que se quedan muy lejos de los 800.000 profesionales que busca la construcción, más de 70.000 de la hostelería o 15.000 conductores que precisan las empresas de logística, según sus sectores, teniendo en cuenta que el numero de parados asciende a 3,17 millones.

Independientemente de las vacantes, lo cierto es que actualmente la oferta de puestos de trabajo supera la demanda en sectores estratégicos como el transporte, el comercio, la sanidad, el turismo, la construcción o la industria. No solo faltan camioneros, también conductores de autobuses, cajeros de supermercado, peluqueros, limpiadores, camareros o recepcionistas.

Actividades como la hostería denuncian que con la pandemia muchos de sus profesionales buscaron ocupación en otros sectores mejor remunerados y con horarios más cómodos, lo mismo que sanitarios, arquitectos, ingenieros, informáticos que decidieron salir a países donde las condiciones laborales no pueden compararse con las de aquí.

Incluso, denuncian que una buena parte de estas personas que han abandonado sus colocaciones prefiere vivir con los subsidios de políticas sociales como la Renta Mínima Vital, la ayuda familiar, el paro o subvenciones autonómicas que trabajar por una retribución muy similar que no les saca de la precariedad y que, si se buscan un poco la vida, pueden lograr ingresos extra en dinero negro. No olvidemos que la economía sumergida representa el 17,2% del PIB, según el FMI. 

Los expertos consideran también otras circunstancias, aunque sí coinciden en que muchos profesionales se están planteando cambiar de trabajo en busca de mejorar sus condiciones laborales con medidas de flexibilidad y teletrabajo que cada vez tiene más importancia para ellos a la hora de presentar su candidatura.

Preocupación

La desesperación de los empresarios para cubrir las vacantes que precisan en la actualidad se está haciendo tan problemático para ellos como dar una solución al atasco que sufren en las cadenas de suministro por falta de materias primas a precios asequibles, lo que representa un enorme freno para la recuperación. En este sentido, solo las organizaciones que mejor gestionan los recursos humanos han sido capaces de anticiparse y tomar medidas para evitar la fuga de sus recursos y su mejor talento.