El desmantelamiento de la central nuclear José Cabrera (Almonacid de Zorita) alcanza uno de sus hitos finales: la demolición del último de los grandes edificios de la instalación, el antiguo Edificio de Turbina, reconvertido para poder acometer la obra en Edificio Auxiliar de Desmantelamiento (EAD). Cuyos trabajos esperan estar finalizados para finales de junio.

Para la ejecución de estos trabajos, se emplea maquinaria de gran tonelaje, plataformas elevadoras y equipos de picado y corte, entre otros. El edificio, de una altura de 30 metros, está fabricado, principalmente, con estructuras de hormigón armado en las que estuvieron apoyadas las turbinas de alta y de baja tensión, el alternador y el condensador.

Se estima que, en la demolición total de este edificio se generarán, aproximadamente, 4.500 toneladas de materiales (entre escombros de construcción y demolición y elementos metálicos).

Con esta actuación, finalizará la demolición de los grandes edificios existentes en la central. Después, se dará paso a la fase de restauración y vigilancia radiológica final del emplazamiento. En la actualidad el periodo de desmantelamiento está al 97% de su ejecución.

Entrega de los terrenos en 2024

«Estamos en la fase final. Este año y el que viene realizaremos actuaciones de restauración en el emplazamiento», apunta el director de la instalación de Enresa, Manuel Ondaro. Así, se espera que para el año 2024 los terrenos sean devueltos a su propietario, Naturgy.

«Nos queda acabar con la demolición del edificio de turbinas y después certificar al Ministerio y al Consejo de Seguridad Nacional que los terrenos son aptos para cualquier uso», explica Ondaro. Para ello, se pondrán a elaborar el dossier en lo que queda de año, 2023 y 204, para hacérselo llegar a dichos organismos nacionales. «Estimamos que podamos entregar los terrenos a su propietario en 2024, pero es un proceso que ya no depende de nosotros», añade.

Cabe recordar que la central nuclear José cabrera cesó su actividad en 2006. Fue el 11 de febrero de 2010 couando Enresa asumió los trabajos de desmantelamientamiento de la instalación. En todo el proceso de desmantelación se gestionarán 141.000 toneladas de materiales, de las cuales del 10 al 15% son de origen radioactivo.

En la actualidad, en las instalaciones están trabajando 138 personas, el 65% de la provincia.