Toros y fiestas son dos conceptos estrechamente unidos en la provincia de Guadalajara. Aunque la crisis del Covid obligó a suspender todos los eventos taurinos el año pasado, la mejora de la incidencia epidemiológica permite desde hace un tiempo la organización de los festejos que se realizan en plazas o recintos siempre que cuenten con localidades preasignadas y no se supere el 75 por ciento del aforo autorizado. Así las cosas, ya son varios los municipios de la provincia que han celebrado corridas y concursos de recortadores en las últimas semanas o que se plantean hacerlo coincidiendo son sus fiestas patronales de verano. Sin embargo, el actual decreto de la Junta sobre medidas de prevención y control frente al coronavirus sí prohibe la celebración de festejos taurinos populares por el campo y encierros por las vías públicas «por el elevado riesgo de transmisión que pudiera darse en estas circunstancias»; una suspensión que, según el propio decreto, «podrá ser objeto de revisión en función de la evolución de la situación epidemiológica y sanitaria».
Por ello, desde la Federación Taurina de Guadalajara (FTG) reclaman un cambio en la normativa que permita la celebración de estos eventos tan arraigados en la provincia durante el verano. Para ello, representantes de este colectivo elaboraron un protocolo anti-Covid a semejanza del que seguirán encierros como los de San Sebastián de los Reyes y hace unas semanas lo presentaron al delegado provincial de la Junta, Eusebio Robles. «Lo acogió muy bien y quedaron en darnos una respuesta antes del 31 de mayo, pero seguimos esperando», comenta Raúl Cuevas, portavoz de la Federación Taurina. «Si se está diciendo que en julio probablemente no será obligatorio llevar mascarilla en exteriores, no entendemos por qué no se pueden celebrar festejos taurinos populares. Es algo que vemos factible con las medidas que proponemos, sólo necesitamos que la Junta cambie la norma y el apoyo y decisión de los ayuntamientos», añade. La inscripción previa y obligatoria para participar en los encierros por las calles o la suelta del toro desde un camión habilitado lejos de los cascos urbanos en el caso de los encierros camperos son algunas de las medidas propuestas para reforzar la seguridad y minimizar el riesgo de contagios. Y es que, al margen de las ganas que tienen todos los aficionados por disfrutar de su pasión tras un año en el dique seco, desde la FTG aluden a que una temporada más sin festejos populares supondrá un «auténtico drama» para los profesionales del sector y, en particular, para los ganaderos.
Por su parte, la delegada provincial de Hacienda y Administraciones Públicas, Pilar Cuevas, explica que la Junta «autorizará todos aquellos eventos que la situación epidemiológica permita, independientemente de su índole» y que, de este modo, «los ayuntamientos, a la hora de programar cualquier tipo de espectáculo o evento, tendrán que ajustar dichas actividades a las circunstancias sanitarias, especialmente en lo que atañe al aforo, y cumplir con las medidas de higiene y seguridad establecidas».
Así pues, la situación no parece muy halagüeña para el futuro a corto plazo de los festejos populares taurinos. Tanto es así que la UTE Coso de las Cruces decidió hace unos días no seguir gestionando la plaza de toros de Guadalajara porque, a día 31 de mayo, fecha límite para la presentación de la programación de 2021, «la legislación sigue impidiendo celebrar encierros urbanos, parte importante del contrato». No obstante, el alcalde capitalino, Alberto Rojo, ha querido aclarar que la anulación de dicho contrato no va a ser un inconveniente para la celebración de los festejos taurinos este año en el coso de la capital sino que el hecho de que haya feria o no lo determinará la situación de epidemiológica, ya que la relación contractual para la celebración de los eventos taurinos de este año se podría hacer por un sistema de contratación «exclusivamente anual».