Memoria colectiva y social

Beatriz Palancar Ruiz
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En los últimos años, el Archivo Histórico Provincial está experimentando un aumento de donaciones y depósitos de documentación relativa a personas físicas o jurídicas de ámbito privado con la intención de preservar y divulgar su legado

Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares. - Foto: Javier Pozo

Esta semana, Ayuntamiento de Cogolludo ha cedido al Archivo Provincial de Guadalajara una serie de documentos y pergaminos de gran importancia y valor histórico para su conservación y custodia en esa sede. Se trata de «un fondo documental riquísimo que parte del siglo XIII y llega hasta el siglo XX y que el Ayuntamiento de Cogolludo a tenido a bien pensar en este archivo para que seamos receptores y conservadores de toda esta documentación», señaló el director del Archivo Provincial, Rafael de Lucas, durante el acto en el que se presentaron algunos de los documentos más importantes y se firmó el convenio de colaboración entre las partes, y que contó con la presencia de la consejera de  Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez.

Cogolludo ha depositado 40 cajas de documentos que hacen referencia a la historia del municipio, destacando un conjunto de pergaminos del siglo XIII y del XIV, que se corresponden a los reinados de Alfonso X El Sabio, su hijo Sancho IV, de Fernando IV y de Alfonso XI. «Junto a esto, hay otro conjunto de documentos que tiene que ver con el Ayuntamiento y que habla de sus archivos municipales que, incluso, relacionan el municipio con la orden de Calatrava y pertenecen al siglo XVI», dijo la consejera, quien ponía en valor el buen estado de los pergaminos porque estos «aún mantienen el sello de cera».

Lo más curioso de todo es la investigación que han tenido que hacer en el Ayuntamiento para conocer el emplazamiento de los documentos más valiosos, los pergaminos. De hecho, el alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, reconoció que «la inmensa mayoría desconocíamos que existía este archivo. Ha llegado hasta nuestras fechas milagrosamente porque, en algunos casos, no sabíamos ni dónde estaban. Se habían inventariado en los años 80 pero los documentos más antiguos no los ubicábamos físicamente».

Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares.Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares. - Foto: Javier Pozo

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cogolludo, Rafael Pérez, que es hijo de un cronista oficial de la villa Jesús Pérez Arriba, al finalizar el acto de entrega, desveló que estuvo un año y medio de buscando los pergaminos, abriendo cada una de las dependencias municipales y detallaba que estaban escondidos a la vista de todos en una caja de cartón en una AZ fuera del archivo, en un lugar en el que no le correspondía.  

«Están transcritos», aclaró el alcalde de Cogolludo, que detallaba que «la mayoría suelen ser pleitos con los vecinos de Atienza por aquello de compartir frontera por la leña, por las bestias».
ingresos extraordinarios. El Archivo Provincial es de ámbito estatal y está gestionado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Como organismo público, los documentos ingresan de dos maneras. Primero, de manera ordinaria, corresponde con los documentos que proceden de organismos públicos «que por obligación legal tienen que venir aquí obligatoriamente, y luego están los extraordinarios que son ingresos que tienen que ver con esa preferencia o inquietud que tiene una persona física o jurídica que a lo largo de ejercicio de sus funciones tienen esa idea e inquietud de qué hacer con los documentos para que formen parte de la memoria social y colectiva de conservación del Patrimonio Histórico Documental, del disfrute para muchas actividades culturales y para que los investigadores puedan acceder a ellos», explica Rafael de Lucas, quien puntualiza que «cuando uno tiene en propiedad un documento de gran importancia tiene que tener presente que, aunque seas un propietario privado, esto es Patrimonio Histórico Nacional. Hay gente que está tentada de vender en el mercado negro y eso es un expolio».

La llegada algunos fondos extraordinarios que se recepcionan en el Archivo Provincial puede dar lugar a la acreditación de derechos, por ejemplo sobre la propiedad de bienes, que «son inalienables, inembargables y que no prescriben» o también «cuando ponemos en conocimiento de la comunidad científica que los documentos están a disposición de la consulta, se despierta interés, y a partir de ahí se produce un revisionismo de las publicaciones por gente que ha estudiado con más rigor la historia de esos pueblos», señala De Lucas. 

Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares.Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares. - Foto: Javier Pozo

Las donaciones y depósitos para mantener la memoria social y colectiva de los pueblos están incrementándose en los últimos años en el Archivo Provincial. Además de la reciente recepción documental de Cogolludo, atesoran con documentos como un libro único de Sánchez Portocarrero donado por Antonio Herrera Casado sobre la historia de Molina de Aragón con muchas anotaciones marginales, el archivo familiar Montesoro sobre el Señorío de Molina que se remonta al siglo XV y que cuenta, entre otros tesoros, con una copia inédita del siglo XVI del fuero de Molina de los Caballeros. También hay que mencionar los pergaminos y la documentación original que depositó la Hermandad de la Santísima Trinidad que se ocupa de organizar la fiesta de La Caballada de Atienza.

