Pueblos de la Serranía del Ducado llevan días incomunicados

Redacción
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La indignación y, sobre todo, la sensación de abandono está cundiendo entre la población de estos pequeños núcleos escasamente poblados que, para coger cobertura, tienen que subirse a las zonas altas.

Un usuario dirigiéndose a un cerro a ver si por allí llega la red. - Foto: Ayto. de Riba de Saelices

Varios pueblos de la Serranía del Ducado (Saelices de la Sal, Riba de Saelices, La Loma, Ribarrendoda, Huertahernando, Buenafuente...) denuncian los problemas de incomunicación que están sufriendo desde el pasado martes, ya que ante la caida de la red de telefonía móvil se encuentran incomunicados con el exterior.

La indignación y, sobre todo, la sensación de abandono está cundiendo entre la población de estos pequeños núcleos escasamente poblados que, para coger cobertura, tienen que subirse a las zonas altas (montes y montañas). Y tienen que hacerlo no sólo para hablar con sus familiares (muchos de ellos mayores de edad), sino para algo tan básico como para llamar al 112. La compañía telefónica (Movistar) les da contínuas largas.

Desde el Ayuntamiento de Riba de Saelices afirman en sus redes sociales: «A por el octavo día, que Movistar niega el esencial servicio de las telecomunicaciones en el medio rural. #LaEspañaAbandonada, más desamparada que nunca. Problema de carácter comarcal, que se extiende demasiado en el tiempo, con intermitentes cortes en la red que ofrece esta mercantil».

Del mismo modo apuntan: «La realidad de #LaEspañaAbandonada, es que hay gente que tiene que subir a los puntos más altos de su término municipal, si los tiene, para acceder a un servicio básico: la comunicación telefónica. No hablemos de datos de internet, de los negocios locales, las urgencias médicas, el centro de salud, el colegio, los espacios turísticos visitables...y lo más florido: el teletrabajo. Gracias, Movistar. Y a las administraciones, también. Leyes de despoblación, beneficios fiscales, la manida fibra óptica... mañana, vamos a por el sexto día. Ésta es la realidad del desamparo en el qué se encuentra gran parte de esta provincia».