Yo quiero ser ministra Podemos, estar blindada y no saber de nada. Es lo más, lo máximo, a donde más no pudiera llegar, con una cartilla de Rubio y un ábaco para contar. Pedimos el no a la guerra igual que el Macho Alfa va a las tertulias y de todo habla. Él nos puso, a él seremos fiel y su dictado seguiremos. Hemos dividido el feminismo, pero poco nos importa. Utilizamos la guerra como en su momento la crisis… Aquí estamos, para quien nos quiera escuchar y comprarnos el discurso. Somos guapas, estupendas y chillonas… Estamos blindadas y nadie nos puede echar. A ver quién es capaz de decir eso en España… Pero somos superguays, la banda de la tarta, las que soplamos velas y montamos fiestas. Nunca es tarde para conocernos. Nuestro discurso es de hace once siglos, pero como si fuera nuevo. No a la guerra, déjate invadir y que te echen fuera. Es maravilloso, el paraíso comunista, la cartilla de racionamiento, el gulag de Siberia. Que nadie diga ni se note que le debemos algo a Rusia.
Belarra, Montero, un aquelarre al mediodía, con las pancartas afuera… Yolanda, esto no puede ser no más que una canción de amor… Y a dónde vas con estas, si no es a gritar como las locas… Una manifa, un subidón, un primer amor tras la pancarta… Un cubalitro de adolescencia, prolongado hasta la facultad y coronando el Congreso… Y así estamos… Con el cubalitro en el escaño, porque sola y borracha quiero llegar a casa… Pero somos de Podemos y sacamos a las mujeres a la calle, aunque unas a la derecha y otras a la izquierda… Ya si eso, para manifestarnos por la luz, la gasolina y las materias primas salimos otro día… Prima, mi prima, que no se entera, viene del pueblo y vota a Vox… Le hace falta universidad y paguita… A ver si entra en vereda.
Yo quiero ser ministra Podemos para poner verde a Pedro Sánchez y que no me pase nada. Que quien se meta conmigo no pase de facha y ahí se quede. Porque eso es lo que pasa, son todos unos fachas… Menos mal que tenemos al presidente, que hace de salvaguarda… Ayer dijo que pagamos la luz cara y el gas por las nubes gracias a Putin y Ucrania… Si es que en el fondo es tan listo y guapo… Lástima que el nuestro solo haya sido listo y no guapo… No todo puede tenerse en esta vida… Pero, vamos, no a la guerra. Y si te invaden, te jodes… Pero no a la guerra.
Yo quiero ser una ministra Podemos igual que en los ochenta pensé en ser chica Almodóvar, un poquitín lista, un poquitín boba, como decía Sabina… Montero, Belarra y demás cuchipanda al poder, más pronto que tarde… Ah, ¿pero que ya están? No lo habíamos notado los parias de la tierra. Es estupenda la ideología de cacerola, la que se machaca y aturde sin decir nada… Pero somos todos unos fachas… Yo quiero ser ministra Podemos para llamar machista y facha a quien me lleve la contraria… Es el salvoconducto del siglo XXI… No hay mejor receta ni tampoco mayor medicina… Y el caso es que la gente traga… Ellos verán por qué. Yo quiero ser ministra Podemos antes de que se acabe el chollo y Sánchez se lleve los votos.
Somos país variable, cambiante y de oscilaciones. Pero cuando el bolsillo rebaja comenzamos a hacer preguntas y mirar al viento. Las ministras Podemos son aire y van al aire, pero Pedro Sánchez es agua y va al mar… Dime, pueblo mío, cuando la mentira se desliza, sabes tú a dónde va… Ahora el problema de la electricidad y el carburante es Putin… Menos mal, Pedro Sánchez… Yo quiero ser ministra Podemos para morir mañana con dignidad. Casado no tuvo ni eso. A ver si es que la izquierda y no la derecha es la que sabe enterrar a sus muertos.