Pero también hay colectivos que están empezando a dejar su legado. Es el caso del Cineclub Alcarreño,  de la asociación animalista DALMA, la asociación de Amas de Casa de Guadalajara o de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara. Esta última, incluye el valioso archivo Goñi o las imágenes de fotógrafos de prestigio que se han presentado a los premios nacionales Abeja de Oro o Abejorrillo de Plata antes de alcanzar fama como Pilar Pequeño, Sigfrido de Guzmán, Fernando Gordillo, Gabriel Cualladó, Pablo Pérez-Mínguez o Cristina García Rodero. 
«El ejemplo de Cogolludo es muy importante porque hay muchos pueblos que, ya que no tengan secretario, es que no tienen archiveros», advierte Rafael de Lucas, que también pone en valor otras donaciones de lo que era el Condado de Humanes, fotografías antiguas cedidas por Pilar Sánchez Lafuente que fue la bibliotecaria en Guadalajara, acta de donación de documentación religiosa de Cañizar, descripción de un documento de fundación de Taragudo o el fondo documental empresarial de los negocios de Agustín García. 

Donantes

Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares.Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares. - Foto: Javier Pozo

Las fórmulas bajo las que se suele ceder al Archivo Provincial una documentación suelen ser depósito o donación. La figura del 'comodato' es la más utilizada. Este convenio garantiza al archivo un periodo de depósito de 25 años, tiempo en el cual se comprometen a realizar un trabajo de transcripción y catalogación, estudio histórico, paleográfico y diplomático de los documentos, restauración si fuese necesario, digitalización y reproducción exacta de los mismos si es necesario para entregar copia a los propietarios y crear una base de datos con una completa descripción para que se puedan consultar en el censo de la guía de archivos españoles. Además, el director del archivo se encarga de elaborar un informe en el que se detalla una valoración de los documentos porque, en algunos casos, tiene repercusiones de tipo fiscal.

Los donatarios, por su parte, mantienen la propiedad y ven protegido su legado. Estos son los casos del Cineclub Alcarreño, el archivo familiar de la familia Montesoro o de Juan Pablo Calero.

«El desencadenante de donarlo fue quedarnos sin sede porque no teníamos un sitio donde tenerlo archivado y catalogado. Ahora, creo que donde mejor está es en el Archivo Provincial. Es el sitio ideal», confiesa la presidenta del Cineclub Alcarreño, Belén Sánchez.

Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares.Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares. - Foto: Javier Pozo

«Es lo que deseaba mi padre, que falleció en febrero, y se quedó tranquilo de haber podido hacerlo y orgulloso de dejar su legado a buen recaudo», asegura María de los Ángeles Martínez de Salazar, portavoz de la familia Montesoro.

De igual manera lo ve Juan Pablo Calero que está inmerso en pleno proceso para entregar su colección sobre el Carlismo en España: «Era un deseo guardar cosas que no se estaban apreciando suficientemente y mi idea es que esto sirviese para aquella gente que quisiese investigar. Por mi experiencia, el Archivo Histórico Provincial era el mejor lugar. Yo también me voy a morir y no me hubiese gustado que hubiese acabado perdido o desperdigado por otros lugares».

Un año de trámites

Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares.Rafael de Lucas con personal del Archivo Histórico Provincial muestran material de las últimas donaciones o depósitos de particulares. - Foto: Javier Pozo

Ahora mismo, están pendientes las donaciones de un fondo fotográfico de Santiago Bernal, el archivo personal del periodista Luis Monje Ciruelo, expedientes antiguos del Liceo Caracense y documentos de la época de la Princesa de Éboli que aparecieron emparedados en unas obras, libros de actas de la Cofradía de la Veracruz o de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Luz de la parroquia de San Gil de Guadalajara datados entre 1903-1941, una documento de 1710 con una oración o canción sobre la Batalla de Brihuega, así como una carpeta que contiene documentación y fotografías que se entregaron en el acto de primera piedra para la construcción de la central nuclear de José Cabrera en Almonacid de Zorita en 1965.

«La gente tiene cosas en su casa que, no sabe lo que es, no sabe ni de dónde ha salido y, a veces, no lo quieren ni decir», reconoce el director del archivo que argumenta que el límite de recogida para el archivo está en «filtrar si tiene trascendencia desde el punto de vista histórico, de reconocimiento de nuestras costumbres, o que pueden suscitar estudios posteriores».

Ahora, se pendiente de formalizar la entrega de dos colecciones muy curiosas sobre campeonatos nacionales de mus y de una colección privada sobre el Carlismo en España.

El proceso de formalización de las donaciones o depósitos conllevan un año de trámites.